Los mayores grupos políticos del Ecuador han definido sus candidatos a la presidencia y resta la presentación de los postulados a la Asamblea unicameral: Guillermo Lasso, Cynthia Viteri y el general Paco Moncayo, los principales candidatos de una oposición que no logra la unidad, se enfrentarán al oficialista Lenin Moreno. Por primera vez desde el […]
Los mayores grupos políticos del Ecuador han definido sus candidatos a la presidencia y resta la presentación de los postulados a la Asamblea unicameral: Guillermo Lasso, Cynthia Viteri y el general Paco Moncayo, los principales candidatos de una oposición que no logra la unidad, se enfrentarán al oficialista Lenin Moreno.
Por primera vez desde el año 2006, el actual presidente Rafael Correa no participará en las elecciones.
La sucesión
Tras 10 años de una estabilidad política inédita en Ecuador, Alianza PAIS afronta el durísimo reto de convertir su apuesta en un proyecto político a largo plazo; que supera cualquier personalismo, en este caso el del presidente Rafael Correa. Y ha confiado en un binomio integrado por los dos últimos vicepresidentes: Lenin Moreno y Jorge Glas.
Moreno Garcés tendrá la difícil tarea de suceder a Correa en la presidencia. Hace 10 años, con tres presidentes derrocados en una década, y cuando la apatía se había apoderado del electorado, aceptó ser el compañero de fórmula de otro novel político, Rafael Correa Delgado, quien solo un año antes había sido ministro de Economía en el gobierno interino de Alfredo Palacio. Hoy, las encuestas lo dan como ganador con más del 40% de preferencias del electorado.
Juntos llegaron al poder con más del 56% de los votos. Moreno, licenciado en Administración Pública en la Universidad Central del Ecuador. En 1998, tras sufrir un asalto recibió un disparo y aquello le ocasionó la inmovilidad de las piernas. En diciembre de 2013 fue nombrado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, su enviado especial sobre Discapacidad.
Para las elecciones de 2013, la convención de Alianza PAIS designó como binomio de Correa al ingeniero Jorge Glas Espinel, a quien se le encargó la responsabilidad de impulsar en el nuevo período de gobierno el cambio de la matriz productiva. Junto con Correa ganó las elecciones con más de 57% de los votos, en una sola vuelta. En su gestión emprendió ambiciosos proyectos hidroeléctricos, de riego y control de inundaciones, como la construcción de las represas Mazar, Coca-Codo Sinclair, Sopladora, entre otras, con las cuales el país pasó de ser comprador a vendedor de energía limpia.
En abril último, tras el terremoto que afectó el país y de manera principal, las provincias de Manabí y Esmeraldas, estuvo al frente de las tareas de reconstrucción de las zonas afectadas.
La oposición dividida
Del otro lado la oposición, en pleno proceso preelectoral se divide y subdivide, carente de ideología y programa de gobierno, acosada por los intereses y ambiciones personales. La oposición tiene como meta principal forzar una segunda vuelta: Guillermo Lasso, Cinthya Viteri y el general Paco Moncayo saben que de lograr forzar una segunda vuelta electoral, contarán con el apoyo de los otros.
Luego de una semana intensa de negociaciones, Pachakutik -ala política del movimiento indígena- decidió declinar la postulación de Lourdes Tibán y respaldar la candidatura de Moncayo.
La primera vuelta será el domingo 19 de febrero de 2017 y de ser necesaria una segunda vuelta, ésta se realizará el domingo 2 de abril siguiente. En los comicios se elegirá presidente, vicepresidente y 137 legisladores de la Asamblea Nacional.
Según el cronograma, la campaña comenzará el 3 de enero del año próximo y las proyecciones efectuadas por la Consejo Nacional Electoral indican que votarán unos 13,2 millones de electores, mientras que el presupuesto total para los comicios será de 131 millones de dólares.
Al ciclo de victorias electorales contundentes de la Revolución Ciudadana, que tuvo su punto máximo en las elecciones generales de 2013, en las que Rafael Correa ganó en primera vuelta con el 57,17% de los votos y el Movimiento Alianza PAIS obtuvo cien de 137 curules, le siguió un «revés» electoral en los comicios locales en febrero de 2014 cuando perdió 20 ciudades, entre ellas Quito y Cuenca, que se consideraban sus bastiones.
Desde finales de 2014, bajaron los precios del petróleo, en 2015 se apreció el dólar y subieron las tasas de interés de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés). Tal clima adverso redujo el ritmo de crecimiento de los últimos años que había sido en promedio de un 4,6% (BID, 2016), complicó la inversión pública, acotó el gasto corriente y por tanto, constriñó las políticas redistributivas.
El banquero Lasso insiste
De la mano del movimiento Creando Oportunidades (CREO), el banquero y dirigente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador Guillermo Lasso Mendoza busca, en su segundo intento, llegar a la Presidencia, con un discurso de oposición al gobierno y con propuestas que van desde el impulso al emprendimiento y a, lo que él llama, la defensa de las libertades.
Su salto a la política se dio en el período del democratacristiano Jamil Mahuad, cuando asumió el cargo de gobernador de la provincia del Guayas, entre el 10 de agosto de 1998 y el 17 de agosto de 1999. Mahuad lo nombró superministro de Economía: decretó el feriado bancario (marzo de 1999), un período de crisis financiera en el cual las operaciones de la banca se suspendieron por 5 días, luego devino un congelamiento de depósitos por un año, lo que no evitó la quiebra de bancos y el Estado debió asumir los costos a través del denominado salvataje, con graves repercusiones en la sociedad ecuatoriana.
Reapareció en el escenario público en el gobierno de Lucio Gutiérrez cuando se desempeñó como embajador itinerante del Ecuador en Washington; fue uno de los artífices de la firma de la Carta de Intención con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el 27 de enero de 2003, por la cual el gobierno se comprometía a un paquete de medidas económicas que incluyeron el aumento del precio de los combustibles y de las tarifas eléctricas.
En 2011 funda el movimiento CREO y tras formar la agrupación Unidos por el Ecuador, lanza su candidatura presidencial: queda en segundo lugar con casi dos millones de votos (22,68%), por detrás de Correa. Abrió la formación del colectivo Compromiso Ecuador, alrededor del cual aglutina a figuras que se escindieron de otras organizaciones como Fanny Campos (Pachakutik); Franco Romero (PSC) y Fausto Cobo (PSP).
Nebot aúpa a Cynthia Viteri, una cara amigable
El dirigente de la derecha y alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot abrió el camino para la candidatura presidencial de la abogada y expresentadora de noticias guayaquileña Cynthia Viteri, en una coalición que comenzó con el Partido Social Cristiano, SUMA, Podemos y Avanza. Como favorito del ex presidente Febres Cordero, Nebot buscó la presidencia en dos oportunidades de manera infructuosa, y ahora aúpa a la asambleísta Viteri, la cara más amigable de esa agrupación.
En el camino quedó Paúl Carrasco, prefecto de Azuay que impulsaba una alianza electoral con los alcaldes de Guayaquil y Quito, a sabiendas que ni Nebot ni Rodas tenían aspiraciones presidenciales.
Para las elecciones de 2006, el PSC postuló a Cynthia Viteri, como candidata a la presidencia; aunque partía en principio como una de las favoritas, apenas alcanzó el quinto puesto con el 9,63% de los votos. En 2009, fue elegida asambleísta por Guayas por Madera de Guerrero, el experimento local que creó Nebot para hacer frente al desprestigio en el que había caído el PSC, y en 2013 fue elegida asambleísta nacional. Ha sido una de las voces más vehemente y prominentes de la oposición. Fue expulsada de Venezuela por injerencia en los problemas internos de este país.
La centroizquierda, con un general
El exalcalde de Quito, Paco Moncayo, conquistó la izquierda descontenta con el gobierno. Al menos tres partidos lo apoyan, luego de que Pachakutik y Unidad Popular renunciaran a sus aspiraciones. El general es fuerte en Quito, lo que impedirá a Guillermo Lasso o Cinthya Viteri captar esa plaza, lo que, desde otro punto de vista, aseguraría el triunfo oficialista.
Las organizaciones sociales y políticas que conforman el Acuerdo Nacional por el Cambio (Izquierda Democrática y Unidad Popular, Pachakutik, movimiento Acción Social y Solidaria (MASS), VIVE, Democracia Sí, entre otros) lo proclamaron como candidato presidencial. Moncayo fue reconocido como «un hombre honesto» por Correa.
Su candidatura tiene el apoyo de dirigentes que participaron el gobierno de Alianza país como Alberto Acosta (expresidente de la Asamblea Constituyente), Gustavo Larrea, María Paula Romo, Diego Borja, además de Mery Zamora y Roxana Palacios, de la Unión Nacional de Educadores (UNE), y Jorge Herrera Morocho, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
Tras su retiro del Ejército -fue jefe del comando de las Fuerzas Armadas- en 1998, comenzó su carrera política, primero como diputado nacional por la ID. En 2000 se postuló para la Alcaldía de Quito y ganó las elecciones con algo más del 60% de los votos. Fue reelegido para un segundo período que terminó en 2009. Las aspiraciones de Moncayo apuntaron luego a la Asamblea, para lo cual participó como candidato por el Movimiento Municipalista, con el que logró una curul. Pero en 2013, no logró repetir, esa vez por el movimiento Ruptura 25.
Hay más candidatos
Hay un tercer grupo de candidatos, que vivirán esta experiencia con el sueño de cimentar sus bases con miras a 2018, cuando se elijan autoridades locales o incluso para 2021. Fue lo que le pasó al derechista Mauricio Rodas en 2013. Esa elección le sirvió para hacerse conocer y de allí saltó a la Alcaldía de Quito.
En este grupo se sitúan Paúl Olsen Pons, dirigente ganadero de la provincia del Guayas, por el movimiento Centro Democrático (CD), que lidera Jimmy Jairala. Su nombre fue sugerido por 150 asociaciones de agricultores y ganaderos, que demandan mayor atención al sector rural. El anuncio del CD discfrepa con el Frente Unidos, del que forma parte, ya que las agrupaciones que integran este colectivo anunciaron su respaldo a Lenín Moreno.
Iván Espinel Molina es médico de profesión, con una maestría en Administración y se cataloga como el nuevo rostro de la política ecuatoriana: será candidato por Fuerza Compromiso Social. Se dio a conocer como parte de la Dirección Provincial del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social en Guayas, cargo que dejó en diciembre de 2014. Afirma no creer en las ideologías como un sentido filosófico, sino pragmático.
Por su parte, Washington Pesántez comenzó su carrera política luego de desempeñarse como Fiscal General de la Nación y en marzo anunció su intención de postularse como candidato a la Presidencia con el movimiento que él mismo fundó, Unión Ecuatoriana. Se define como un político de línea progresista, pero marca distancias con el movimiento Alianza PAIS y con las organizaciones políticas de oposición.
Presiones militares
En la ola anticorreísta, cierta oposición se ha acogido a una idea peligrosísima: que las Fuerzas Armadas deben resistir (o, peor, enfrentar) al gobierno. Han pasado cuatro décadas desde que el Ecuador dejó la última dictadura militar, pero durante este lapso las Fuerzas Armadas han tenido una intromisión directa y constante en la vida civil del país.
Casi todos los presidentes democráticamente elegidos han tenido roces con la resistencia militar a someterse a la superioridad de la autoridad civil. Según el documental La Muerte de Jaime Roldós, hay evidencia suficiente de que el primer presidente de la democracia que arrancó en 1978 fue asesinado como parte del plan Cóndor que, para su ejecución plena, necesitaba militares ecuatorianos.
El autor es Investigador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).