Dentro de la campaña de desinformación general para justificar la reducción de las pensiones se ha popularizado la idea de que la tasa de dependencia, entendida como la relación de la población en edades no activas respecto a la población en edad activa (de 16 a 64 años), está creciendo en España y hará insoportable […]
Dentro de la campaña de desinformación general para justificar la reducción de las pensiones se ha popularizado la idea de que la tasa de dependencia, entendida como la relación de la población en edades no activas respecto a la población en edad activa (de 16 a 64 años), está creciendo en España y hará insoportable la carga para las generaciones activas. El resultado del censo de 2011 nos da una tasa de dependencia del 50,0 %, esto es, la relación que ya todo el mundo conoce: por cada 2 personas en edad de trabajar hay una dependiente.
¿Es esto tan grave? ¿Cómo hemos llegado aquí? ¿Cómo estábamos antes?
Vaya por delante que no es éste el único argumento para justificar la reducción de las pensiones, ni que la reducción de las pensiones se plantee para resolver ningún inexistente problema financiero de la Seguridad Social: lo único que se pretende es, bajadas las pensiones, reducir la cuota patronal a la SS.
El FMI, en su informe anual sobre España 2013 publicado el 1 de agosto, y Olli Rehn, vicepresidente económico de la Comisión Europea (CE), han sido los últimos en pedir además de una reducción de los salarios nominales en un 10 % en dos años, una reducción de las cotizaciones de las empresas a la Seguridad Social de aproximadamente el 1,7 %.
Pero volviendo a la tasa de dependencia, ¿es cierto que la tasa de dependencia está creciendo en España? Ya hemos definido la tasa de dependencia como el cociente entre la población en edades no activas (menores de 16 y mayores de 64 años) y la población de 16 a 64 años, edades consideradas activas.
La evolución de la tasa de dependencia en los censos de población de los últimos 30 años ha sido la siguiente:
1981 |
1991 |
2001 |
2011 |
63,2 % |
53,7 % |
48,5 % |
50,5 % |
Como se puede observar la tasa tiene una tendencia claramente descendente que va desde que en 1981 por cada 3 personas en edad activa había 2 personas en edades inactivas (o sea, que por cada persona en edades inactivas había 1,58 personas en edad activa), hasta 2011, en que por cada persona en edades inactivas hay ya 2 personas en edad activa. Vamos, que el número de activos por cada persona en edad inactiva se ha incrementado en estos años en más de un 26 %, pasando de 1,58 a 2.
Sí que es cierto que si comparamos el censo de 2011 con el anterior de 2001 observamos una pequeña subida dentro de la tendencia general de bajada.
Podemos calcular también la tasa de dependencia considerando que los jóvenes de 16 a 19 años están en buena parte inactivos por razones de estudios. En este caso consideramos las personas en las mismas edades inactivas de antes más los jóvenes de 16 a 19 años inactivos en relación con las personas en edades de 20 a 64 años más los jóvenes activos de 16 a 19 años. El resultado es:
Tasa de dependencia sobre población de 20 a 64 años + jóvenes activos |
|||
1981 |
1991 |
2001 |
2011 |
77,7 |
65,7 |
56,4 |
56,9 |
Desde este punto de vista, pasamos de tener tan solo 1,28 personas en edad activa por cada 1 en edades inactivas en 1981 (el inverso de la tasa de dependencia 77,7 % de 1981) a alcanzar 1,75 personas en edad activa por cada 1 en edades inactivas en 2011 (el inverso de la tasa de dependencia 56,9 % de 2011). El aumento de activos ha sido de más del 36 %. Mientras que la situación entre los censos de 2001 y 2011 apenas se ha modificado.
Es, pues, absolutamente falso que la tasa de dependencia esté subiendo en España y que ello tenga como consecuencia la insostenibilidad del sistema social por parte de las generaciones activas.
Un último cálculo. El gobierno socialista elevó la edad de jubilación de 65 a 67 años, veamos cual hubiera sido el impacto en la tasa de dependencia de 2011 si consideramos como edades activas las comprendidas hasta los 66 en lugar de los 64. Esta es ya la situación legal en España y veremos su impacto en el próximo censo.
Nº de personas en edad activa por 1 persona en edades inactivas |
||||
Sobre población de 16 a 64 años |
Sobre 16 a 66 |
|||
1981 |
1991 |
2001 |
2011 |
2011 |
1,58 |
1,86 |
2,06 |
2,00 |
2,19 |
En resumen, el cambio en la edad de jubilación supone una nueva reducción del 10% de la tasa de dependencia que, de haberse aplicado ya en 2011 habría supuesto pasar de 50,5 % a tan solo 45,6 %. O lo que es lo mismo, habría supuesto pasar de 2 personas en edad activa por cada persona en edades inactivas a 2,2.
En conclusión, es evidente que la supuesta pero falsa apreciación de que la tasa de dependencia está aumentando en España no es un buen argumento de los que defienden la reducción de las pensiones. Y podemos por tanto afirmar que las generaciones activas han estado hasta ahora cada vez en mejores condiciones, por ser más numerosas, para garantizar la sostenibilidad social .
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