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Escenario de la política post-correista en el Ecuador cercano a elecciones

Fuentes: Rebelión

El presidente Correa ha manifestado públicamente algunas veces que no va a buscar una re-elección y que se encuentra ya cansado de ejercer el cargo de presidente. Pero además ha anunciado que se marchará a vivir a Bélgica con su esposa belga y sus hijos después de finalizado su periodo de gobierno en el 2017. […]

El presidente Correa ha manifestado públicamente algunas veces que no va a buscar una re-elección y que se encuentra ya cansado de ejercer el cargo de presidente. Pero además ha anunciado que se marchará a vivir a Bélgica con su esposa belga y sus hijos después de finalizado su periodo de gobierno en el 2017. De allí que en este artículo se hable de una política del «post-correismo». Pero también se lo hace porque sus 9 años de gobierno marcan en forma muy clara los escenarios políticos posibles de cara a las elecciones presidenciales del 2017.

 
Podemos comenzar considerando lo que ha sido el debate y conflicto político de los pasados recientes años en el país. La derecha del país ha hecho oposición clara al gobierno de Correa desde que este subió al cargo. Esta protesta derechista ha comenzado a confluir en forma gradual en diferentes nivele con una creciente protesta izquierdista a un presidente de izquierdas. Dicha protesta izquierdista ha comenzado a tomar fuerza desde el año 2012 o 2013 debido a conflictos en torno a la extracción minera y petrolera con las comunidades afectadas así como con los grupos ecologistas del país. También a desacuerdos con el movimiento indígena aglutinado en la CONAIE y el partido político indigenista Pachakutik así como con la dirigencia sindical en torno al Frente Unitario de Trabajadores (FUT).
 
Dicha confluencia entre derecha e izquierda en mucho casos solo fue solo en el tiempo pero en algunos casos terminó llegando a niveles mucho más cercanos como mostró una serie de reuniones que mantuvo la dirigencia pasada del antes mencionado partido de izquierda Pachakutik con dirigentes de la derecha política de partidos como CREO del banquero Guillermo Lasso, del Partido Sociedad Patriotica (PSP) y del Partido Social Cristiano. Estos acercamientos se dieron en un contexto creciente de emergencia de un discurso político anti-Correista que lanzaba críticas a lo que miraban como autoritarismo del ejercicio de gobierno de Correa. Pero esto también se daba después de una apabullante derrota electoral de dichos dos sectores de oposición política en las elecciones presidenciales y parlamentarias del año 2013 en las cuales Correa salió re-elegido en primera vuelta mientras sus legisladores de su partido Alianza País (AP) obtenían una mayoría en la Asamblea Nacional de 100 asambleistas en una cámara legislativa de 137 escaños. Se puede mencionar que dicha mayoría tan grande se debe un poco a las exageraciones del método D´Hondt de asignación de escaños pero igualmente el porcentaje de voto del correismo en la legislatura era muy grande frente al resto de partidos (52% de AP mientras que el siguiente partido, el partido CREO apenas logró 11,42% de la votación).
 
El que la oposición, tanto de derecha como de izquierda, se haya tornado más dispuesta a movilizarse en las calles en forma más masiva se debe contextualizar en un escenario en el cual su representación legislativa era tan pequeña como se vió. Ya para llegar al año 2015 la caída de los precios del petróleo proveía a la derecha y a la izquierda oportunidades de nuevas críticas al gobierno de Correa. Esto pese a que el país mantiene muy controlado los índices de inflación en comparación a países que también sufren la actual crisis económica como Argentina, Brasil o Venezuela. De allí que se pueda afirmar que las recientes protestas en el Ecuador, tanto derechistas como izquierdistas, han tenido claramente niveles muy inferiores de dimensión en comparación a las que se han dado recientemente en países como Brasil o Venezuela. Estos dos países padecen hoy en día crisis combinadas de recesión económica con inestabilidad institucional al tope del estado. Así mientras que en Brasil se acaba de suspender en el cargo a la presidenta Dilma Rousseff, en Venezuela se está iniciando un proceso de recolección de firmas para un referéndum revocatorio al presidente Nicolás Maduro. De allí que la situación y salud económica del Ecuador en los actuales momentos sea claramente más estable que dichos dos países. Esto pese a que existan situaciones e indicadores un poco deteriorados en comparación a lss que gozaba el país en años anteriores debido a la antes mencionada caída internacional de los precios del petróleo además de otras como el reciente terremoto que sufrió el país en la costa norte. La situación política en el Ecuador así mismo ha visto recientemente algunas protestas anti-gubernamentales pero estas claramente no han llegado al nivel de conflictividad y volumen que las de Brasil y Venezuela. No se debe descartar que estas protestas puedan reaparecer si se deteriora más la situación económica del país hasta llegar a la elecciones pero los precios del petróleo, al momento de escribir este artículo, ya llegan a poco menos del 50% después de llegar a un 29% en febrero. Por esta razón incluso tampoco se debe descartar que dichos precios incluso sigan creciendo para así poder restablecer la salud de la economía del país y así acrecentar de nuevos las oportunidades políticas de Alianza País para las próximas elecciones.
 
Esto determina que las posibilidades políticas de Alianza País puedan seguir siguen siendo buenas para las elecciones presidenciales y legislativas del año 2017 si no se sigue deteriorando los indicadores de crecimiento y de salud del presupuesto general del estado por el tema de los precios del petróleo.  Para lograr la candidatura presidencial por Alianza País se perfilan dos candidatos claros: Lenin Moreno, ex vicepresidente y Jorge Glass, actual vicepresidente del Ecuador. Mientras el primero es respaldado por sectores más claros de la izquierda en Alianza País con militancias izquierdistas anteriores al establecimiento de dicho partido, el segundo es respaldado por sectores menos claros ideológicamente y posiblemente más oportunistas dentro de dicho partido. Igualmente a Moreno le favorecen más las encuestas que a Glass frente a los candidatos de oposición.
 
En cambio las posibilidades para la derecha y la izquierda en la oposición son menos claras debido a varias razones. La derecha está dividida entre dos posibles candidatos como son el antes mencionado dueño del Banco de Guayaquil Guillermo Lasso. También la posible candidatura del Partido Social Cristiano (PSC) de Cynthia Viteri del mismo partido después de la negativa del alcalde de Guayaquil Jaime Nebot de optar por ser candidato presidencial por dicho partido. Por otro lado la izquierda padece de poca capacidad de aparecer en los medios masivos, tanto estatales como privados, así como de pocas posibilidades de expandir su voto más allá de los lugares con fuerte presencia de poblaciones indígenas y de incidencia electoral de partidos como Pachakutik o el ex MPD. Es así como en las últimas elecciones presidenciales, la confluencia electoral de dichos dos partidos de izquierda, en la candidatura del ex Alianza País Alberto Acosta, solo logró un 3,26% de votos.
 
De allí que se pueda sugerir que la única alternativa clara a una nueva presidencia de Alianza País solo es la de la derecha. Esto no significa poder descartar que una potenciada alianza de izquierdas pueda mejorar en cierto nivel el voto presidencial de izquierda con un candidato nuevo. Tampoco se debe dejar de tomar en cuenta lo que hagan los sectores de centro izquierda o centristas como el partido AVANZA, el partido Izquierda Democrática o el partido Centro Democrático. Sin embargo estos dos sectores, izquierda y centro/centro-izquierda, solo parecen tener posibilidades de inclinar la balanza hacia el correismo o hacia la derecha (por ejemplo en una segunda vuelta entre correismo y derecha) y no posibilidades de aspirar a crear una tercera alternativa por sí mismos.

Eduardo Enríquez Arévalo es estudiante del Doctorado en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Andina Simón Bolivar, Master en Sociología por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede Ecuador y Sociologo con mención en Ciencias Políticas por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.