Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
He leído u oído a un sinnúmero de analistas en las últimas semanas discutir sobre la guerra contra el Estado islámico (EI).
Sin lugar a dudas poner fin al EI es un paso en la dirección correcta. Pero si alguien tiene la ilusión de que la respuesta es derrotarlo militarmente, le sugiero que mire a Afganistán y Waziristán en Pakistán.
Después de más de una década de guerra y bombardeo, los talibanes «derrotados» se han expandido a Pakistán, en tanto que Al Qaeda echó brotes en Irak, Libia y ahora en Siria. El asesinato de Bin Laden nos trajo a Al Baghdadi, el autoproclamado califa musulmán.
Los poderes que ayudaron a los talibanes y a Al Qaeda a luchar contra los soviéticos y luego utilizaron las mentiras israelíes para destruir Irak, no están cualificados para acabarcon el EI.
En lugar de los ataques aéreos, la comunidad internacional debe considerar en primer lugar el secado de la ciénaga que permite que el EI siga floreciendo.
El EI es producto de la política regional y las invasiones extranjeras en combinación con los poderes de los Estados Unidos y las potencias occidentales en su descontrolado apoyo diplomático y financiero del «Estado judío» (EJ). El EI prospera gracias a la alcahuetería occidental del EJ como un Estado excepcional irreprochable que desafía las resoluciones de las Naciones Unidas con total impunidad.
Para la mayoría de las personas del mundo árabe y musulmán no hay diferencia entre una daga puesta al cuello de los occidentales inocentes por un miembro del EI o el cerebro de un bebé de seis meses de edad masacrado por los aviones de fabricación estadounidense y al servicio del EJ .
La masacre de inocentes perpetrada por el EJ, la dieta de hambre permanente impuesta a las mujeres y los niños de Gaza, el robo de las propiedades de los musulmanes y cristianos en la ciudad santa de Jerusalén y la confiscación de tierras en Cisjordania para beneficiar a las colonias «judías» son sólo líneas de vida para el EI.
El EI explota el enojo de los pueblos para reclutar hombres y mujeres jóvenes frustrados con el objetivo de establecer un Estado religioso utópico, lo mismo que han hecho los sionistas.
¿Cómo podría occidente aceptar el reclamo del EJ de un contrato especial con un dios para desplazar a los no judíos de sus hogares y negar al EI el derecho a reclamar lo mismo con su dios? El EI y el EJ son dos Estados que proclaman el monopolio de la verdad absoluta para justificar los actos más abominables en nombre de Dios.
El apoyo occidental al EJ mientras condena al EI debe entenderse desde la hipocresía, el racismo o ambos.
Mientras casi todo el mundo sabe de los crímenes del EI y la interpretación farisaica de la religión, los crímenes del EJ se esterilizan y muy pocos son expuestos a su monopolio pretencioso de Dios.
En el EJ el difunto rabino jefe Ovadi Yosef, fundador de un importante partido en Israel, proclamó una vez que el Dios de Israel creó a los no judíos con el único propósito de servir a «los hijos de Israel». Fue más allá en un sermón religioso en el que explicaba que los gentiles eran como «unos burros», viven para trabajar y arar para que el judío pueda «sentarse como un effendi«.
Acerca de matar a los palestinos, el rabino jefe de Israel, dijo: «Está prohibido ser misericordioso con ellos. Hay que lanzarles misiles y aniquilarlos. Son malos y condenables».
Explicando el huracán Katrina en los EE.UU., Yosef culpó del desastre ai insuficiente «estudio de la Torá» de los afroamericanos.
«Los negros están allí… (Dios dijo) vamos a traer un tsunami y ahogarlos».
Esta es la filosofía de una autoridad judía altamente condecorada en el EJ, estudioso del Talmud y líder espiritual del club cerrado de la raza elegida de los effendi.
Los eruditos musulmanes han unido sus fuerzas para condenar de manera inequívoca los actos del EI. Pero, ¿dónde están las voces judías y occidentales que condenan los excesos del EJ contra los palestinos cristianos y musulmanes?
Una guerra podría obligar al EI a retirarse, pero el concepto yihadistas crecerá mientras los EE.UU. sigan suministrando oxígeno para regenerar las bacterias que viven en un sumidero reabastecido por la doble moral de Occidente.
El EI y el EJ comparten la misma filosofía, la única diferencia es su punto de referencia.
Jamal Kanj (www.jamalkanj.com) escribe una columna regularmente en un periódico y publica en varios sitios web sobre temas del mundo árabe. Es el autor de «Children of Catastrophe,» Journey from a Palestinian Refugee Camp to America. Una versión de este artículo fue publicada por primera vez por el periódico Gulf Daily News.
Fuente: http://www.palestinechronicle.com/islamic-state-vs-jewish-state/#.VDx-4bCG-vt