Mientras los militares hablaban, una melodía para piano sonaba en la radio; la misma que salía del hilo musical del local, donde jugaban a las cartas unos trabajadores en paro. Suboficial: – Mi general, la resistencia en Venezuela es mayor de la esperada. ¡Ordene! General:- ¡Apliquen el manual!…Aumenten los medios, a los medios de comunicación; […]
Mientras los militares hablaban, una melodía para piano sonaba en la radio; la misma que salía del hilo musical del local, donde jugaban a las cartas unos trabajadores en paro.
Suboficial: – Mi general, la resistencia en Venezuela es mayor de la esperada. ¡Ordene!
General:- ¡Apliquen el manual!…Aumenten los medios, a los medios de comunicación; a los nacionales y a los internacionales… Que preparen las condiciones para una resolución de la ONU… Suban la paga a los mercenarios. ¡Que esté lista nuestra flota!
El trabajador uno se dirige a Tonichi: – van a abrir una macrofábrica de Drones en Huelva, ¿tú crees que harán falta ingenieros informáticos?
Tonichi.-Tal vez, no sé; pero seguro que en Rota van a necesitar camareros con la ampliación de la Base Naval al incorporarle el Escudo Antimisiles.
De nuevo el suboficial se dirige al superior: -Mi general, la resistencia en Siria es mayor de lo esperada. ¡Ordene!
General:-¡Que utilicen el manual!… Rusia y China han detenido nuestro avance; intervengan en su zona de influencia. Presionen a los rusos por Ucrania y Bielorusia, y a China por Corea del Norte. Engrasen a la ONU. ¡Que preparen el manual!
Los obreros continuaban su charla.
Trabajador dos: -En las oficinas de empleo dicen que las grandes empresas piden operarios para la reconstrucción de Libia.
Trabajador tres: -En Astilleros han entrado tres pedidos de fragatas para el Mar de China y hacen falta soldadores. ¿Y si nos reciclamos?
Para la música, y de nuevo, entra el militar a hablar con el superior.
Suboficial: -Mi general, la UE ha entrado en alerta amarilla. La presión sobre la población para obtener recursos y destinarlos a las contiendas en marcha, está creando fricciones internas y se prevén revueltas y rebeliones, fundamentalmente el los países del Sur de Europa. ¡Ordene!
General: – ¡Tengan previsto el manual!… Que vayan preparando a las mujeres y hombres de acero para entrar en acción; que los intelectuales en nómina intensifiquen su trabajo; que aumenten la soldada a las guardias pretorianas; que los gobiernos legislen para tiempos de garrote. ¡Todo el mundo firme y esperando ordenes! En tiempos de guerra la retaguardia es el flanco más débil.
Se reanuda la melodía y continúan hablando los trabajadores.
Trabajador emprendedor: -¿Y si montamos una fábrica de enseres militares? Es un sector en auge, un nicho de empleo. Podríamos fabricar desde botas de campaña, hasta ataúdes de caucho. El gobierno dará subvenciones, seguro.
Tonichi: -¡Y por qué no terminamos con las guerras y de camino mandamos al Imperio al carajo!
Trabajador emprendedor: – Bueno… seguid repartiendo cartas. Continúa la partida.
Mientras en la radio sonaba de nuevo Estudio Revolucionario, de Chopin, dejaban de estallar las bombas en la retaguardia, se constituían los Tribunales Ciudadanos para juzgar a los colaboradores del Imperio por crímenes contra la Humanidad, y l@s niñ@s volvían a jugar a la pelota.
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