México DF.- En entrevista con Clarín.cl Fernando Bossi (1957) hace extensiva la invitación para crear coordinaciones regionales y entre los países que respaldan la candidatura de Evo Morales al Premio Nobel de la Paz 2010: «La idea surgió antes que Evo llegara a la presidencia de Bolivia y fue desde el movimiento campesino indígena, pero […]
México DF.- En entrevista con Clarín.cl Fernando Bossi (1957) hace extensiva la invitación para crear coordinaciones regionales y entre los países que respaldan la candidatura de Evo Morales al Premio Nobel de la Paz 2010: «La idea surgió antes que Evo llegara a la presidencia de Bolivia y fue desde el movimiento campesino indígena, pero recién se pudo materializar, en 2007, cuando Adolfo Pérez Esquivel presentó oficialmente la candidatura. Este año nuevamente Pérez Esquivel solicitó al Comité Noruego la postulación de Evo». El website de la campaña es www.evonobel.org
Periodista argentino, director de la revista Cuadernos para la Emancipación -editada por la Fundación Emancipación que preside- Fernando Bossi opina: «Si Evo Morales recibe el Premio Nobel de la Paz, durante el Bicentenario, será un reconocimiento a 500 años de resistencia del pueblo indígena de nuestra América; y eso sí lo podríamos celebrar. Los pueblos fueron quienes iniciaron la gesta anticolonialista, los indios en los Andes, los mestizos en la Nueva Granada y Venezuela, los negros esclavos en Haití. Luego se sumaron los zambos llaneros con Bolívar; los gauchos con San Martín, Guemes y Artigas; los indios y mestizos con Morelos e Hidalgo. Lamentablemente sólo se alcanzó una independencia ficticia».
MC.- ¿Quién lanzó la iniciativa del Nobel de la Paz para el Presidente Evo Morales?
FB.- Sin duda que los movimientos sociales. La idea surgió antes que Evo llegara a la presidencia de Bolivia y fue desde el movimiento campesino indígena, pero recién se pudo materializar, en el 2007, cuando Adolfo Pérez Esquivel presentó oficialmente la candidatura. Este año, nuevamente el Premio Nobel de la Paz argentino solicitó al Comité Noruego la postulación de Evo.
MC.- ¿Qué representa Evo en lo político y en la cosmogonía indígena?
FB.- Hoy Evo Morales, por su trayectoria y trabajo concreto, se ha constituido en el representante más genuino del movimiento indígena de América. Nadie ignora que llegó a la presidencia de Bolivia a través de su lucha, de mucho sacrificio y sorteando un férreo muro impuesto por una clase dirigente racista, excluyente y oligárquica. Nada ha sido fácil para Evo: extrema pobreza en su infancia, discriminación y rudos trabajos en su adolescencia, cárcel, persecución y tortura en su juventud. Ahora, ante esas adversidades nunca capituló en sus ideales, en sus sueños, en su rebeldía ante la injusticia. Evo es un ejemplo de constancia y compromiso con los más humildes.
Evo es indígena, vive y siente como indígena, está orgulloso de serlo. En un país como Bolivia, donde los pueblos originarios habían sido históricamente sometidos a los más atroces vejámenes, Evo emergió como un representante auténtico de esas masas populares sometidas, les dio organización, espíritu de lucha y fundamentalmente autoestima. Los principios ancestrales de los indígenas quechuas y aymaras se sostienen en el «no robarás, no mentirás, no serás flojo» y eso lo lleva a la práctica Evo cotidianamente. El «vivir bien», sin explotar a nadie, sin atropellar al otro, es parte de la cosmovisión indígena, como asimismo el respeto a la vida, a la naturaleza, a la Madre Tierra. Esos valores los aprendió Evo desde la cuna y nunca se ha desprendido de ellos.
MC.- ¿Por qué decides coordinar esta campaña internacional?
FB.- Simplemente porque alguien tiene que hacerlo. Ojalá se sumaran -y aquí los estoy invitando a todos y todas- a crear cientos de coordinaciones en los diferentes países y regiones. Esta coordinación, que estoy humildemente llevando a cabo, pretende que se sienta en la opinión pública el clamor, el respaldo que Evo tiene para ser nombrado Premio Nobel de la Paz.
MC.- ¿En verdad funcionan las adhesiones vía correo electrónico para llamar la atención entre los jurados del Instituto Nobel?
FB.- No, el jurado noruego no se deja influenciar por ello. Las adhesiones sirven para impactar en la opinión pública, para generar corrientes de simpatía, para mostrar al mundo lo justo de la propuesta. Creo que eso es importante, porque mientras más personas y movimientos se pronuncien a favor de Evo es como que se va ganando el Premio Nobel moralmente. Y eso no es poco. Fíjate que el Premio Nobel de la Paz, pese a que fue candidato en cinco oportunidades, a Mahatma Gandhi nunca se lo dieron. ¿Pero alguien puede dudar hoy que moralmente no fue un artífice de la paz en el planeta? Ojalá a Evo sí se lo den, pero eso requerirá del buen juicio de los jurados y -también- de lo que podamos hacer cada uno de nosotros.
MC.- ¿Dónde pueden enviar los ciudadanos de Latinoamérica su respaldo a Evo?, ¿habilitaron un website?
FB.- Hemos abierto una dirección de email: [email protected] y pueden consultar toda la información de la campaña en la página web www.evonobel.org
MC.- ¿Qué estrategia comunicacional utilizarán para potencializar la voz de esta iniciativa?
FB.- En principio, porque esta es una campaña donde no hay recursos económicos, se hace primordialmente aprovechando Internet. Conjuntamente invitamos a los movimientos populares y a personalidades a pronunciarse públicamente, a adherirse, a realizar actos, conferencias, jornadas… en fin, queda librado a la iniciativa de cada uno. Un poco nos basamos en el «boca a boca» apelando al buen sentido de la gente. Esta es una campaña que se reproduce potencialmente, más gracias a lo justo de la propuesta que a la técnica comunicacional. ¿Cuánto costaría una campaña mundial de esta envergadura si la manejara una de esas empresas especializadas en estas tareas? Seguramente una fortuna. Y gastar en eso dinero estoy seguro que Evo lo rechazaría, porque con ese dinero se podrían cubrir necesidades que hoy tienen los pueblos de Bolivia y otras regiones.
MC.- El belicista Barack Obama obtuvo el Nobel en 2009, veredicto paradójico como cuando a Henry Kissinger lo premiaron en 1973; ¿resulta necesario dignificar la edición 2010 del Nobel de la Paz?
FB.- No nos olvidemos de que el Nobel de la Paz también lo recibieron personas como Martin Luther King, Nelson Mandela, Adolfo Pérez Esquivel, Desmond Mpilo Tutu, Rigoberta Menchú… El premio tiene sus luces y sus sombras, pero nadie puede negar que tiene trascendencia. Claro que no comparto -en absoluto- que esos señores que señalas se merecieran la distinción; pero estoy seguro que si Evo obtiene el galardón será para bien de los pueblos, empezando por los pueblos originarios.
MC.- Si el Premio Nobel, incluido el de Literatura, se inserta en la discusión geopolítica, ¿Evo sería el candidato del ALBA?
FB.- No creo que sea esa una forma adecuada de plantearlo, aunque la candidatura de Evo fue avalada por Fidel Castro a través de un escrito en sus «Reflexiones» y el Presidente Hugo Chávez lo planteó en un encuentro con organizaciones sociales en Copenhague. Pienso que trasciende al ALBA la candidatura de Evo. Más bien considero que esa candidatura representa el sentir de los pueblos indígenas de la Madre Tierra en una primera instancia, de los pobres del planeta también, asimismo de todos los hombres y mujeres que creen en una vida mejor, en una convivencia más sana, en un desarrollo en armonía con la naturaleza, en paz y sin tanto egoísmo.
MC.- ¿Circulará la propuesta del Nobel en el lobby de la Cumbre Mundial de los pueblos sobre el Cambio Climático?, ¿la defensa que hace Evo de nuestra Madre Tierra es su mayor carta de presentación para el Nobel de la Paz?
FB.- Claro, sin duda. Pero eso lo decidirán los movimientos sociales y quienes participen en la importantísima cumbre a celebrarse entre el 19 y 22 de abril, en Bolivia.
MC.- Finalmente, ¿qué significado tendría en el Bicentenario de Latinoamérica el Nobel de la Paz para Evo Morales?, ¿por fin tendríamos algo nuestro para celebrar en 2010?
FB.- El Bicentenario es un período que puede ser importante para los latinoamericanos y caribeños. Todo depende de la lectura que hagamos de él. En mi caso estoy convencido de que la época bicentenaria comenzó en 1980 más o menos, cuando se cumplieron los 200 años del levantamiento de Tupac Amaru y Tupac Catari, la insurrección de los Comuneros del Socorro y la lucha antiesclavista e independentista de Haití. Ahí comenzó, desde mi punto de vista, aquella primera ofensiva anticolonialista, que derivó más tarde en los sucesos que ahora estamos conmemorando. Si lo vemos así, podríamos aprovechar el Bicentenario para hacer una profunda reflexión sobre el destino de nuestra América y sobre el presente que estamos viviendo. Pero si la celebración queda restringida a un mero «saludo a la bandera», pasará sin pena ni gloria.
Los pueblos fueron quienes iniciaron la gesta anticolonialista, los indios en los Andes, los mestizos en la Nueva Granada y Venezuela, los negros esclavos en Haití. Luego se sumaron los zambos llaneros con Bolívar; los gauchos con San Martín, Guemes y Artigas; los indios y mestizos con Morelos e Hidalgo. Lamentablemente esta ofensiva fue contenida, fue derrotada. Sólo se alcanzó una independencia ficticia que arrastraba otras cadenas -tal vez- más poderosas. Las oligarquías nativas impusieron sus proyectos y aliadas a otras potencias sometiendo a sus pueblos a ser nuevamente esclavos. Pero esto es un tema que merece un análisis más meticuloso. Lo que sí creo oportuno señalar es que si le otorgan el Premio Nobel de la Paz, en este Bicentenario a Evo Morales, será también un reconocimiento a 500 años de lucha y resistencia del pueblo indígena de nuestra América. Y eso sí lo podríamos celebrar.
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