El 27 de agosto en su sede de la ciudad de Quito, la CONAIE sacó las resoluciones frente al levantamiento, al paro y la marcha, en donde se califica a la jornada como exitosa, y en base a este planteamiento se ratifica la plataforma de lucha hasta lograr los objetivos. ¿Fue en realidad exitosa la […]
El 27 de agosto en su sede de la ciudad de Quito, la CONAIE sacó las resoluciones frente al levantamiento, al paro y la marcha, en donde se califica a la jornada como exitosa, y en base a este planteamiento se ratifica la plataforma de lucha hasta lograr los objetivos. ¿Fue en realidad exitosa la marcha? Todo dependerá desde que ángulo se planteen las lecturas. Políticamente no, ni existieron las condiciones políticas para el mentado éxito ni el pueblo en su conjunto se manifestó en apoyo. No se paralizó el aparato productivo, ni servicios básicos, ni el movimiento indígena inundó la capital. El 13 de agosto hubo una manifestación enorme de clases medias en horas de la tarde, planteando la salida a de Correa, que terminó con actos de vandálicos dirigidos por el PCMLE.
La violencia desmesurada del 13 de agosto fue un error táctico importante al momento de aglutinar las masas de la clase medias para continuar con una agenda de movilizaciones, el viernes 14 de agosto la marcha fue escasa y para el fin de semana se diluyó, mostrando la verdadera fuerza del sector y su fracaso político.
Sin embargo importantes bases Achuar, Shuar y Salasaka llegaron a niveles de confrontación intensos con la fuerza pública, sosteniendo reivindicaciones justas que deben ser procesadas por los canales correspondientes, revelando un manejo inconsistente de la política pública con la realidad del sector.
¿Entonces, en dónde radica entonces el éxito? Esta jornada fue exitosa mediáticamente, fue un golpe comunicacional. Toda la prensa privada cubrió extensamente los hechos y en el incidente de Manuela Picq fueron particularmente solidarios.
Por ende no establece una agenda política sino mediática. Plantean continuar con el levantamiento de forma indefinida hasta lograr los objetivos de la plataforma y libertad a todos los presos haciendo una campaña internacional de denuncia en los organismos de derechos humanos.
Es una campaña de imagen y allí está su éxito, en que internacionalmente los medios exageran deliberadamente los eventos, y crean un clima adverso en la imagen internacional del gobierno. Habrá que preguntarse, en este nuevo escenario, ¿quién se beneficia políticamente?, y aún más importante: ¿Quiénes les están financiando?
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