En todo el mundo, una parte importante de las clases populares se ve obligada a pedir préstamos a tipos de interés usurarios para hacer frente a los gastos básicos relacionados con la vida cotidiana y el trabajo. El fenómeno se agrava debido a la disminución de los ingresos de los sectores más empobrecidos y explotados de las clases populares. Esto afecta a cientos de millones de personas, probablemente varios miles de millones.
Durante varias misiones realizadas para el CADTM en los últimos años, he podido constatar esto en numerosas ocasiones y, junto con otros miembros del CADTM, lo he relatado en varios artículos dedicados al microcrédito en Sri Lanka o Kenia.