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Exigen impuestos especiales a los multimillonarios

Foro de los ricos frente a la protesta ciudadana

Fuentes: Rebelión [Imagen: protesta de militantes ambientalistas contra la 55 edición de Davos. Foto Greenpeace]

El Foro Económico de Davos se inauguró el lunes 20 de enero casi en paralelo a la asunción en Washington de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. Los 6.700 kilómetros que separan la capital norteamericana de esa ciudad suiza marcaron, también, distancias conceptuales de fondo entre el proyecto proteccionista del nuevo presidente estadounidense –expuesto en su discurso inaugural en la Casa Blanca– y la apuesta todavía vigente del Foro de Davos a favor del libre mercado y la globalización.

A pesar de la distancia kilométrica y los matices que diferencian ambas visiones –matices de un modelo hegemónico que comparten–, Trump fue una de las referencias de esta edición del Foro. El jueves 23 se convirtió en la gran estrella del cónclave con un discurso vía digital en el que reiteró las grandes líneas de su pensamiento hegemonista de “América primero” ya anticipado en su campaña electoral y en el acto de asunción. Reiteró su decisión de imponer nuevos y mayores aranceles para los productos importados que entren en Estados Unidos e invitó a las empresas no estadounidenses a instalarse para producir allí.

Davos 2025

Esta 55ª edición del Foro Económico (conocido como WEF, por sus siglas en inglés), realizado entre el 20 y el 24 de enero, reunió a más de 2.500 representantes de sectores económicos, políticos, científicos y culturales de 130 países. Además de una sesentena de jefes de Estado y de Gobierno (https://www.weforum.org/meetings/world-economic-forum-annual-meeting-2025/).

La presencia política de América Latina fue relativamente escasa. En diversos debates o con discursos públicos a nivel presidencial figuraron el argentino Javier Milei; su colega Dina Boluarte, de Perú, y José Raúl Mulino, de Panamá. También Ilan Goldfajn, responsable del Banco Interamericano de Desarrollo, así como ministros de otros países, entre otros: Maisa Rojas Corradi y Alberto van Klaveren, de Chile; Alicia Bárcena y Marcelo Ebrard, de México, y Víctor Bisonó Haza, de República Dominicana (https://es.weforum.org/stories/2025/01/la-agenda-de-america-latina-en-davos-2025-asi-sera-la-participacion-de-la-region-en-la-cumbre/).

De Europa participaron Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; el canciller alemán Olaf Scholz y su par español, Pedro Sánchez; Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo y los primeros ministros de Bélgica, Irlanda, Países Bajos y Suecia, junto con los presidentes de Polonia, Serbia y Ucrania. 

Inteligencia artificial

“Colaboración para la era inteligente”, fue el tema central de Davos. Según  Klaus Schwab, director del evento, “las tecnologías convergentes están transformando rápidamente el mundo, empujándonos hacia un punto de inflexión” y marcando “una era que va mucho más allá de la tecnología …. se trata de una revolución social, que tiene el poder de elevar a la humanidad, o incluso fracturarla”.

De ahí las grandes preguntas que flotaron en dicho evento: ¿Cómo asegurar la colaboración en una era de tecnologías convergentes e hiperinteligencia? ¿Cómo evitar la fragmentación y construir un futuro más inteligente? ¿Cómo la innovación puede hacer frente a ciertas crisis, como la del cambio climático y la derivada del mal uso de la tecnología? ¿La acción colectiva y el liderazgo responsable fomentarán la igualdad, la sostenibilidad y la colaboración, o profundizarán las divisiones existentes?

En ese contexto, las conferencias, los paneles y los debates se centraron en cinco áreas temáticas: Reimaginar el crecimiento con la perspectiva de construir economías más fuertes y resilientes; Las industrias en la era inteligente, es decir, la forma en que los líderes empresariales capitalistas pueden lograr un equilibrio entre los objetivos a corto plazo y los imperativos a largo plazo en la transformación de sus industrias; Invertir en la gente, lo cual implica tomar en cuenta los cambios geoeconómicos, la transición ecológica y los avances tecnológicos. Factores todos que afectan desde el empleo hasta la distribución de la riqueza, pasando por la atención médica, la educación y los servicios públicos. Y que genera un interrogante adicional: ¿Cómo pueden los sectores público y privado invertir en el desarrollo del capital humano y en empleos de calidad que contribuyan al desarrollo de una sociedad moderna y resiliente? Los otros dos bloques temáticos fueron Salvaguardar el planeta y Reconstruir la confianza. Todo esto, según Davos, “en un mundo cada vez más complejo y cambiante, [donde] las divisiones sociales se han profundizado, la geopolítica es multipolar y las políticas están virando hacia el proteccionismo, lo que obstaculiza tanto el comercio como la inversión”. (https://www.weforum.org/stories/2024/12/davos-2025-whos-coming-and-what-to-expect//).

Protestas, a pesar de la militarización

Como ocurre cada año en esta fecha, la ciudad alpina de Davos, a 1.560 sobre el nivel del mar y, por ello, la que a mayor altura se encuentra en Europa, se transformó en una verdadera fortaleza amurallada. Sus organizadores destinaron unos 10 millones de dólares para la seguridad, cantidad que no incluye el costo adicional de la gran movilización de más de 4.000 efectivos del ejército para reforzar el esquema defensivo, incluido el control especial del espacio aéreo durante toda la semana. Gastos formidables pagados directamente del presupuesto militar anual de la Confederación, como en años anteriores (unos 26 millones de dólares en 2023 y casi 30 millones en 2024), con cifras similares para el Foro 2025.

Este aparatoso esquema de seguridad no logró impedir, sin embargo, protestas ciudadanas en diversos lugares de Suiza a partir del fin de semana previo al inicio del Foro. El sábado 18 de enero, una manifestación de varios centenares, en su mayoría jóvenes, recorrieron las calles de la capital, Berna, para protestar contra el encuentro de Davos. Usando como consigna el concepto deportivo Smash WEF (Remate Contra el Foro) se pronunciaron por “Acabar con el juego de los poderosos, y lograr una vida digna para todos”. Los manifestantes argumentaron que dicho cónclave “es un símbolo del capitalismo y de la crisis climática, las guerras, las crisis económicas, la discriminación y la opresión” y que, paradójicamente, en Davos “los participantes [del Foro] discuten sobre las crisis que ellos mismos han provocado”.

Un día después, unos 300 manifestantes llegaron a las puertas mismas de ese famoso destino turístico en los Alpes para exigir el fin del Foro Económico Mundial. Las consignas de los carteles contra los protagonistas del evento fueron contundentes: “¡Cállate y paga impuestos!”, “¡Ataquen, ataquen, el Foro es una m….!”, y “¡Graven a los ricos!”, entre muchas otras de esa misma índole.

En el marco de protesta “anti-Davos”, el miércoles 22 se anunció la constitución de una nueva Alianza de Organizaciones de la Sociedad Civil con el nombre de #TaxTheSuperRich for people and planet (Cóbrenles impuestos a los super ricos para ayudar a la gente y al planeta). En una declaración conjunta, las ONG Greenpeace, Oxfam, la Confederación Sindical Mundial y otras organizaciones igualmente activas en la protección del medio ambiente y los derechos humanos, exigieron que tanto los individuos como las empresas más ricas del planeta paguen impuestos para ponerle limites a la riqueza extrema y reforzar la cooperación internacional en vista de una fiscalidad más justa (https://taxthesuperrich.world/about/).

Momentos antes de anunciar esta nueva alianza ciudadana, militantes ambientalistas de Greenpeace confiscaron simbólicamente varios jets privados en el Aeropuerto Engadina de Samedan, a menos de 70 kilómetros de Davos, donde arribó buena parte de los magnates y las personalidades que participaron en el WEF. Días antes, los activistas habían ocupado el helipuerto de Davos para exigir “un impuesto justo a los más ricos con el fin de financiar la protección del medio ambiente e invertir en un futuro justo y sostenible para la humanidad”. Y el lunes de la inauguración del Foro, otros militantes pintaron de verde el pabellón de Amazon en la calle principal de la ciudad anfitriona.

Todas estas protestas tuvieron argumentos estadísticos, como lo evidencia un informe circulado el mismo día de la apertura del Foro. Solamente en 2024, la riqueza de los milmillonarios aumentó 2 billones de dólares, lo que equivale a unos 5.700 millones de dólares al día, y a un ritmo tres veces más rápido que el del año precedente. Dicho de otra manera, cada semana surgió un promedio de casi cuatro nuevos multimillonarios. Mientras tanto, el número de personas que viven en la pobreza apenas se ha modificado desde 1990. Según Takers, Not Makers (Fruto del saqueo, no del esfuerzo), el informe que acaba de publicar Oxfam Internacional la tercera semana de enero, el número de milmillonarios en el mundo pasó de 2.565, en 2023, a 2.769 en 2024. Su riqueza aumentó ese mismo periodo de 13 billones de dólares a 15 billones. Según Oxfam, “el segundo mayor aumento anual en la riqueza de los multimillonarios desde que existen registros”. Por su parte, la riqueza de los diez individuos más ricos del mundo creció un promedio de casi 100 millones de dólares por día.

La paradoja impera, la sorpresa es ilimitada: incluso si estos multimillonarios perdieran el 99 por ciento de su riqueza de la noche a la mañana, seguirían siendo multimillonarios. Cuando lo ilógico se hace sistema, hasta los pacíficos Alpes llaman a la protesta.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.