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Francia homenajea a Truffaut en el 20 aniversario de su muerte

Fuentes: Prensa Látina

El finado cineasta francés Francois Truffaut, uno de los padres del controvertido movimiento cinematográfico «la nueva ola» (nouvelle vague), es objeto de tributo en su patria a 20 años de su prematuro deceso por cáncer. Calificado por el septuagenario actor Jean Paul Belmondo a Prensa Latina como «hombre muy bueno y tímido», Truffaut revive hoy […]

El finado cineasta francés Francois Truffaut, uno de los padres del controvertido movimiento cinematográfico «la nueva ola» (nouvelle vague), es objeto de tributo en su patria a 20 años de su prematuro deceso por cáncer.

Calificado por el septuagenario actor Jean Paul Belmondo a Prensa Latina como «hombre muy bueno y tímido», Truffaut revive hoy en el país galo mediante exposiciones, libros y retrospectivas consagrados a su memoria.

El autor del emblemático filme Los 400 golpes, falleció el 21 de octubre de 1984 a los 52 años por un tumor cerebral, cuando su carrera había alcanzado una plenitud que despuntó desde su primer filme.

Como parte de las remembranzas, la televisión repondrá sus películas y 12 de sus más famosos filmes saldrán a la venta en formato DVD, mientras que la totalidad de su obra será presentada en el festival de cine Premiers Plans d»Angers, el próximo mes de enero.

Haciendo historia, Truffaut, junto a Jean Luc Goddard, Eric Rohmer y Claude Chabrol formaron el grupo de jóvenes críticos que escribían para la revista Cahiers Du Cinema a mediados de la década de 1950, bajo la égida del experto Andre Bazin.

Como periodistas estos hombres enaltecieron a Alfred Hichtcock, Otto Preminger, Bud Boetticher y el cine negro norteamericano, pero lanzaron cuestionables ataques a figuras cimeras como John Huston, Jean Duvivier y Rene Clement.

Francois Truffaut sentía tal pasión por Preminger que nombró Laura a su hija por el impacto que le causó el filme homónimo hollywodense del realizador de origen austríaco, protagonizado por Gene Tierney.

De la crítica aquellos jóvenes saltaron a la filmación y con Los 400 golpes, El bello Sergio y Al final de la escapada, dieron un giro a la historia de la cinematografía francesa.

Las innovaciones de estos cineastas fueron la utilización de escenarios naturales, la cámara en mano y sobre todo el hecho de prescindir de las divas y estrellas.

La nouvelle vague concluyó como el neorrealismo, bajo el peso de las exigencias del mercado porque las películas salidas de su fragua creativa no fueron taquilleras.

Veinte años después de su muerte, la obra del más famoso de los directores del «nuevo cine francés» sigue influyendo en la cinematografía actual, como han reiterado en varias ocasiones Woody Allen y Steven Spielberg, dos de sus mayores admiradores.