En el marco del Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad [celebrado en la ciudad de Buenos Aires], los intelectuales Gianni Vattimo, Leonardo Boff, Horacio González y Marcelo Sánchez debatieron sobre la actualidad de las «Tradiciones emancipatorias». «Voy a hablar con toda la conciencia de escandalizar un poco, pero no muchísimo.» Así, con esa […]
En el marco del Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad [celebrado en la ciudad de Buenos Aires], los intelectuales Gianni Vattimo, Leonardo Boff, Horacio González y Marcelo Sánchez debatieron sobre la actualidad de las «Tradiciones emancipatorias».
«Voy a hablar con toda la conciencia de escandalizar un poco, pero no muchísimo.» Así, con esa frase, arrancó el siempre provocador Gianni Vattimo su conferencia en el Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación. Ante un Teatro Cervantes lleno, el profesor italiano presentó una idea que él mismo consideró polémica, pero también factible y que tiene en su centro al papa Francisco. «Así como en su momento hubo una Comintern, una Internacional Comunista, ¿por qué no podemos pensar en una ‘Papaintern’? No es tan inverosímil pensar en esto», aseguró Vattimo, que ubicó al argentino Jorge Mario Bergoglio como «la única figura que puede constituir el eje alrededor del cual se conectan las fuerzas que luchan contra la deshumanización» del capitalismo salvaje.
Tiempo Argentino relató que con la moderación del profesor Jorge Alemán, Vattimo participó en el foro junto con otros intelectuales de peso: el teólogo y escritor brasileño Leonardo Boff; el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González; y el canciller de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales de El Vaticano, el argentino Marcelo Sánchez Sorondo. Todos convocados para debatir sobre un tema puntual: la actualidad de las «Tradiciones Emancipatorias», con constantes referencias a la figura de Francisco, al rol que debe cumplir la Iglesia Católica y sus relaciones con la política.
Retomando ideas de los procesos que atraviesan países como Argentina y Venezuela, Vattimo llamó a trazar una «política independiente» frente al «sistema dominante» centrado en los «organismos financieros, en los que imponen las reglas económicas». En resumen: una mirada distinta ante «los que explican que Argentina tiene que tomar en serio a los fondos buitre».
En ese sentido, el profesor italiano habló sobre la necesidad de presentar una «alternativa que no tenga un sueño utópico de revolución violenta», sino «cultural y religiosa», que «escuche a los pobres» y se ponga al frente de un «movimiento opuesto a la deshumanización del mundo». Una alternativa cuyo centro sería Francisco y que sólo sería viable, según Vattimo, si la «religión funciona como factor de emancipación» renunciando a su «tradicional función conservadora».
Luego fue el turno de Sánchez Sorondo, quien habló sobre las denuncias del Papa en relación con los aspectos más brutales del capitalismo, como la explotación juvenil y la prostitución. «Creo -aseguró el religioso- que es verdad lo que dice el profesor Vattimo, en este caso no por ser Papa, sino por ser Francisco. Es el símbolo de volver al centro del Evangelio. Por eso Bergoglio considera que la Iglesia tiene que salirse de la autorreferencia e ir por las periferias del mundo». Boff tomó la posta y, aunque dedicó buena parte de su ponencia a la figura de Francisco, también se refirió a la delicada situación política brasileña. En particular, a los ataques que recibe el gobierno de Dilma Rousseff, en jaque por las diversas denuncias de corrupción. «Las derechas nacionales no aceptan el movimiento nuevo que viene desde abajo y que ha transformado nuestras sociedades. Hay mucha odio, mucha rabia. Se ve en los periódicos, en las redes sociales, odio contra el PT. Pero no es solo odio contra un partido, es odio contra los proyectos sociales que han permitido que un país entero fuera incluido en una sociedad», aseguró el teólogo, quien también se refirió a la necesidad de cuidar el medio ambiente y, tras un grito contra las multinacionales del agronegocio que llegó desde el público, sentenció: «Sí, fuera Monsanto y fuera Cargill.»
Sobre el final de la conferencia llegó el turno de Horacio González, que con sorna hizo referencia a su carácter laico. «Nunca estuve tan en minoría. Debo confesarme laico. Bueno, eso también es una confesión», dijo, y despertó la risa de sus colegas, todos cristianos. El director de la Biblioteca Nacional remarcó que la «figura papal llama tanto la atención porque está disputando constantemente con la globalización. Se habla de trabajo esclavo, de prostitución, de la guerra. Por eso los laicos no somos indiferentes a esta cuestión», concluyó.