Agresiones físicas, uso de agua helada, dopaje y otros tipos de tortura y violaciones de derechos humanos son parte de un «tratamiento» clandestino para «desintoxicar y curar» a personas homosexuales en Ecuador. La existencia de una red de estos centros de rehabilitación fue confirmada el miércoles (24) por la Ministra de Salud del país, Carina […]
Agresiones físicas, uso de agua helada, dopaje y otros tipos de tortura y violaciones de derechos humanos son parte de un «tratamiento» clandestino para «desintoxicar y curar» a personas homosexuales en Ecuador. La existencia de una red de estos centros de rehabilitación fue confirmada el miércoles (24) por la Ministra de Salud del país, Carina Vance.
Una serie de denuncias indicó al gobierno la existencia de 18 centros, de los cuales 15 practican estas agresiones y tres presentaron malas condiciones sanitarias. En virtud de esto, hace cerca de ocho meses, se creó una Comisión Nacional Interinstitucional encargada de detectar las clínicas clandestinas que confirmó la violación a los «pacientes». Según las informaciones de la ministra, los centros están «ubicados en las provincias Tungurahua, Guayas, Manabí, Azuay, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas y Cotopaxi», y la situación es «absolutamente crítica».
En 2012, el país concedió autorización a 123 centros de rehabilitación para drogadictos, sin embargo, entre 70 y 80 clínicas operaban en forma ilegal y lucraban con la internación forzada de personas. De acuerdo con el viceministro de Salud, Miguel Malo, los casos no son aislados y señalan la existencia de una mafia operando en la red de clínicas clandestinas que «estaban totalmente fuera de control y regulación».
Según las denuncias, dos personas murieron como consecuencia de esos «tratamientos» el año pasado, en Machla (provincia del Oro) y en Guayaquil (provincia de Guayas). Para revertir esta situación, el gobierno anunció un plan de inversión para diez años que prevé la construcción de 950 centros de atención integral con servicios de salud mental en todo el territorio nacional.
Hace por lo menos 13 años que colectivos gays de Ecuador denuncian la existencia de estos centros clandestinos. Hasta 1997, la homosexualidad era considerada delito en el país, y el Código Penal establecía penas de cuatro a ocho años de prisión.
Mientras el gobierno ecuatoriano intenta combatir los «tratamientos» ilegales y violadores de derechos de personas homosexuales, bisexuales y transgéneros, en Brasil, la Comisión de Derechos Humanos y Minorías de la Cámara de Diputados Federal intenta aprobar el Proyecto de Ley 234/11 también conocido como Proyecto de «Curación Gay». La intención fue fuertemente rechazada por la población, pero todavía es defendida por el sector conservador.
Fuente: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1&lang=ES&cod=76616
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]