Los disturbios de los pobres y desposeídos se han extendido a través de Gran Bretaña todo esta semana. A la policía le ha costado acabar con un levantamiento en contra de la pobreza y su brutalidad racista. Los disturbios revelan las tensiones sociales profundamente arraigadas en el corazón de la Gran Bretaña conservadora. Las calles […]
Los disturbios de los pobres y desposeídos se han extendido a través de Gran Bretaña todo esta semana. A la policía le ha costado acabar con un levantamiento en contra de la pobreza y su brutalidad racista. Los disturbios revelan las tensiones sociales profundamente arraigadas en el corazón de la Gran Bretaña conservadora.
Las calles no eran ya de la policía sino que pertenecían a los colectivos enfadados y desencantados y a los pobres. Un joven afrocaribeño que señalaba a la policía comentó a Socialist Worker: «se supone que estas personas deben protegernos a nosotros, pero cuando me los encuentro por la noche corro hacia el lado contrario ¿Cómo puede cualquiera de nosotros sentirse seguro cuando están disparando a la gente?».
La chispa que ha encendido el fuego fue el asesinato a tiros de Mark Duggan por la policía en Tottenham el jueves de la semana pasada. El sábado por la noche se realizó una marcha pacifica como vigilia hacia la comisaría de policía. La gente estaba furiosa ya que la policía no se había puesto en contacto con nadie, ni con los padres del muerto.
Vencido
Más tarde, en un callejón sin salida, una joven de 16 años de edad, fue golpeada por una serie de agentes de la policía. Fue entonces cuando comenzaron los disturbios. Un residente de Tottenham dijo: «La policía debe dejar de disparar primero y preguntar después. Esta no es la primera vez que algo así ha sucedido. Están Cynthia Jarrett en 1980 y Jean Charles de Menezes, ahora este chico. Si esos hechos no hubiesen sucedido, entonces esta calle principal no estaría destruida como ahora. Estos edificios se pueden reconstruir, la vida de ese hombre se ha ido y no volverá».
Luego, el domingo por la noche en Enfield, Brixton y Chingford Mount en Waltham Forest también se levantaron. La noche siguiente las batallas continuaron durante horas en Londres y otras ciudades del interior.
Este es el mayor levantamiento urbano en Gran Bretaña desde hace décadas. Años de ardiente rabia se han derramado. La policía se lanzó a las calles de Londres y cuando avanzaron fueron recibidos con misiles. Adam, un estudiante de la universidad, dijo, «esto no es sobre razas, sino sobre clases sociales». Un adolescente en los disturbios agregó: «Yo soy negro y tengo un montón de amigos blancos. Pero aquí todos somos del mismo color. Estamos hartos de la policía. Creen que son superiores a nosotros, pero deberían ser inferiores».
Un hombre blanco, alrededor de 50 años, dijo, «al Gobierno le importamos una mierda. Mira a tu alrededor, aquí no sólo hay personas de color participando sino todo el mundo.» En Hackney, el lunes, la revuelta se prolongó durante horas. Cientos de jóvenes huyan de la policía, pero un autobús estaba bloqueando su camino. Lo rodearon y de repente se dieron cuenta de que la conductora estaba dentro. Dos jóvenes manifestantes llamaron a la puerta y le hicieron señales para que bajase. Cuando la conductora salió del autobús todo el mundo aplaudió. Sólo entonces lo dañaron.
Dos pensionistas afrocaribeños estaban mirando desde la calle. Uno de ellos dijo, «no se trata sólo de este país, hay revueltas por todas partes. Es el mundo entero. Todo el mundo está harto, nadie tiene nada».
Los medios de comunicación y la clase política han respondido con sus prejuicios de clase. Todos los disturbios contienen elementos contradictorios, precisamente porque son espontáneos. Surgen de repente pero son parte de una revuelta general contra una élite arrogante que vive una vida de privilegio y tiene desprecio por los pobres.
La gente robó. En algunos casos, robaron cosas necesarias, en otros, artículos de lujo, los mismos sin los que se supone que no nos sentiremos completos, como siempre nos están bombardeando. Un testigo dijo: «esto es lo más poderoso que muchos de estos muchachos se sentirán en sus vidas. Esa es la verdadera tragedia «.
En verano se supone que nos olvidamos de la política, un momento para olvidarnos del escuchas telefónicas, la corrupción policial y los ataques del Gobierno a los pobres. Pero al contrario, los disturbios han sumido al Gobierno en una nueva crisis. Los disturbios han asustado a la clase dirigente, que se ha escondido en sus casas de vacaciones para condenar la delincuencia. «Estamos pasando por tiempos difíciles y todos los políticos están de vacaciones», dijo un espectador. «Ellos piensan que todos somos una mierda»
Hay indicios de que esto iba a suceder. La eliminación de la asignación para la escolaridad, EMA, llevó a los estudiantes militantes a las protestas del año pasado. Los recortes están avanzando y la retórica de que «todos estamos juntos en esto» suena vacía a día de hoy. Incluso Nick Clegg predijo «el malestar de estilo griego» si hay ataques de ese estilo.
Un hombre dijo a Socialist Worker, «hemos intentado acabar con este Gobierno con los disturbios estudiantiles pero los reprimieron. No me sorprendería si trajesen al ejército e impusiesen la ley marcial». En el momento de escribir la policía no ha logrado el control. Cuando lo hagan, querrán su recompensa. Y ya trataron de hacerlo durante los disturbios.
Un trabajador dijo a Socialist Worker, «estoy sorprendido de que haya pasado tanto tiempo sin que esto pasara. La policía cree que puede salirse con la suya. Una docena de ellos llamó a un chico joven que salió de una tienda destrozado. Lo esposaron y le maltrataron. Tenemos que hacer algo con el sistema.»
Luchado
Sólo cuando la gente ha luchado contra el racismo y la desigualdad la gente en el poder se ha visto obligada a reconocer el problema. Esta ha sido una revuelta de los pobres. Un autobús quemado en Peckham en el sur de Londres, Primark, Iceland y Clarks fueron saqueados. En Walworth Road, al sur de Londres, las casas de empeño y de Argos fueron destruidas.
Un conductor del autobús dijo a Socialist Worker, «no es sólo la policía, es Cameron. Nadie tiene nada, nadie tiene las pensiones, ni nada que esperar. Ellos no sólo deben luchar contra la policía. Se debe luchar contra el Gobierno.»
Gracias a Tash Shifrin, Jonny Jones, Alizadeh Ali, Steve Henshall y Bogg Sam por los informes.
Artículo publicado en el Socialist Worker publicación semanal del Socialist Workers Party, organización hermana de En lucha / En lluita en Gran Bretaña.
Traducción: Angie Gago
Tomado de: http://www.enlucha.org/site/?
[VERSIÓ EN CATALÀ: http://www.enlluita.org/site/?