«La mujer es la memoria del tiempo desperdiciado y reconquistado» Nela Martínez Espinosa En Ecuador, transitando por los caminos de Nuestra América y participando en la Escuela de Formación Continua sobre «EL BUEN VIVIR ECUATORIANO Y LA REVOLUCIÓN CIUDADANA», tuve la oportunidad de conocer otro socialismo, mucho más accesible y comunicativo. Imagínense que entre las […]
Nela Martínez Espinosa
En Ecuador, transitando por los caminos de Nuestra América y participando en la Escuela de Formación Continua sobre «EL BUEN VIVIR ECUATORIANO Y LA REVOLUCIÓN CIUDADANA», tuve la oportunidad de conocer otro socialismo, mucho más accesible y comunicativo.
Imagínense que entre las personas que accedieron a compartir con nosotros, los estudiantes del curso, para ilustrarnos los caminos de la Revolución Ciudadana, estuvo la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira.
Esta mujer tan joven y tan carismática, después de la conferencia que nos impartió en la misma Asamblea, aceptó conversar personalmente conmigo, acompañada de su entusiasmo y su sinceridad tan contagiosa.
Y nada más por este detalle, yo le estaré siempre muy agradecida.
Entablé nuestra conversación preguntando a Gabriela cómo había empezado su carrera política ante de la formación del Movimiento Alianza País, un camino tan brillante que la llevó, meritoriamente, a ser la primera mujer en Ecuador presidenta de la Asamblea Nacional, elegida con solo 29 años.
«Hace 15 años empezamos nuestras actividad política en un movimiento cultural que inventamos con algún@s compañer@s para marcar la necesidad de las reivindicaciones de los pueblos indígenas, a través del Movimiento Pachakutik. Este movimiento fue muy importante no solamente en Ecuador, marcó pauta a nivel regional, y las manifestaciones y movilizaciones indígenas lucharon para parar las medidas económicas criminales de los gobiernos neoliberales que seguían a ciega las directrices del capitalismo. Después que decidimos presentarnos a elecciones políticas, la que fue mi primera elección popular, empezaron a infiltrarse otros tipos de intereses dentro el movimiento. Todo eso es normal, todos los grupos y partidos políticos somos vulnerables, si la dirección no sigue atenta, si no recapitula permanentemente la visión y la misión del movimiento, nos puede pasar lo que pasó con Pachakutik. Producto de eso, una gran cantidad de actores políticos salimos de Pachakutik y conformamos un pequeño movimiento local ‘Minga Intercultural’ con la dirección del alcalde de Otavalo, Mario Conejo Maldonado, que fue, hace siete años, la puerta de conexión al Movimiento Alianza País, primero como grupo aliado, y después decidimos fusionarnos completamente. Decidimos eso porque supimos desde el primer momento que esta era la agrupación que iba a parir el proceso de la Revolución. En Ecuador pasó al revés que en otros países, después que ganamos en las elecciones, desde el mismo espacio de gobierno, empezamos un movimiento político con tendencias sociales típicamente de izquierdas, que estaban dispersas a nivel nacional y recopilamos una serie de expectativas de las luchas sociales que ya se estaban llevando desde hace muchos años. Todo eso permitió que la mayoría de nosotros quisiera ser parte activa del proceso, nos reconocíamos en un movimiento que hasta hoy se caracteriza por ser visible, ser práctico, ocuparse de revindicar las luchas ancestrales».
Aprovechando la crítica que Gabriela hace al movimiento Pachakutik de no haber sabido mantener una Revolución permanente, le pregunté como ella piensa que el movimiento Alianza País puede revertir el hecho de haber perdido en las últimas elecciones seccionales de febrero del 2014, entre otras, las dos alcaldías principales de Ecuador (Quito y Guayaquil); le comenté que nosotros, los estudiantes de la Escuela de Formación Continua sobre «EL BUEN VIVIR ECUATORIANO Y LA REVOLUCIÓN CIUDADANA», pensábamos que después del 30S (el tentativo de golpe de estado del 30 de septiembre del 2010 contra el presidente Rafael Correa) la gente no seguía en la calle luchando, ¿puede ser que el error esté en la falta de movilización, al revés de Venezuela, donde el pueblo después del golpe del 2002, sigue defendiendo su democracia activado permanentemente en la calle?
«Como militante, siempre hago un llamado para mantenernos en la calle, a ocupar los espacios públicos porque son NUESTROS ESPACIOS, los hemos ganado durante décadas, no ahora solamente, y dejar ahora la calle a las fuerzas de derecha que están protestando para desestabilizar, es dejar ganar a algo que se está fraguando contra la Revolución Ciudadana. El 23 de febrero demostró que nos estamos enfocando más en los procesos electorales que en la construcción organizacional. Tampoco podíamos olvidar las elecciones porque nos estábamos jugando lo que el pueblo de Ecuador había elegido. Para mantener una Revolución permanente necesitamos el apoyo de estancia como la función del estado, la Asamblea Nacional y los gobiernos autónomos descentralizados. Pero, el 23 de febrero nos dijo que somos tan vulnerables que no podemos parar, que tenemos que trabajar más con las unidades de base y sus estructuras. Ya tenemos un proyecto de una Escuela de Capacitación y Formación Política para militantes (el presidente Rafael Correa la inauguró el 18 de junio del 2014). Ahora tenemos algunos años adelante para trabajar muy duro y recuperar los espacios perdidos, como nuestra capital, Quito, un punto estratégico que representa un gran interés económico que es obligatorio rescatar. Como decía Mao está bien cambiar, pero es mejor cambiar lo cambiado, tenemos que seguir mejorando lo que logramos cambiar hasta siete años con una dinámica continua de la sociedad».
Pregunté a Gabriela si cree que Rafael Correa se presentará a las próximas elecciones o si existe otra figura en Alianza País capaz de contrastar la oposición con el «nuevo Capriles ecuatoriano», Mauricio Rodas (el actual alcalde de Quito).
«Claramente la derecha internacional está utilizando los mismos formados, en Venezuela, en Ecuador, en Bolivia…Por ahora Rafael Correa no se puede presentar otra vez si no se aprueba una enmienda constitucional y además todavía no sabemos si él va a aceptar ser nuestro presidente otra vez. Aquí reconozco una debilidad en el movimiento, probablemente no existe en este momento un cuadro suficientemente enérgico para poder presentarse con la misma fuerza que ha logrado Rafael Correa. El problema es que en el 2017 es cuando se podrán ver los más importantes logros de la Revolución Ciudadana hechos realidad, como las hidroeléctricas, las refinerías, el estado va a lograr concretamente las medidas políticas en apoyo al pueblo que hemos decidido ahora. Los procesos de izquierda del siglo XXI sabemos que son muy jóvenes y vulnerables, si no tenemos perspicacia, sabiduría, constancia, olfato y capacidad de tomas de decisiones, todo se puede perder y eso sería catastrófico por el proceso ciudadano. Así que seguimos debatiendo, trabajando a nivel de base porque el tema de la reelección es crucial y es una responsabilidad militante».
Me permití plantear a Gabriela que, además de Ecuador, Rafael Correa tiene una gran responsabilidad ante América Latina, o mejor dicho ante Nuestra América, la de José Martí, porque después de la desaparición física del Comandante Chávez, sigue siendo el único heredero posible de este liderazgo. Como siempre han dicho de Fidel Castro, Rafael Correa tiene la capacidad, de ir al futuro y regresar para contarnos: como ejemplo recordamos que el líder ecuatoriano propuso asilo político a Julián Assange en el 2010. Por un error táctico del mismo australiano, que lo pidió solo dos años después, ahora Assange se encuentra viviendo en la embajada ecuatoriana en Londres, todavía sin ninguna posibilidad de salir de ella sin ser capturado y probablemente extraditado a EE.UU., donde pudiera enfrentar hasta una sentencia de muerte.
«Así es. Rafael Correa representa una esperanza para nuestros pueblos. Es enorme el vacío de la desaparición física del Comandante Chávez, que fue el hombre que decidió enfrentarse, en este siglo, al gigante del imperialismo….aún lo recuerdo en el podio de la ONU, cuando habló de Bush como si fuera el diablo y gritó a la asamblea ‘aquí huele a sufre todavía’ subiendo después del presidente norteamericano…y esto significa que los EE.UU. aquí en América Latina no son amos de nada, nosotros los pueblos somos dueños de nuestros destinos. Los pueblos reconocen la estabilidad del proceso ecuatoriano, ven en Rafael Correa, como en Chávez, la misma posición anti-hegemónica, las mismas medidas anti-neoliberales en las decisiones de la Revolución Ciudadana. Estoy de acuerdo contigo que también una tarea de las bases militantes es cuidar nuestros líderes de los nuevos procesos latinoamericanos. La tarea es muy dura, continua, permanente porque la derecha recalcitrante nunca descansa. Además, opino que sería imperdonable perder un proceso así, porque creo que si la derecha logra derrumbarnos, no van a existir otros procesos revolucionarios por muchas décadas más, hasta que los pueblos se recuperen y vuelvan a despertar. Todo esto, no podemos permitirlo».
Para concluir, pregunté a Gabriela si ella puede ser una alternativa a Rafael Correa en el movimiento en las próximas elecciones del 2017. Como siempre así dulce y decidida, me afirma que «por suerte la ley no lo permite, porque en el 2017 no tendré la edad mínima para presentarme, no tendré los 35 años que exige la Constitución. Como sea existen muchos compañeros muy válidos, como Lenin Moreno o el actual vicepresidente, Jorge Glas, que pudieran cuidarnos muy dignamente. Yo siempre seguiré a empujar este motor maravilloso que es la Revolución Ciudadana y sí, claro, nos vamos a meter de cabeza para formar nuevos cuadros que puedan irradiar la política del ámbito revolucionario y del Buen Vivir en cada rincón del país».
Concluyo esta linda charla con lo que creo son buenas noticias para el Movimiento Alianza País: la misma Gabriela Rivadeneira, entregó el 26 de junio en la Corte Constitucional de Ecuador un paquete de 17 proyectos de enmienda a la Carta Magna, aprobado en la Asamblea Nacional, que incluye una norma autorizando la reelección presidencial indefinida.
De aprobarse las enmiendas, la Constitución permitiría que los políticos se postulen indefinidamente a sus cargos, y el presidente Rafael Correa podría presentarse a un cuarto periodo.
Otra reforma contempla reducir de 35 a 30 años la edad mínima requerida para postular a la Presidencia y a la Vicepresidencia.
Entonces, deseo a Ecuador qua haya Movimiento Alianza País en el poder para rato y….quien sabe, a lo mejor Gabriela pudiera seguir marcando pauta, transformándose en la primera mujer presidenta o vicepresidenta de Ecuador en el 2017.
Ida Garberi es columnista de Cubainformación
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.