Como el noviembre desnudo, como esos árboles ya sin hojas amarillas…, mientras la flora vagabunda se arrastra canturreando por caminos y sendas, oteando ya el invierno en los altos, quisiera yo también cantar las cuarenta a este año, que se extingue lentamente, al tiempo que voy borrando de mi vida una historia mendaz, que me […]
Como el noviembre desnudo, como esos árboles ya sin hojas amarillas…, mientras la flora vagabunda se arrastra canturreando por caminos y sendas, oteando ya el invierno en los altos, quisiera yo también cantar las cuarenta a este año, que se extingue lentamente, al tiempo que voy borrando de mi vida una historia mendaz, que me vienen contando desde antes que echara los dientes.
La historia, civil y religiosa, que me martillearon desde la infancia en escuelas y colegios, en libros y revistas, descubrí tarde y con amargura que era engaño y sumisión. Hace aún pocos días una mujer espabilada, que vivió en Iruña y se examinó de enfermera en Valladolid, me contó que en clase les explicaban todos los aparatos menos el sexual. Y, a pesar de ser enfermera, tuvo que aprender tarde y por su cuenta qué era el clítoris. En manuales, periódicos y púlpitos se exaltaba la cruz y el dolor y se reprimía y castigaba el placer y el contento. La lección de sumisión y acato, transmitida por las enseñanzas escolares, convertía al librepensador en demonio y al revolucionario e insumiso al poder en ángel caído y desterrado. El papa y la autoridad eran Dios en la tierra, y quien obedecía nunca se equivocaba. El machismo en los libros y en la vida era sopa diaria y el fascismo, que nos envolvía y encelofanaba, era Dios-patria-rey. Luego con la lectura, con ayuda de algún profesor y de gente sabia, con la que uno a veces se tropieza en la vida fui -y no sin esfuerzo, porque no es fácil despojarse de viejas lecciones, gustos y amistades, aunque sean ponzoñosas, porque casi se han convertido en uno mismo- , digo, fui maldiciendo la tiranía, el poder y apostatando de esos dioses opresores y malencarados. Leí libros escondidos y actas encerradas bajo siete llaves en las que se decía, por ejemplo, que en la Roma del siglo X no eran pocos los hijos de sacerdotes que fueron elegidos papa; y que incluso hay papas que son hijos de papas como el papa Silverio (536-537) o el papa Juan XI (931-935). El famoso doctor de la Iglesia, san Gregorio Nacianceno, era hijo de obispo.
En este 2007, que fenece, sé distinguir con mucha mayor claridad el grano de la zaborra y husmear la verdad en medio del zafarrancho interesado que a diario tratan de imponernos con colores, a porrazos o con años de cárcel y multa en tertulias, trabajo y vida. Hay que fijarse en el epíteto, en el adjetivo calificativo con el que embadurnan al personaje. Hugo Chávez es dictador, tercermundista, trata de perpetuarse en el poder… y Juan Carlos en cambio, que es rey in eternum por cuna y linaje, discípulo aventajado de dictador y al que le reía sus penas a muerte, es demócrata, baluarte de respeto y garantía de derechos. EITB tilda a Ismail Haniye de Hamas de integrista y habla con lenguaje pausado y respetable de Israel, estado claramente terrorista y genocida en nuestros días. Ya en 1948 el Estado de Israel cometió genocidio al expulsar a 700.000 palestinos de sus hogares y robarles sus tierras y derechos. La resolución 194 de la Asamblea de NNUU reconoce el derecho a retorno de los mismos en una decisión no cumplida. Desde 1967 ocupa ilegalmente un territorio que no le pertenece (resolución 242 de las NNUU) y lo coloniza del modo más salvaje posible, a través de asentamientos sobre tierra robada (su ilegalidad queda demostrada en la Resolución 446 del Consejo de Seguridad). ¡Y no hablemos de sus bestialidades actuales!
Con su epíteto tan sólo adjetivan su sumisión de esclavos y no su libertad de libres. Gobiernos que ríen las gracias de los tiranos, que se arrodillan ante poderosos y genocidas, como es el actual gobierno de EE.UU, se refugian en la mentira y aparentan caballerosidad cuando en realidad son forajidos. Los primeros 23 presos que llegaron a Guantánamo salieron de Morón, del Estado español. «A pesar de las declaraciones que hicieron entonces los Gobiernos europeos de que nunca enviarían presos a Estados Unidos sin garantías legales, ahora descubrimos que eso fue falso», sostiene Clive Stafford, representante de Reprieve. «Algunos Gobiernos europeos, incluido el español, apoyaron sistemáticamente los vuelos clandestinos y los traslados ilegales a Guantánamo en el convencimiento de que nunca se conocerían», agrega. Nos mintieron, nos mienten casi siempre. ¡O ese gobierno vasco de Ibarretxe, de risa y mofa, que reclama del estado español capacidad de consulta mientras él reprime y criminaliza a quien propone consulta y parecer ciudadano ante problemas importantes de nuestro pueblo!
Cuando la policía actúa en Cuba o en Venezuela son multitud los estudiantes, trabajadores y ciudadanos civiles, que son inhumanamente machacados…, cuando esas mismas fuerzas actúan a porrazos y pelotazos en Euskadi, en el estado español o Catalunya, cuando golpean bestialmente en Donosti, Iruña o Lekeitio… entonces se ven obligados a defenderse ante la jauría de rebeldes, que instigados por ETA actúan ilegal y vandálicamente… ¡Anda, a otro perro con ese hueso! ¡Y nos quieren vender en los medios con periodistas gesticulantes a sueldo!
Quien bucea en la historia con detenimiento y de modo perspicaz se dará cuenta que donde dice rey debiera decir también -en la mayoría de los casos si no en todos- dictador y asesino. Antes y también ahora. Citemos a modo de ejemplo al rey Enrique II, el Santo, el canonizado, el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (973-1024), de quien dicen los Annales Hildesheimenses «El hombre que sobre todo simpatizó con la Iglesia» y entre cuyas principales tareas estaba la de excomulgar, castigar, desposeer de bienes a los súbditos y quitarles la vida. Entre nosotros una vez más se alza con fuerza y valor la denuncia de la tortura cruel; hace unos días, en una redada de la policía y guardiacivil española en Navarra fueron detenidos los jóvenes Xabier Urdin, Aitor Torrea, Iñigo Gulina, David Urdin y José Javier Oses y Iker Gorriz. Xabier Urdin denunció haber sido torturado física y psicólogicamente. Y relató su tortura, la misma de Franco, de Pinochet, Guantánamo o Irak: La bolsa, el maltrato físico, el terrorismo psicológico a base de su madre y su hermana… Hace tiempo que el Psoe de Zapatero, su delegado en Navarra Vicente Ripa, al igual que el del País Vasco, Paulino Luesma, han demostrado que como los gobiernos de antaño y de Enrique II también ellos gobiernan con la amenaza, el chantaje y la tortura. Lo mínimo que uno puede desear a estos torturadores al finalizar el año es una corta vida en la tierra y una pronta partida. Y con los torturados de la historia alzar el puño, en este otoño desnudo, contra estos gobiernos y poderes de mentira y terror. Combatirlos es tarea nuestra.