La Cité de la Musique de París presenta una exposición dedicada al gran cantautor de la ‘Chanson’ francesa del siglo XX. La muestra, que comprende diferentes etapas de la vida del popular artista fallecido en 1981, estará abierta hasta el 21 de agosto de 2011.
Un grupo de jubilados se apresuran en felicitar a Clementine Deroudille a la salida de la Cité de la Musique en París: ¡felicitaciones, magnífico!, exclaman. Acaban de visitar la exposición sobre George Brassens, uno de los grandes representantes de la «chanson» francesa quien pusiera música a sus vidas décadas atrás. Por eso se entienden las sonrisas y los ojos emocionados.
Así ha sido desde el 15 de marzo, cuando se inauguró la muestra en la Villette y Deroudille no cabe en su asombro. Periodista joven, cuando Brassens murió tenía 5 años. Pero le conocía un poco por las fotografías que su abuelo, el célebre Robert Doisneau, tenía del artista. Y aunque un principio le «encargaron» la muestra, confiesa que terminó enamorándose del personaje y peleando por abrir un espacio sobre todo al idealismo de Brassens, que este 2011 hubiera cumplido 90 años, pero que en cambio murió en 1981 a causa de sus constantes problemas renales.
Según Deroudille, uno de los grandes descubrimientos que hizo fue el lado anarquista y libertario de Brassens y decidió situarlo como corazón de la muestra. Por algo se llama Brassens o la libertad, y Deroudille nos explica: «me parecía importante llamarla así, aunque la libertad es un concepto muy vasto. Intentamos mostrar ese gusto de Brassens por el sendero prohibido, por mantenerse al margen, esa confianza en sí mismo, ese escuchar su propia música interior. Ese pensamiento de que el dinero no es el rey, de que podemos ser muy felices si vivimos en un pasaje sin agua y sin electricidad y que no estamos obligados a casarnos, que podemos ser felices dándonos cita con la persona amada dos veces por semana. Ese pensamiento de que es magnífico trabajar y levantarse a las cinco de la madrugada para escribir canciones, que es magnífico leer, estudiar, vivir en la literatura, de manera romanesca, de pensar en los otros. Para mí son lecciones de vida y yo he intentado ser digna de este hombre».
Su socio en la tarea ha sido el cineasta y dibujante, Joann Sfar, responsable de la película sobre otro de los grandes de la chanson como es Serge Gainsbourg. La suerte les acompañó pues en la investigación encontraron una serie documentos inéditos, que forman el gran tesoro de la muestra.
Ayudados por dos escenógrafos de cine, su idea ha sido de adentrar el público en un bosque que representa la vida del cantante pasando por su infancia y juventud en Sète, sus 25 años en el pasaje Florimont, su pasión por la literatura y luego sus comienzos en la música, componiendo ayudado de un banjo, un piano y más tarde un órgano eléctrico: «hemos buscado concebir la exposición como un paseo, ampliar el concepto de una escenografía tradicional. Hay títulos pintados por Joann Sfar, y su escritura abre los distintos capítulos, las partes del bosque en el que invitamos a los visitantes a perderse. En estos grandes capítulos yo me encargo de explicar una historia y hacemos como si tomásemos al visitante por la mano y lo llevásemos de paseo para contarle una historia sobre George Brassens».
La música está presente en todas las salas, decoradas de un rojo cabaret y con los dibujos de Sfar. Los niños tienen al final de la exposición un espacio para conocer a Brassens jugando y además Sfar les ha preparado un comic gigante que habla sobre la posteridad del artista.
Y para los padres, una pantalla gigante invita a quedarse un buen rato viendo uno de los últimos conciertos del cantante en el Bobino o hurgando en los ordenadores las distintas versiones de Brassens hasta quién sabe, ponerse a cantar. Si buceamos entre las versiones en español aparecen las del chileno Eduardo Peralta, según los expertos uno de los buenos intérpretes del artista que además recibió por esta tarea la Orden de Caballero de las Artes y las Letras: «me encantaría ir a la exposición, Brassens me permitió respirar en determinados períodos históricos de Chile. Y es que en España y América Latina hay toda una generación de artistas como Serrat y el mismo Leo Mazliah que hemos bebido de la prosa Brassensiana», concluye.
Radio Francia Internacional
Viernes 08 Abril 2011
«Brassens ou la liberté» en La Cité de la Musique .
(15 de marzo al 21 de agosto 2011)
http://www.cite-musique.fr/
NOTA:
Además se adjunta AUDIO para descargar y escuchar el reportaje realizado por la Erika Olavarría.