¿Y si nos dejáramos de hipocresías, lamentos filisteos, dobles o triples morales, caras de sorpresa y escándalo, de filosofemas del tipo «esto no puede ser, esto no puede continuar así» y nos enfrentáramos al mundo tal como es, con «lo que hay» dicen algunos? Si obráramos así, si plantáramos cara al mundo desde esta perspectiva, […]
¿Y si nos dejáramos de hipocresías, lamentos filisteos, dobles o triples morales, caras de sorpresa y escándalo, de filosofemas del tipo «esto no puede ser, esto no puede continuar así» y nos enfrentáramos al mundo tal como es, con «lo que hay» dicen algunos?
Si obráramos así, si plantáramos cara al mundo desde esta perspectiva, ¿no tendríamos que conceder el premio Nobel de Economía 2015 al HSBC? ¿Existe alguna propuesta más razonable?
¿Qué duda puede hacer? Hay muchos candidatos por supuesto, pero ¿no es el gran banco un magnifico representante de la economía-latrocinio realmente existente?
Si nos asalta la duda, existe incluso una sugerencia mejor teniendo en cuenta los numerosos criminales con cuentas en la entidad. ¿Por qué no el Nobel de la Paz, la Equidad y la Concordia?
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