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Huelga general

Fuentes: Rebelión

¿Para cuándo una huelga general europea contra el abaratamiento de los salarios, el despido de trabajadores, el ataque contra el estado del bienestar y todo lo público, contra el paro y la dictadura de bancos y especuladores financieros, contra las políticas de derechas (no olvidemos que la derecha es la representante natural de los poderosos, […]

¿Para cuándo una huelga general europea contra el abaratamiento de los salarios, el despido de trabajadores, el ataque contra el estado del bienestar y todo lo público, contra el paro y la dictadura de bancos y especuladores financieros, contra las políticas de derechas (no olvidemos que la derecha es la representante natural de los poderosos, Iglesia incluida) que están asolando Europa?

Los países del sur de Europa somos los que peor lo estamos pasando y ¿dónde están la unión y la solidaridad de la clase trabajadora, esa solidaridad que es uno de los pilares de la izquierda? ¿Dónde están la izquierda europea y los sindicatos? ¿A qué esperan para movilizarse y movilizarnos a los trabajadores europeos para luchar por los derechos que nos están robando y en solidaridad con los griegos?. Parece que el sufrimiento de los trabajadores y ciudadanos griegos no le importa a nadie. Vemos y oímos impasibles (tanto como impasibles parecemos ante los recortes, trabajo, pérdida de derechos y conquistas sociales constantes, en nuestro propio país) las imágenes y noticias de movilizaciones y manifestaciones, la desesperación que transmiten los ciudadanos griegos; además de oír a diario las calamidades y catástrofes que les amenazan según sus «amigos» europeos que no cejan en su empeño de llevar a Grecia al borde del abismo. ¿Cómo se sentirán nuestros conciudadanos griegos al verse en una situación límite y no oír la voz ni el apoyo de sus compañeros europeos?
Todos los países del sur de Europa estamos viendo cómo se ataca al estado del bienestar, ya de por sí «recortado», quieren privatizar (ya lo están haciendo) la sanidad, la educación, las pensiones y todos los servicios sociales; se carga en los salarios de funcionarios y trabajadores el pago de la deuda, se suben impuestos que castigan a los ciudadanos pero salvan a las grandes fortunas, empresas y bancos que disfrutan de rebajas y exenciones fiscales, algunos empresarios han declarado ingresos menores que sus trabajadores (!). Son ellos quienes viven hoy en día a costa de todos nosotros que sobrevivimos con sueldos requetecortados e indignos. Siguen dando dinero público a la banca, aunque dicen que no (definitivamente nos toman por tontos) y a pesar de ser los bancos los culpables directos de esta crisis no han pagado nada (siguen ahí ocupando puestos decisivos en los gobiernos) ni han perdido nada, al contrario sus «gestores» se han apoderado de dinero a espuertas. Y encima de haber recibido miles de millones de euros de los gobiernos ( o sea nuestro dinero) ahora les exigen que les paguen la deuda ya, y sin ningún escrúpulo, y lo que es peor sin nadie que los pare, se dedican a atacar económicamente y robar (pues con todo el dinero público recibido ya se han saldado todas las deudas habidas y por haber; nosotros no les debemos nada) a países hasta llevarlos a la ruina.

En este país el sarcasmo llega a extremos inaguantables cuando los políticos, los empresarios y la Iglesia se alían para saquear las cuentas públicas y robar a sus ciudadanos la sanidad, la dependencia, la educación, la investigación científica, los derechos civiles, sociales, laborales pues el dinero lo han desviado y malgastado en fastos, viajes papales, oficiales e individuales, redes corruptas, proyectos megalómanos, subvenciones y contratos a empresas de amigos y obras, siempre, con sobrecoste. Es decir dinero público que va a parar a manos privadas con gran perjuicio para las arcas públicas y ningún beneficio para la sociedad. Y mientras tanto ¿qué pasa con los servicios públicos y el gasto público? Cada año se va recortando el presupuesto, de forma brutal, hasta que cualquier servicio sea inviable y entonces dirán lo de siempre:» Es insostenible e ineficaz» e inmediatamente se privatizará.

Pero el adelgazamiento del estado del bienestar no solo se lleva a cabo en los países del sur de Europa (aunque en éstos es un auténtico hachazo), también en los países del norte y centro de Europa, con un estado del bienestar que ha sido sólido y bien presupuestado, está sucediendo. ¿A qué esperamos para salir todos a la calle o para plantearse organizar una huelga general?

No les importa acabar con el paro, no es eso lo que buscan. Es un ataque en toda regla a la economía real en beneficio de la especulativa: no tienen que pagar salarios ni «problemas» sindicales y sobre todo, ganan muchísimo más dinero. Es un ataque al estado social y todo lo público, pasando por encima de todos los derechos ciudadanos, sociales, laborales… Es un ataque a las instituciones y organismos públicos, que quieren privatizar y así controlar la economía y la gobernanza global y acabar con la resistencia.

El sueño «húmedo» de todo especulador financiero: una sociedad servil y esclava al servicio de las necesidades de los poderosos. Esto ya no es solo capitalismo puro y duro. Es puro fascismo. Estamos viviendo momentos decisivos, en un punto de inflexión que marcará el futuro y si no reaccionamos con todas nuestras fuerzas lo perderemos todo y vendrán años muy, muy oscuros. Ellos actúan a nivel global y nosotros tenemos que hacer lo mismo, juntos somos miles de millones más que ellos.

Esto es una lucha de clases en toda regla y, de momento, ellos van ganando.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.