La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), tras 14 días de intensas protestas contra una eventual firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, acordó «desconocer» al gobierno de Alfredo Palacio y replegarse a las provincias para planificar nuevas manifestaciones. La decisión fue tomada tras una jornada de fuerte represión policial de […]
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), tras 14 días de intensas protestas contra una eventual firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, acordó «desconocer» al gobierno de Alfredo Palacio y replegarse a las provincias para planificar nuevas manifestaciones.
La decisión fue tomada tras una jornada de fuerte represión policial de las protestas que se desarrollaron en las calles de la capital ecuatoriana, y mientras se iniciaba en Estados Unidos una nueva ronda de negociaciones entre las delegaciones de Quito y Washington para la suscripción del TLC.
El enviado especial de TeleSUR a Ecuador, Marcos Salgado, reportó en la emisión estelar que los líderes indígenas aseguraron que el diálogo con el gobierno de Palacio está «totalmente roto» y que no van a aceptar futuras propuestas para reuniones.
De igual forma, los indígenas calificaron de «dictadura» al actual gobierno ecuatoriano y prometieron que las próximas protestas serán más radicales que las de los últimos días.
El retiro de Quito de los líderes de la Conaie es una medida estratégica para fortalecer al movimiento indígena, que no descarta volver a convocar a una marcha a la capital ecuatoriana para protestar ya no sólo contra el TLC y la OXY, sino también contra el gobierno de Palacio.
Estudiantes fueron reprimidos por la Policía
Mientras este jueves los líderes de la Conaie acordaban su repliegue a las provincias, la policía reprimía una protesta de los estudiantes de la Universidad Central de Quito y de los indígenas que lograron traspasar los cercos de seguridad impuestos en las afueras de la capital por las fuerzas militares ecuatorianas.
Los jóvenes, que se sumaron a las manifestaciones contra el TLC, fueron enfrentados por el cuerpo antimotines de la policía ecuatoriana, que lanzó cientos de bombas lacrimógenas y detuvo a cinco de los manifestantes.
Los estudiantes señalaron que el único propósito de la protesta era recordarle al presidente Palacio que tiene varias opciones: o retrocede en sus pretensiones de firmar el TLC, o retira el equipo negociador de Washington o convoca una consulta popular.
Aunque los estudiantes universitarios fueron dispersados por la policía en su primera manifestación contra el TLC, advirtieron que si el gobierno no se decide por alguna de las anteriores opciones, continuarán protagonizando nuevas protestas en las calles de Quito.