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Integración fí­sica y energética, prioridad de Lula

Fuentes: IPS

Las inversiones en infraestructura nacional y de integración regional constituyen una de las mayores prioridades, junto con la «educación de calidad» y la tecnologí­a, para que América Latina logre competitividad global, afirmó el presidente brasileño Lula da Silva. La implantación de carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos y de sistemas de telecomunicaciones y de flujos energéticos para […]

Las inversiones en infraestructura nacional y de integración regional constituyen una de las mayores prioridades, junto con la «educación de calidad» y la tecnologí­a, para que América Latina logre competitividad global, afirmó el presidente brasileño Lula da Silva.

La implantación de carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos y de sistemas de telecomunicaciones y de flujos energéticos para unir paí­ses es indispensable para el desarrollo regional, sostuvo Lula este jueves, al hablar por casi dos horas en el Foro Económico Mundial (FEM) sobre América Latina, que reunió a 300 lí­deres empresariales, gubernamentales y académicos para discutir cómo fortalecer a la región en la economí­a global.

Lula dijo estar promoviendo una integración «con una visión no hegemónica, sino solidaria», con intercambio de visitas con sus colegas de toda América del Sur, para fortalecer al subcontinente y ganar condiciones de negociar «como iguales» con las potencias y atraer inversiones.

Una nueva oportunidad surgió con los biocombustibles, como el etanol y el biodiesel, que crean «nuevas fronteras» de desarrollo, según el presidente brasileño, que invitó a todos los paí­ses del Sur a adoptar una «fuerte polí­tica de combustibles renovables», como hace Brasil.

Una nueva matriz energética, con los biocombustibles, «puede dar a regiones como América Latina y í?frica la oportunidad de acercarse al desarrollo de los paí­ses ricos en el siglo XXI», sostuvo. En la nueva era energética se trata de «sembrar petróleo, en lugar de prospección» y Brasil está dispuesto a compartir su tecnologí­a de producción y uso del etanol y el biodiesel, acotó.

Brasil acaparó las atenciones del segundo y último dí­a del Foro, con Lula alabando la «solidez» económica de este paí­s que hizo «duros sacrificios» en los últimos años para asegurar un crecimiento de «cuatro o cinco por ciento por los próximos 15 a 20 años».

Además, el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio, Luiz Furlán, hizo una ponencia para destacar que el incremento de la competitividad brasileña se comprueba con la expansión de las exportaciones, de 20 por ciento como promedio anual en los tres últimos años y con tendencia a crecer más aún, porque dispone de «mucho espacio» para eso.

Brasil tiene mucho que mejorar en la infraestructura de transporte, reducción de la burocracia y otras trabas, como la complejidad de leyes y regulaciones y el alto costo del capital, y todo apunta a más competitividad, arguyó.

La infraestructura inadecuada y la burocracia fueron señaladas como las debilidades competitivas latinoamericanas. En 1980, la región disponí­a de infraestructura superior a la de Asia en un 40 por ciento, y hoy está 40 por ciento detrás, señaló Anthony Wayne, subsecretario de Estado para Asuntos Económicos de Estados Unidos y próximo embajador en Argentina.

Si la región invierte lo suficiente para alcanzar el nivel de Corea del Sur en ese rubro, agregarí­a 2,4 puntos porcentuales al crecimiento de su producto y podrí­a reducir las desigualdades sociales entre 10 y 20 por ciento según estimaciones del Banco Mundial, acotó.

La demora de 1.490 dí­as en Guatemala para resolver una cuestión judicial y los 64 tributos a pagar en Venezuela son ejemplos de la burocracia que afecta el ambiente de negocios en paí­ses latinoamericanos, otro problema a superar, junto con mejoras en la educación, para hacer más competitiva la región, opinó.

En educación, Wayne mencionó el hecho de que la escolaridad latinoamericana aún se limita a la mitad de los 12 años de los paí­ses miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que reúne a naciones industrializadas.

La estabilidad económica y financiera es la contribución de los bancos centrales a la competitividad, destacó el presidente de la autoridad monetaria de Argentina, Martí­n Redrado, defendiendo el aumento de las reservas cambiarias en este momento favorable y otras medidas para reducir la vulnerabilidad de los paí­ses latinoamericanos.

En Argentina «aprendimos que el sector público también va a la quiebra», recordó para realzar la necesidad de cuidados con la situación fiscal y el sistema financiero de los paí­ses.

China sirvió de referencia para los debates sobre la competitividad latinoamericana. Varias empresas industriales brasileñas están instalando plantas o transfiriendo operaciones hacia el gran mercado asiático, una tendencia que afecta principalmente a los sectores que necesitan mucha mano de obra, observó el embajador brasileño en Estados Unidos, Roberto Abdenur.

La productividad china crece mucho más que la de América Latina y la participación de China en el mercado mundial de productos industrializados creció de uno a 12 por ciento en poco más de dos décadas, mientras la latinoamericana se estancó en cuatro por ciento, destacó Mauricio Moreira, economista del Banco Interamericano de Desarrollo.

La presencia de industrias brasileñas en China «es natural», hace parte de la internacionalización de la economí­a y la expansión de las compañí­as, evaluó el ministro Furlán, señalando que incluso algunas pequeñas empresas siguen esa tendencia.

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=37115