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Invasión, secuestro de Maduro. Las revelaciones de Esper complican a la oposición venezolana

Fuentes: CLAE

Febrero de 2019, arreciaba la ofensiva contra el presidente venezolano Nicolás Maduro. Ya el entonces ignoto diputado Juan Guaidó se había autoproclamado presidente interino y se venía el intento de generar una cabeza de playa para la oposición venezolana desde Colombia, con la irrupción del 23 de febrero por los puentes limítrofes en el estado Táchira.

Para esos días al entonces presidente de Estados Unidos Donald Trump le preguntaron sobre Venezuela, tras una reunión con el presidente de Colombia Iván Duque. Trump reafirmó una frase que ya hacía historia, aquel: “todas las opciones están sobre la mesa” contra Venezuela. Incluyendo una intervención militar.

“Ya veremos”, dijo Trump al lado de Duque, y dijo que los militares de Estados Unidos y de Colombia estaban “trabajando juntos” en el tema Venezuela. De esto hace apenas 3 años, pero puede parecer historia vieja, porque Trump ya no está en La Casa Blanca y Duque se va pronto del Palacio de Nariño, con más pena que gloria.

Se sabe que aquella estrategia de la cabeza de playa, el Bengasi venezolano en el estado Táchira, en el oeste de Venezuela, fracasó. Como también fracasó dos meses después el intento de golpe de Estado en Caracas y un año después, la operación de mercenarios en las costas venezolanas para asegurar el aeropuerto de Maiquetía y sacar por ahí a un secuestrado Nicolás Maduro.

Son fichas conocidas de un rompecabezas conspirativo incompleto, en el que, de vez en cuando, aparecen nuevas piezas. Como ahora, que el secretario de Defensa de Estados Unidos en tiempos de Trump, Mark Esper, cuenta en su libro recién editado, “Un juramento sagrado”, las idas y vueltas de la administración Trump para terminar con el gobierno de Nicolás Maduro.

En definitiva, Esper aporta luces sobre cómo se manejaba ese asunto de “todas las opciones sobre el mesa”, en que insistía Donald Trump. Si alguien pensó en aquel momento, o alguien todavía piensa ahora, que aquello era una bravuconada del presidente estadounidense, apenas un fuego de artificio, con lo que revela Esper va quedando cada vez más claro que no, que Trump después de los fracasos de 2019, insistió en la desestabilización.

2020, reunión Trump-Guaidó

Una linea era el bloqueo naval total y simultáneo sobre Venezuela y Cuba, un acto de guerra según el derecho internacional. Y otras líneas estuvieron sobre la mesa en el salón oval, en la reunión del 5 de febrero de 2020, entre Trump y Guaidó. Allí se habló de acciones directas de Estados Unidos.

Esper cuenta que Trump le preguntó a Guaidó: “¿Qué opinas si los militares de EEUU se deshacen de Maduro?” y Guaidó respondió: “por supuesto nosotros siempre daremos la bienvenida a la ayuda de EEUU”. También en una reunión posterior le preguntaron a Guaidó, Julio Borges y Carlos Vecchio si los venezolanos en Colombia estarían dispuestos a combatir contra Maduro si Estados Unidos los preparaba, a lo que los opositores venezolanos contestaron que eso sería complicado y que tardaría mucho tiempo.

Esper dice en su libro que Guaidó y compañía en definitiva le estaban diciendo a la administración Trump que “sería más fácil y rápido si los EEUU lo hacían”.

Esper revela también que además de la invasión mercenaria desde Colombia y la intervención directa de Estados Unidos, se discutió una operación especial contra el presidente Maduro, y fue cuando alguien de la comitiva Guaidó recordó planes “que ustedes conocen y no están listos todavía”.

Son testimonios directos de reuniones que ocurrieron en los primeros meses de 2020. El 3 de mayo de 2020, fue la operación Gedeón, los ex militares venezolanos y “contratistas” estadounidenses (que insiste el gobierno venezolano, hasta firmaron un un contrato con Guaidó), para irrumpir cerca de Caracas y secuestrar o matar a Maduro.

Y hay más, siempre según el ex secretario de Defensa estadounidense Esper, tras el fracaso de esta operación, el consejero presidencial Robert O’Brien propuso un ataque militar de comandos de la Armada de los Estados Unidos al Complejo Refinador de Jose, en el oriente de Venezuela. A Esper no se lo contaron, estaba en la reunión.

No lo dice el gobierno en Caracas, lo dice un personaje central de aquellos días, y testigo de las reuniones de Guaidó y sus acólitos con Trump y otros funcionarios. Piezas de un rompecabezas que, cuando aparecen, permiten ir aclarando el panorama.

*Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTv en Venezuela, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)