Para Miguel Candel, que traduce, piensa y siente como nadie Hay un punto donde la cautela termina y la cobardía comienza. Eldridge Cleaver La posición del ex ministro francés, del fundador del Movimiento Republicano y Ciuddano (MRC), Jean-Pierre Chevènement en torno al euro, al sistema de la moneda única, y las alternativas posible, puede […]
Para Miguel Candel, que traduce, piensa y siente como nadie
Hay un punto donde la cautela termina y la cobardía comienza.
Eldridge Cleaver
La posición del ex ministro francés, del fundador del Movimiento Republicano y Ciuddano (MRC), Jean-Pierre Chevènement en torno al euro, al sistema de la moneda única, y las alternativas posible, puede ser resumida del modo siguiente [1]:
Tesis: la moneda única («no es el anillo de los Nibelungos, símbolo de la omnipotencia: es una convención humana») no sirve a Europa. No la une sino que la divide.
Su argumentación:
1. El euro es una moneda sobrevaluada para todos los países de la Europa del Ser (Italia, España, Grecia, Portugal, por ejemplo).
2. No está sobrevaluada como tal: el excedente comercial alemán (en torno a los 200 mil millones de euros, la quinta parte del PIB español) opaca el déficit de la mayoría de los países del Sur.
3. Una moneda única, en el caso del euro o, en general, en cualquier otro caso, aplicada en un área económica heterogénea provoca una evolución divergente entre las regiones ricas y las regiones pobres.
3.1. Ejemplo: lo sucedido en el siglo XIX entre la Italia del Norte (la padana) y la Italia del Sur (el Mezzogiorno).
3.2. Sucede lo mismo hoy en la Europa de la moneda única. Ha aumentando la heterogeneidad de las economías que constituyen la zona euro. Según la teoría de Mundell, la zona euro no es funcional, está lejos de hallarse integrada de manera homogénea. «La riqueza y los excelentes se acumulan en un polo; en el otro, el subdesarrollo y los déficits».
3.3.El capital circula cada vez menos dentro de la zona.
4. Resultado: no se da, no se genera en la economía de la zona una evolución convergente como, cuanto menos en el papel o en teoría, pensaban o decían pensar los autores del Tratado de Maastricht.
4.1. El buen sentido exige volver a poner la razón y la democracia al servicio de Europa.
4.2. Tesis de Fritz W. Scharpf (Fundación Friedrich Ebert, julio de 2013) coincidente con la posición del ex ministro francés: «es necesario dar marcha atrás a la sobreintegración entre unos estados demasiados heterogéneos reunidos dentro de una misma unión monetaria».
5. Los países que no se hallan bien ubicados en la especialización mundial del trabajo deben realizar entonces costosas devaluaciones internas (disminución de salarios y complementos sociales afines) para ganar competitividad.
5.1. En consecuencia, subempleo (fuerte subempleo en ocasiones).
5.2. En consecuencia, importante disminución del porcentaje de las rentas laborales en la renta nacional.
5.3. En consecuencia, fuertes disminuciones salariales.
5.4. Grecia ha perdido el 40% de su Producto Nacional Bruto; su desempleo alcanza el 27% de la población activa. La situación de España, en cuanto al trabajo, es similar.
5.5. Alemania se aferra a la idea de que los países mediterráneos del euro podrían recuperar su competitividad por la vía de la deflación interna pero «esta vía, demasiado dolorosa socialmente, no va en interés de Europa ni de la misma Alemania.»
6. La otra cara: los países del norte de Europa tienen tasas de desempleo entre el 6 y el 7%.
6.1. El crecimiento económico es algo más fuerte pero no mucho más: las obligaciones del tratado presupuestario europeo obligan a los países a llevar políticas de devaluación interna, reducción de salarios y pensiones de jubilación, y a una fuere reducción del gasto público (los servicio básicos sociales en graves dificultades).
7. Propuesta: como el euro no es viable vayamos a una moneda común, no única («Los creadores de la moneda única creían haber conquistado el Grial. Pensaban que habían inventado una estratagema infalible para forzar a Europa a la unión política. Esta estratagema se ha vuelto contra Europa. Ésta, como la naturaleza., no da saltos…»)
7.1. El euro debe conservarse en las transacciones comerciales y financieras internacionales para las emisiones de créditos.
7.2. Podemos subdividir el euro (así ocurrió entre 1999 y 2002) en divisas nacionales.
7.2.1. Deberían ajustarse en áreas de fluctuación negociadas.
7.2.1.1. Así se hacía antes de 1999, antes de la introducción del euro, dentro del Sistema Monetario Europeo.
7.2.2. En el sistema monetario renovado, el euro, como moneda común que no única, estaría constituido por una cesta de monedas cuyos tipos de cambios serían fijados «por los mercados».
7.3. Se conseguiría con ello una devaluación global del euro en el Sistema Monetario Internacional.
7.3.1. El euro está impulsado al alza actualmente por el dólar y por el yuan.
7.3.1.1. De este modo USA y China refuerzan su competitividad con un euro sobrevaluado (una moneda excesivamente fuerte en una rémora para la competitividad).
7.4. La moneda común europea podría convertirse en una referencia para Rusia y, punto aún más importante, tal vez para China
8. Dificultades de la propuesta: convencer a Alemania (que junto con Francia inauguró e impulsó el euro como moneda única).
8.1. Posible vía: el Mecanismo Europeo de Solidaridad [MES] es absolutamente insuficiente.
8.1.1. Los activos financieros representan cuatro veces el PIB de la zona euro, unos 40 billones de euros. ¿Qué valor tiene frente a eso los modesto medios del MES?
8.1.2. El monto total de las deudas públicas más los créditos dudosos y más que dudosos de los bancos (partida creciente), muestra los débiles medios del cortafuegos europeo, el MES. ¿Podemos apagar un gran incendio forestal con una minúscula autobomba?
8.1.2.1. No hay milagros en economía
8.2. La pregunta política de J-PCh: «¿Hay hombres de Estado capaces de concebir esta salida y de comprender en ella no significaría el fin de Europa sino el comienzo de su reconstrucción sobre bases sanas, que respondan al interés de todos?».
9. Condiciones sine qua non para el éxito de la moneda común: un plan europeo de inversiones y la elección de una paridad monetaria ajustada.
9.1. Una paridad disminuida respecto a otras divisas mundiales.
Quedan, por supuesto, nudos esenciales que no deberían olvidarse: ¿qué tipo de crecimiento?, deuda no legítimas, intereses, el gran asunto del cambio climático, lucha contra las desigualdades, pics energéticos, dependencias energéticas y comerciales, consumo exacerbado, trabajos cosificadores, agricultura industrializada,…
PS1: Sobre «la economía criminal» realmente existente, un apunte de Max Neef.
En todas las épocas, ha señalado Max Neef, Premio Nobel alternativo de Economía, las teorías económicas que acaban por imponerse «son las que favorecen a los ricos; las demás quedan debajo de la alfombra». Neef ha criticado que la economía que se practica hoy «es la neoclásica en su versión del neoliberalismo, propia del siglo XIX». Es esa teoría de hace doscientos años la que se enseña a los estudiantes en la mayoría de las Facultades de Economía del mundo. Se les entrena a resolver problemas del siglo XXI con teorías (refutadas y superadas) del XIX. Más aún afirma Neef: «Detrás de la economía no hay ciencia alguna. Está llena de trucos porque cada vez que surge un problema inventan la forma de disfrazarlo».
Algunos de los postulados de su propuesta para una economía coherente con nuestra época (los defiende en su último libro, La economía desenmascarada): la economía está para servir a las personas y no viceversa; el desarrollo tiene que ver con personas y no con objetos; ninguna economía es posible al margen de los servicios que presentan los ecosistemas.
En su más que razonable e informada opinión, «la economía que se practica en nuestras sociedades mata a más gente que todos los ejércitos del mundo juntos» [2].
PS2: Paisaje después de la batalla, paisajes de la Europa del euro:
1.Grecia vive «al borde de una catástrofe humanitaria», España tiene tres millones de personas que sobreviven con ingresos mensuales de menos de 307 euros (US$417), las cifras oficiales de Portugal colocan a un 18% de la población por debajo de la línea de la pobreza.
En Reino Unido, los bancos de alimentos, administrados por organizaciones caritativas, se han multiplicado por 20 (en el período 2011-2012, en el Reino Unido, unas 128.697 personas recurrieron a bancos de alimentos; en 2012-2013 la cifra casi se triplicó: 346.992).
2. Según Eurostat, en 2012 unos 124 millones de personas -24.8% de los 28 países de la UE- estaban en «peligro de pobreza o exclusión social» (la definición que incluye tanto la pobreza relativa como la absoluta). En 2008 la cifra era del 17% (ningún mundo equitativo el previo a la crisis por supuesto).
3. El presidente del Instituto de Estadísticas, el ISTAT, Antonio Golini, señaló en el Parlamento italiano en octubre de 2013 que la pobreza pasó de 2,4 millones a 4,8 millones entre 2007 y 2012. Con una caída del PIB del 1,8% en 2013.
4. En septiembre de 2013, el INSEE reveló que en 2011 la pobreza en Francia afectó al 14,3% de la población total, su nivel más alto desde 1997. Unas dos millones de personas viven con menos de 645 euros por mes (US$877), unos 3,6 millones tienen problemas de vivienda y unos 3,5 millones reciben ayuda alimentaria.
5. La cara oscura del crecimiento alemán son los casi 8 millones de personas que sobreviven con los llamados minijobs que dan unos 450 euros mensuales (US$611) y prestaciones sociales nulas. Los bancos de alimentos se han triplicado de 310 a 906.
6. En diciembre la Agencia Oficial de Estadísticas de Holanda indicó que en 2012 el porcentaje de holandeses que vivía por debajo del umbral de pobreza había saltado al 9,4%, equivalente a unos 664.000 hogares (en 2010 el porcentaje era el 7,4%).
7. En 2007 Europa era ya más desigual que en 1970. La situación se ha profundizado vertiginosamente desde entonces.
Un ejemplo: según Cáritas, el número de millonarios en España aumentó en un 13% entre mediados de 2012 y 2013 hasta superar las 400.000 personas. En 1976, el presidente de la tercera entidad bancaria española ganaba ocho veces más que el empleado medio. Hoy gana 44 veces más.
Notas:
[1] Jean Pierre-Chevènement, 1914-2014. Europa, ¿fuera de la historia?, El Viejo Topo, Barcelona, 2014 (traducción de Miguel Candel) y Enric Llopis, «Europa fuera de la Historia. Entrevista Jean-Pierre Chevènement», El Viejo Topo, nº 318-319, julio-agosto de 2014, pp. 12-15.
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