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Condenado por el Vaticano

Jon Sobrino: un testimonio

Fuentes: Rebelión

    En mis andanzas por Centroamérica tuve la oportunidad de conocer y oír unas cuantas veces el respetable P. Jon Sobrino, mundialmente conocido como uno de los exponentes de la teología de la liberación. De esta experiencia especialmente significativa seguida del estudio de sus escritos, me han quedado algunas impresiones:   El P. Sobrino […]

 

 

En mis andanzas por Centroamérica tuve la oportunidad de conocer y oír unas cuantas veces el respetable P. Jon Sobrino, mundialmente conocido como uno de los exponentes de la teología de la liberación. De esta experiencia especialmente significativa seguida del estudio de sus escritos, me han quedado algunas impresiones:

 

El P. Sobrino es un hombre sencillo, de Dios, que no ha desarrollado una teología fría o simplemente discursiva. Al contrario, su teología suele insertarse en el contexto del Dios que, manifestado en Jesucristo, se presenta a la humanidad peregrina con su rostro divinamente humano para caminar y comulgar con todos y todas, conduciendo el proceso de liberación que viene desde el Éxodo.

 

De sus obras cristológicas ampliamente divulgadas, dos se distinguen: Cristología desde América Latina (traducido en Brasil por editora Vozes), con su complemento, Jesús en América Latina, una respuesta fundamentada y convincente precisamente a quienes han cuestionado su ortodoxia. Aquí, mientras busca esclarecer equívocos, Sobrino abre nuevas perspectivas que contribuyen sea para profundizar el conocimiento de Jesucristo, sea para que el lector atento haga una opción libre y consciente por su seguimiento, concretamente en América Latina.

 

Una cristología por tanto que en su esencia provoca mujeres y hombres de nuestro tiempo para el encuentro existencial y profundo con el Jesús histórico y el Cristo de la fe hoy, asumiendo por consiguiente su seguimiento, en las múltiplas situaciones de injusticia en las que está involucrada Latinoamérica, y delante las cuales los discípulos y discípulas deben responder con el mismo vigor y fecundidad del Maestro, «para que en Él nuestros pueblos tengan vida» (cfr. V CELAM).

 

La cristología del P. Sobrino se destaca aún porque se ha hecho carne en la realidad latinoamericana y, más específicamente, en la realidad salvadoreña, donde se hizo y se hace, en su cotidiano, continuidad y conformidad con la cruz y resurrección de Cristo. Logré leer en residencias de jesuitas esparcidos por América Central la llamada: ¡»Es un privilegio vivir hoy en Centroamérica!» Y pensaba conmigo: ¡»Y por supuesto un gran reto!» De los incontables mártires que han tumbado en El Salvador, incluso monseñor Romero, siempre cupo a Sobrino -según él mismo lo confiesa cuando del asesinato de los seis sacerdotes jesuitas, en 1989-, reconstituir los hechos para dejar a la posteridad su testigo. En todos estos escritos que han tocado corazones y mentes, y convocado a la solidaridad con las víctimas de los escuadrones de la muerte de la Patria de Farabundo Martí, él nunca ha dejado de subrayar la dimensión escatológica de la vida humana o la referencia explícita a la resurrección de quienes, siguiendo a Jesús en el trabajo para construir su reino, entregan sus vidas y derraman su sangre por amor. De ellos nos atesta la propia Palabra: «resplandecerán como la luz que ya no se apaga».

 

De lo que se expuso hago una distinción, a mi modo de ver, cualitativa, con relación a Jon Sobrino que, antes de ser teólogo es el «discípulo fiel», en sintonía profunda y comunión plena con el proyecto de Jesús y con el caminar de su Pueblo, de nuestro Pueblo, del Pueblo latinoamericano, del Pueblo de Dios. Su palabra comprometida, hablada y escrita, se hizo profecía en los más diversos rincones del continente, restituyendo a muchos la esperanza de reconstrucción da la Patria Grande, donde el sueño de vida nueva, justicia y libertad, siga alimentando la lucha por realizar el «otro mundo posible». Su presencia, vida y trabajo son entonces, para nosotros, signos del evangelio y del reino que tienen fuerza de transformación, pero con persecución.

 

*El autor es presbítero y asesor de las CEBs de la arquidiócesis de Juiz de Fora-MG.