Hijo de dos prominentes intelectuales cubanos, Fina García Marruz y Cintio Vitier, el pianista, compositor y arreglista José María Vitier, de 68 años, fue el acreedor del Premio Nacional de Música correspondiente a 2021, entregado el pasado domingo 9 de enero con un concierto junto a la Orquesta Sinfónica Nacional.
Un jurado integrado por Digna Guerra, Joaquín Betancourt, Guido López Gavilán, Edesio Alejandro Rodríguez y la musicóloga Laura Vilar le concedieron en galardón destacando la integralildad de un artista cuya obra se caracteriza por su versatilidad y la combinación de música de cámara, popular e incursiones en el jazz.
Vitier une a su prestigio entre los especialistas un gran arraigo popular, especialmente por sus bandas sonoras para el cine y las series televisivas aunque también ha compuesto para el teatro y la radio.
Una llamada de Indira Fajardo, presidenta del Instituto Cubano de la Música, sirvió para que el compositor expresara su felicidad especialmente por coincidir este reconocimiento con el centenario de su padre que fue celebrado por todo lo alto en Cuba a pesar de los rigores de la pandemia.
La música: raíz y fecundidad
José María Vitier cursó sus primeros estudios en la Escuela Amadeo Roldán y luego se especializó en la composición en el Instituto Superior de Arte. Se desempeñó durante algún tiempo como profesor en la Escuela Nacional de Arte.
Inició su carrera profesional como fundador del grupo de rock cubano Síntesis y en 1983 fundó su propio grupo.
Conocido a nivel internacional por la excelencia de su trabajo en 2000 su CD Salmo de las Américas, un oratorio sinfónico coral, fue nominado entre los cinco mejores álbumes de música clásica a los premios Grammy Latino.
Participó en festivales de jazz en Montreal, Nueva York y Toronto así como en otros menos específicos como el Cervantino de México, en varias ocasiones y el afro caribeño de Burdeos.
Entre las bandas sonoras que ha puesto en los audiovisuales se recuerdan las películas Fresa y Chocolate, Techo de Vidrio y Un paraíso bajo las estrellas mientras que en la televisión son especialmente valoradas las series En silencio ha tenido que ser y Julito el Pescador, compuestas en colaboración con su fallecido hermano Sergio Vitier que fuera también Premio Nacional de la Música en 2014.
El pianista suele trabajar también sobre la base de canciones populares y temas de poetas; es también autor de algunas canciones muchas veces sobre los textos de su esposa Silvia Rodríguez Rivero quien también es una importante artista visual.
Muchos opinan que José María merecía desde hace mucho el reconocimiento que recién ahora se le otorga.
Esta decisión ha llenado de júbilo a sus múltiples admiradores y en general al pueblo de Cuba quien lo admira por esa forma especial que tiene de absorber todo tipo de música y permanecer todo el tiempo creando.
El músico ha expresado su felicidad por este justo reconocimiento que en un año marcado por las pérdidas y el confinamiento se le concede. Nadie mejor que él para prestigiarlo. (2022)
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