Mario Hernandez (MH): Escuchando las estrofas del Himno Nacional en el Día de la Patria y en comunicación con Eduardo Lucita, apelando a un economista político a ver si nos puede explicar la derrota de Brasil por 7 a 1, en definitiva se trata de números. Eduardo Lucita (EL): Son números pero creo que acá […]
Mario Hernandez (MH): Escuchando las estrofas del Himno Nacional en el Día de la Patria y en comunicación con Eduardo Lucita, apelando a un economista político a ver si nos puede explicar la derrota de Brasil por 7 a 1, en definitiva se trata de números.
Eduardo Lucita (EL): Son números pero creo que acá hay que agregar la variante psicológica a la economía. Hay toda una teoría del valor psicológico de los consumidores que plantea un sector de los neoliberales y algo de eso hay. Acá algo ha pasado. Hasta los 10′ el partido era bueno de los dos lados, vino el gol de Alemania y Brasil se derrumbó. ¿Qué pasó? Creo que la primera despedida va a ser la psicóloga del equipo, la que contrataron, porque obviamente no los armó bien. Como diría el gran periodista deportivo Dante Panzeri: «el fútbol es dinámica de lo impensado». No siempre todo está dado ni dicho, el resultado es eso.
MH: Hoy te llamaba para hablar de fútbol porque me pareció muy buena la nota que escribiste sobre el Mundial, el análisis de los equipos, el desarrollo, un Mundial donde la multinacional no se comió la pelota, me parece, como afirmó Maradona. Hemos visto buenos partidos.
EL: No creo que a la FIFA no le interese que haya buenos partidos. Parte del negocio es eso, Diego lo dice desde otra perspectiva. Cómo la FIFA influye en todo, pasa por arriba de la soberanía de los Estados donde se organiza el Mundial, las condiciones que impone para los estadios, normas estándar, obliga a todos los países a hacer grandes inversiones en infraestructura de las cuales después quedan muy pocas que sirvan en términos sociales. Fijate que hicieron un estadio enorme para 40.000 espectadores en Manaos donde dicen que a los partidos normales van 400. Hay otro estadio que transformarán en una cárcel. Más simbólico imposible, no saben qué hacer con lo que construyeron.
MH: Las cifras son multimillonarias.
EL: Se habla de U$S 11.500 millones del costo para el Estado brasilero por los estadios, construcciones, infraestructura, tuvieron que mejorar el subte, las carreteras, etc. Algunas cosas sirven, que haya un mejor metro para la gente en San Pablo o mejores carreteras, siempre y cuando no terminen como el puente que se cayó.
MH: Ayer por la noche comenté sobre información publicada por Clarín y La Nación acerca que el apoyo al Mundial subía e impulsaba a Dilma, planteando un cambio en el sentimiento popular de acuerdo a las previsiones respecto al rechazo de la sociedad brasileña. Tu nota en alguna medida coincide con esa apreciación, pero ayer hubo quema de colectivos después del partido.
EL: En todo el año previo al Mundial y durante la Copa Confederaciones hubo una gran resistencia por los mega-gastos por las obras, por las sospechas de corrupción, también por las obras para las Olimpíadas del año que viene, incluso una canción muy emblemática, que escucharla dice más que la propia letra, «perdona Neymar pero esta vez no hincho por Uds.» y explica las razones. Una especie de himno, con una frase al final, cuando ya había empezado el Mundial, «la alegría de los estadios no equipara las lágrimas de las favelas».
A medida que avanzó el campeonato las resistencias mermaron. Me gustaría tener más información de qué fue lo que pasó anoche, si los hechos son continuidad de los anteriores o una reacción a un acontecimiento inesperado y nada más. Uno se puede equivocar mucho si afirma que fue la continuidad de lo que pasó hasta tres días antes de comenzar el Mundial. No estoy seguro, habría que estudiarlo. Me acuerdo lo que aconteció en nuestro país en el Mundial de 1994, la calle estaba silenciosa, aplastada. Creo lo mismo para Brasil. Habría que ver lo que pasó anoche.
Pagadores seriales son todos: el gobierno y la oposición derechista
MH: Inevitablemente tengo que preguntarte por la negociación que está llevando adelante el Estado argentino con los fondos «buitres».
EL: La decisión de la Corte Suprema de Justicia estadounidense avalando los dos primeros fallos del Juez Griesa fue un camino sin salida para Argentina en el sentido que si los desconoce cae en un default que en estas condiciones tendrá un impacto muy fuerte. Personalmente no estoy en contra del default pero siempre y cuando haya un gobierno y una relación de fuerzas que estén a la altura de tomar una serie de medidas para contrarrestar los efectos negativos, sino sería un desastre.
La otra salida es pagar, reafirmando el curso de endeudamiento que ya había comenzado el gobierno argentino con el Ciadi, Repsol y el Club de París. Parece que este es el camino adoptado.
Las negociaciones giran en torno a cómo hacer para que no sea operativa la cláusula RUFO que equipara a los bonistas que no entraron al canje con los que sí lo hicieron, lo cual puede disparar una deuda de U$S 120/130.000 millones. No sé cómo la calculan, pero es la cifra que está dando vueltas. Si logran que esa deuda no opere, la deuda es de U$S 1.500 millones que se van a pagar o pagar porque es bastante difícil que si yo litigo en la justicia durante 12 años y tengo tres fallos favorables, vaya a aceptar alguna quita. A lo mejor hay formas de pago a largo plazo, con bonos. El gobierno está tratando de saldar los pagos en términos políticos, pero va a pagar.
Luego se abre la diferencia al resto de los bonistas que no entraron en el canje, los del fondo Elliot y los otros son el 1%, el 6% restante llevaría la deuda a U$S 15.000 millones. Tengo la impresión que esa cifra, más tarde o más temprano, se paga o se paga. Van a aumentar el monto de la deuda en esa cifra.
Es la salida que prefiere el gobierno y toda la oposición derechista porque pagadores seriales son todos, no solo el gobierno.
MH: Empezamos hablando de fútbol y vamos a terminar de la misma manera. ¿Cómo ves Argentina-Alemania?
EL: No, Holanda, te traicionó el inconsciente. Es un partido difícil. Argentina no viene jugando bien, mejoró un poquito. Ahora la globalización ha llegado al fútbol también y todo está muy equiparado. Alemania es diferente porque no tiene ninguna estrella importante, pero todos juegan bien, no tienen un Messi, un Neymar o un Robben, en cambio, Argentina y Holanda son bastante dependientes de uno o dos jugadores.
Me temo que los dos equipos jueguen al contraataque. Va a ser un partido de defensas. ¿Qué es lo que uno vio en casi todo el Mundial? Uno de los dramas fue que Brasil abandonó su histórico estilo de juego con el cual podría ganar o perder pero nos entretenía a todos. Todos los jugadores del Mundial, que además son millonarios, juegan en las ligas europeas, entonces son parecidos.
Hay tipos tocados por la varita mágica, como antes lo fueron Distéfano, Pelé, Maradona o Cruyff, ahora tenés a Messi, Neymar o Robben, pero aparte hay una estandarización del fútbol producto de la globalización. Se mezcla la economía y el deporte y no solo en los negocios.
El partido es una incógnita, la lógica le da algún puntito más de diferencia a Holanda, pero en el fútbol la lógica no existe, por ahí se inspira un par de veces Messi y al diablo con todo.
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