El 18 de junio de 2004 un avión no tripulado (drone) de la Fuerza Aérea de Estados Unidos disparó un misil en Waziristán del Sur (Pakistán), cerca de la frontera con Afganistán, supuestamente contra objetivos terroristas. Dos niños pakistaníes murieron como consecuencia del disparo. Nada nuevo, nada extraordinario, nada alteró la vida de millones de […]
El 18 de junio de 2004 un avión no tripulado (drone) de la Fuerza Aérea de Estados Unidos disparó un misil en Waziristán del Sur (Pakistán), cerca de la frontera con Afganistán, supuestamente contra objetivos terroristas.
Dos niños pakistaníes murieron como consecuencia del disparo. Nada nuevo, nada extraordinario, nada alteró la vida de millones de personas a miles de kilómetros del asesinato, aunque las criaturas murieron por la seguridad de esos millones -gracias a sus impuestos y muy probablemente con su consentimiento o incluso apoyo.
El 5 de noviembre de 2005 tres niños más, hermanos, murieron junto con sus padres y cuatro vecinos por el disparo de un misil desde otro drone estadounidense.
Estos disparos se suceden hasta el día de hoy mes tras mes. Las incontables víctimas que han producido y siguen produciendo no alteran en absoluto la vida diaria de los ciudadanos occidentales, ni su pensamiento sobre el bien y el mal que se hace en su nombre, su seguridad, su bienestar, su democracia, en definitiva sus privilegios.
Ayer, 10 de diciembre de 2012, el día después de que otro drone asesinó a tres personas en la aldea de Tabbi (Waziristán del Sur), tras el asesinato idéntico de aproximadamente 200 menores musulmanes (y cerca de mil adultos) de la zona señalada desde ese 18 de junio de 2004, a los miles de personas que trabajamos en una universidad española se nos apremió con este mensaje, que probablemente llegó a muchas otras:
«Queridos/as colegas:
Como habréis conocido por los medios de comunicación, Malala Yousafzai es una adolescente que ha sido perseguida, amenazada de muerte y tiroteada por defender el derecho de las niñas de su país a ir al colegio, a recibir una educación. Según la BBC, el pasado año destruyeron en Pakistán ciento cincuenta escuelas para chicas.
Tenemos la suerte de vivir en un país donde el derecho a la educación es universal. Como miembros de una universidad que trabaja dentro y fuera de nuestras fronteras, debemos promover la educación en el mundo. La UNED se caracteriza por ser una institución accesible e integradora, por intentar acercar la educación a todos los lugares, a todas las personas, por eso, debe mostrar su apoyo a la educación de las niñas en el mundo y, en particular, a la educación de las niñas de Pakistán. Como ha afirmado la Directora general de la UNESCO con ocasión del atentado a Malala, tenemos que garantizar el derecho fundamental de todos los seres humanos a recibir una educación.
Se está llevando a cabo una campaña, entre otras, de recogida de firmas para que el derecho a la educación sea reconocido y respetado. Os envío un enlace.»
http://www.avaaz.org/es/
malalahopenew/?bvwYpcb&v=18775 Saludos cordiales,
Profesora Doña Tal y Tal
Directora de Estudios de Género de la Universidad.
Parece que cincuenta años después del juicio contra Adolf Eichmann, ejecutado en la horca en Israel por su responsabilidad en el Holocausto, la banalidad triunfa no solamente en el mal.
Lo que sigue es mi respuesta literal enviada a la emisora del correo anterior. Quizás otra muestra de ese triunfo es que los mismos gestores del sistema de comunicación electrónica de la universidad que se encargaron de hacer llegar el mensaje reproducido a sus miles de trabajadores (docentes, investigadores, gestores y personal de administración y servicios) se negaran a publicar la mía:
Estimada colega:
Me parece loable tu preocupación por la educación de las niñas. Aunque la comparto no pienso firmar ni apoyar ninguna campaña como la que propones porque me parece que su objetivo está muy lejos de ser el que manifiesta. En realidad se manipula la cuestión de la educación de las niñas de forma perversa para otros fines, fundamentalmente la justificación de la guerra contra el «terrorismo islámico» y el control de la información de los ciudadanos occidentales, mejor dicho, la difusión de la propaganda occidental contra los países musulmanes.
Antes de firmar esta petición podemos firmar otra mucho más urgente por:
-la educación pública, gratuita, laica y no segregada para niños y niñas en este país,
-donde «tenemos la suerte de vivir» bajo un régimen al que ha votado solamente uno de cada tres votantes,
-donde mueren todas las semanas mujeres por violencia machista,
-donde se presentan cientos de miles de denuncias anuales por agresiones y maltrato machista,
-donde sin embargo se erosiona día a día la protección a las mujeres agredidas (por cierto dile a Gallardón que firme tu petición tras firmar el decreto de tasas judiciales),
-donde las mujeres emigran por millares para poder tener un sueldo,
-donde las mujeres que portan velo son despreciadas e insultadas, cuando no discriminadas,
-donde entre los principales modelos de mujer triunfadora en esta sociedad antimusulmana pero -según dicen- católica, está la que muestra su cuerpo o sus miserias en televisión haciendo como que canta, baila, participa en tertulias o alguna otra actividad similar tan liberadora para la mujer española.
Por otro lado, dudo de que vivas en el mismo país que vivo yo, aunque si te refieres quizás al Reino Unido, sus medios de comunicación, especialmente en cuestiones relativas al mundo islámico, tienen la misma fiabilidad que los nuestros, o sea, cero, y me sorprende que no hayas reparado en que hace apenas unos días que la BBC ha admitido que ha tenido oculto durante años el caso del acosador y violador de mujeres, cuasi héroe de la BBC y del país.
Aunque te parezca que la BBC se preocupa mucho por las mujeres pakistaníes, resulta que no dice una palabra sobre de los drones que disparan misiles que matan a niños y niñas en Pakistán, unos doscientos desde 2004.
¿Cuántas niñas hay entre estas criaturas asesinadas que no van a recibir educación por mala que sea la educación en su país? ¿Estás segura de que la BBC tiene ahora a cien reporteros sobre este asunto, o sea, 200 asesinados frente una herida grave? Por si acaso stay tuned, aunque en realidad puedes apostar a que sólo tendrá una niña bajo los focos, curiosamente la que citas y que oh!, sorpresa, es la que conviene a su particular cruzada imperialista.
Espero que no sea también la causa de los especialistas en estudios de género, la causa en la que los cristianos pueden matar niñas musulmanas en países musulmanes y árabes en nombre de la libertad de la mujer sin problemas de conciencia, mientras que claman contra la actuación de un desequilibrado como si aquí no tuviésemos suficientes de éstos, la mayoría en el poder.
No olvides por favor que esos misiles son disparados por soldados del ejército del Reino Unido y Estados Unidos, lo cual es un crimen de guerra, aunque sea bendecido por más de una mujer cristiana, entre otras, la reina de Inglaterra, la secretaria de estado de EEUU Clinton y por supuesto las lideresas del PP que está en nuestro gobierno y que tanto contribuyen a la educación de las niñas españolas y sobre todo al progreso de la empresa Tupperware, porque el gobierno nacional católico del que «disfrutamos» no paga el comedor escolar ya que prefiere dedicar el dinero público a pagar profesores de catequesis católica, política educativa que está entre las acciones que más contribuyen a la liberación y educación de la mujer en España, una, grande y libre.
No sé qué puede hacer la universidad por las niñas de Pakistán, aunque creo que lo que propones está muy lejos de ser lo más adecuado. En cambio te sugiero que leas lo que dicen los musulmanes afectados (y no solamente lo que dicen las mujeres imperialistas), por ejemplo el Emirato Islámico de Afganistán:
«They (se refiere a los propagandistas occidentales) also spread the news that Islamic Emirate has brought changes in their policies regarding female education, national army and terrorism. The Islamic Emirate has repeatedly said that neither it was against the female education nor it is, in the light of Islamic rules and national interests. But the rights and education provided by the west for the honor and magnanimity of women is only an empty slogan; which is acceptable neither by the spiritual and religious minded Muslim masses of Afghanistan in general nor by the modest and virtuous women of Afghanistan in particular.»
(«También difundieron la noticia de que el Emirato islámico ha llevado a cabo cambios en sus políticas referentes a la educación de las mujeres, el ejército nacional y el terrorismo. El Emirato islámico ha afirmado reiteradas veces que ni estaba en contra de la educación de las mujeres ni, en vista de las normas islámicas y los intereses nacionales, lo está. Pero los derechos y la educación que los occidentales otorgan al honor y magnanimidad de las mujeres no son sino una consigna vacía, inaceptable tanto para las masas de musulmanes con una mentalidad espiritual y religiosa de Afganistán en general, como para las mujeres modestas y virtuosas de Afganistán en particular.»)
Yo comparto esta afirmación, tiene mucho más crédito que las de la BBC y por supuesto que todo lo que diga Avaaz, otra de las ongs al servicio de la guerra contra el islamismo.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.