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Entrevista al caricaturista Trino

«La censura que pretendieron imponernos está fuera de órbita»

Fuentes: Rebelión/Clarín de Chile

México DF.- En entrevista telefónica desde Guadalajara, José Trinidad Camacho (1961), habla de la tradición caricaturesca mexicana; recuerda «el humor intacto -del Negro Fontanarrosa– a pesar de la adversidad»; admite que Quino es su héroe y que admira la disertación filosófica de Palomo. En exclusiva con Clarín.cl Trino expresa la inquietud para probar suerte en […]

México DF.- En entrevista telefónica desde Guadalajara, José Trinidad Camacho (1961), habla de la tradición caricaturesca mexicana; recuerda «el humor intacto -del Negro Fontanarrosa– a pesar de la adversidad»; admite que Quino es su héroe y que admira la disertación filosófica de Palomo. En exclusiva con Clarín.cl Trino expresa la inquietud para probar suerte en Argentina, luego de los recientes proyectos editoriales con Sexto Piso, Planeta, Tusquets y el Fondo de Cultura Económica. Por último, dos temas ineludibles, su amistad con Jis y la película basada en la lucha libre del cómic El Santos.

Caricaturista titular del periódico Reforma; autor de los libros: Chistes por si acaso (La Jornada, 1999); Crónicas de Marte (2003-2005); Fábulas de policías y ladrones (2003-2004); Don taquero (2005); Misterios charros (2005); El Rey chiquito (2006) y Piropos y frases guarras para toda ocasión (Planeta 2009). Junto a Jis, publicó diez volúmenes de El Santos (2005); La chora interminable (2003) y Asuntos moneros (Sexto Piso, 2009). Trino también ha ilustrado ajeno, por ejemplo, el afiche de la película Todo el poder (1999) y textos de literatura infantil: El Enmascarado de lata (FCE, 2005) y Por un tornillo (FCE, 2009), etcétera.

En las carteleras de Argentina y México se exhibió la película Boogie El Aceitoso, basada en el cómic de Fontanarrosa; para no quedar fuera de moda, Trino adelanta: «Llevamos 5 años con el guión de la película del Santos, ya estamos en la pre-producción del largometraje, nuestra productora es Lynn Fainchtein, junto con Jis y -obvio- conmigo, nuestro guionista es Augusto Mendoza, además de que el Patas Lozano la va a dirigir, las voces las van a hacer actores de primer nivel, no puedo hablar más del proyecto porque me lo prohíbe nuestra productora, pero se estrenará en el año 2012, si es que el calendario de la profecía maya nos lo permite».

MC.- En la tradición caricaturesca mexicana se exageran los rasgos físicos del aludido de forma impecable, sin descuidar la sátira, pienso en Naranjo, Helguera, Hernández y El Fisgón, ¿tus historietas pretenden hacer una ruptura con el dibujo barroco?

TC.- Lo que pasa es que no soy tan buen caricaturista como los mencionados, y mis tiras las hago a partir de mi manera de dibujar monos, no soy buen analista político y no me deprime la política ni mucho menos, creo que en México hay una tradición de grandes caricaturistas políticos, pero ya hay demasiados, me siento muy bien desde esta butaca, viendo los toros desde la barrera; mis monos tratan asuntos políticos y cotidianos, pero no con el rigor de una cartón político, es más velado, por ejemplo la inseguridad y la corrupción en las Fábulas de policías y ladrones y en la tira cómica de El Rey chiquito.

MC.- Leí en una entrevista que admiras a los moneros: Sergio Aragonés (España), Sempè (Francia), Jis (México) y Matt Groening (EE.UU.), ¿y en el resto de Latinoamérica?, ¿no eres fanático de ninguno?, ¿ni de Quino, Fontanarrosa o Palomo?

TC.- Siempre varían mis opiniones, son tantos los caricaturistas que me gustan que en el momento de hacer declaraciones se me olvidan algunos nombres. Por supuesto que admiro a Quino, lo conozco y es mi Chanoc, mi Tarzán. Y qué decirte del recuerdo que tengo del gran Negro Fontanarrosa, tuve la fortuna de que presentara un libro mío en la FIL Guadalajara 2006, ya en silla de ruedas y con su humor intacto a pesar de la adversidad, tuve mucha fortuna de que en esta vida pudimos coincidir, aunque él odiaba los colores de mi equipo de fútbol, el Atlas, porque el uniforme es rojinegro, como el equipo que más odiaba en Argentina.

«Me gusta mucho la línea que tiene Palomo, lo admiro desde que leí su libro: Matías y el pastel de fresas (1984), es un ilustrador maravilloso; pienso que El Cuarto Reich fue un hallazgo excepcional, pero me gustan más los cartones que Palomo hacía sobre los intelectuales y literatos, para mí es más interesante la disertación filosófica en un cuadro, que la historia en una tira».

MC.- El trabajo del caricaturista por lo regular es solitario, a diferencia de la historieta donde una persona hace los argumentos, otra los dibujos, incluso los colores y sombras son encargados a diferentes artistas; tú no eres autista, el año pasado Sexto Piso editó: Asuntos moneros, las cartas (1997-2009) que intercambiaste con Jis, coautor de la saga «El Santos y la Tetona Mendoza», ¿por qué incursionaron en el género epistolar?, ¿Asuntos moneros es una edición facsimilar y un homenaje a la amistad?

TC.- Asuntos Moneros nació hace más de diez años en el suplemento de humor «Tu hermana la gordota» que hacíamos en el periódico Público -de Guadalajara- y se nos ocurrió cuando compartía la oficina con Jis y Jabaz. Yo escribía una carta y se la llevaba al final del pasillo a su oficinita y luego él la respondía y después la publicábamos en el suplemento. Si nos hubiésemos mandado las cartas por el correo mexicano, sería fecha que no hubiéramos acabado el libro, el correo -en México- es algo del siglo XIX (risas). Y sí, es un homenaje a la amistad, somos antes que nada amigos y nos gusta ventanear nuestras intimidades. Entre los Asuntos moneros hay una hoja del libro en la que estamos –Jis y yo- en un túnel del tiempo, habían pasado 11 años desde que no nos escribíamos, retomamos las cartas porque Margarita encontró el archivo rezagado en un ropero y nos dijo: «¿por qué no se siguen escribiendo para hacer un libro?», es a partir de esa ilustración que nos dimos cuenta que seguimos involucrados en el vértice del tiempo.

MC.- ¿Cómo reacciona la industria editorial mexicana frente a las propuestas de los moneros?, imagino que no hay problema al publicar una antología de trabajos que ya salieron en el periódico, pero ¿qué pasa con cuestiones inéditas?, por ejemplo el libro: Piropos y frases guarras para toda ocasión, ¿cómo surge la idea?

TC.- La idea surgió de mi manager y esposa Margarita, cansada de que le griten cosas a veces de una poesía maravillosa y otras veces muy «guarras» (rasca), un día pasó embarazada de 8 meses de nuestro hijo José María frente a una construcción y le gritaron: «tira ese y yo te hago otro, mamacita».

«Pienso que las editoriales sí quieren publicar proyectos inéditos y con temáticas diferentes y de humor, por ejemplo a los editores de Planeta y Tusquets les entusiasma mucho cuando les digo que tengo un material inédito y la verdad me da mucho miedo porque reaccionan muy bien y de inmediato quieren el libro, creo que se me va a secar el cerebro muy pronto, hago -por lo menos- tres tiras cómicas diarias cuando la cosa está tranquila, pero los miércoles hago hasta seis tiras que incluye la serie deportiva, El Rey chiquito, más el programa de radio que conduzco con Jis; hacer un libro nuevo de la nada y la fecha límite para entregar me hace pensar que estos cabrones no se dan cuenta que todos los días tengo que crear un chiste, se me va a desgastar el coco, pero los editores son muy necios y me siguen proponiendo infinidad de trabajos, ahora estoy ilustrando un libro de Juan Villoro sobre el Mundial de Fútbol».

MC.- A grandes rasgos, ¿en qué consiste el proyecto con Tusquets?

TC.- En Tusquets me pidieron un libro sobre el Bicentenario, pero no un libro histórico en el cual tenga que hablar con los documentos en la mano, la investigación me da flojera, no tengo el talento ni la dedicación de Rius, en su reciente trabajo: 2010 Ni Independencia Ni Revolución (Editorial Planeta) hizo un espléndido libro de texto gratuito para la colección, Rius nos ha enseñado el marxismo, nos hizo vegetarianos, nos propone estudiar la historia de forma crítica. Lo que yo haré para el Bicentenario será diferente, será mi visión, pondré a conversar a un charro mexicano con una adelita sobre Pancho Villa, sobre el Abrazo de Acatempan, platicarán sobre Zapata e Hidalgo y dirán miles de barbaridades inexactas, pero la idea es mostrar que no tenemos motivos para celebrar en el Bicentenario.

MC.- ¿El libro con Juan Villoro saldrá a tiempo para el Mundial de Sudáfrica?

TC.- Con ese libro me siento más tranquilo, porque Juan Villoro es un gran escritor y el libro será para niños, lo único que tengo que hacer es ilustrar. Para mí es muchísimo más fácil ilustrar las ideas de alguien, que dibujar y crear una tira cómica de la nada.

MC. ¿Lo editará el FCE?

TC.- Sí.

MC.- «El Fisgón» parece que tiene un contrato de exclusividad para ilustrar los libros de Francisco Hinojosa, en tu caso has participado con diferentes autores, dos veces con Vivian Mansour y el más reciente fue: Por un tornillo; ¿quién te invita a dibujar, el autor o la editorial?, ¿volverás a trabajar con Vivian Mansour e Ignacio Padilla?

TC.- Ya hablé con Pancho Hinojosa y me dijo -al estilo Scorsese- que ya basta de que El Fisgón sea su De Niro en los libros y que mejor va optar por Di Caprio, que soy yo (risas). En el Fondo de Cultura Económica me invitan a ilustrar libros y a veces no conozco al autor, pero por fortuna todos los autores son sensacionales y claro que volvería a trabajar con ellos de nuevo.

MC.- Por fin se estrenó la película Boogie El Aceitoso; por otra parte, «Patricio» lanzó una animación de «Los Miserables y el Vicentenario»; ustedes -«Jis & Trino»- han digitalizado cortos de «El Santos»; ¿la animación gráfica es lo máximo a lo que puede aspirar un monero en la era digital?, ¿qué personaje de Trino llevarías a la pantalla grande?

TC.- Llevamos 5 años con el guión de la película del Santos, ya estamos en la pre-producción del largometraje, nuestra productora es Lynn Fainchtein, junto con Jis y -obvio- conmigo, nuestro guionista es Augusto Mendoza, además de que el Patas Lozano la va a dirigir, las voces las van a hacer actores de primer nivel, no puedo hablar más del proyecto porque me lo prohíbe nuestra productora, pero se estrenará en el año 2012, si es que el calendario de la profecía maya nos lo permite.

MC.- ¿Conociste a Lynn Fainchtein durante el proceso creativo de la película Todo el poder?

TC.- Exactamente Doctor I. Q. (risas). Lynn se ha dedicado a producir la música de todas las películas que han tenido éxito en México, ella era directora de MTV Latinoamérica y se metió al rollo del diseño musical de las películas, a Lynn le debemos la música de Amores perros y Babel; así que dijo: «estoy cansada de ser soldadita, quiero ser generala». Durante 5 años hemos desechado a 7 guionistas que no nos han gustado, hasta que encontramos a Augusto Mendoza que conoce el universo del Santos mejor que Jis y yo; el guión quedó en el tercer tratamiento, queremos un casting de ensueño y no será una película mexicana -no por decir que lo mexicano sea malo- podrá ser vista por los chicanos en Los Ángeles, por los ecuatorianos, peruanos, españoles y argentinos, para que todo el mundo entienda la idiosincrasia mexicana del Santos, pero que no tenga slam mexicano.

MC.- ¿Viste la película de Boogie?

TC.- No la he podido ver, Mario no sé si te enteraste que anduve de viaje por Mazatlán, y cuando regresé a Guadalajara ya la habían quitado de cartelera. Yo soy anti-pirata, me caga comprar piratería, porque yo sufro con mis libros. No pienso ver a Boogie en un DVD pirata; tengo la esperanza que durante mis vacaciones en Chapala (Jalisco) pueda verla, como tardan un poco en llegar las películas fuera de la zona metropolitana. Ahora que estamos en la pre-producción de nuestra película queremos ver la animación de Boogie.

MC.- Seguramente el DVD lo comercializará el semanario Proceso

TC.- Leí la crítica de Proceso, ojalá que nos traten igual cuando saquemos nuestra película, que no sean gachos, que hablen bien del Santos (risas).

MC.- Editorial Planeta, Sexto Piso y Tusquets, tienen presencia en España. ¿Qué mercado editorial te interesa en Latinoamérica?, ¿has enviado originales a la Argentina?

TC.- No he enviado nada… ¿Mario me ayudas a conectarme?, ¿crees que mi material se pueda entender en otros países? porque todo el mundo me dice que mis tiras son muy mexicanas… ¡ayudaaaa!

MC.- Sin duda, le enviaré nuestra entrevista a mi querido amigo Daniel Divinsky, para contar con la crítica de un editor experto. Mientras tanto, háblanos del laburo en México; ¿cómo fue tu rotación de La Jornada al periódico Reforma?, ¿ya no fuiste requerido en la nueva época de El Chamuco?

TC.- Mi relación con La Jornada es maravillosa, tengo muchos cuates ahí. Lo que pasa es que en Reforma me dijeron que publicarían mis monos a color y pues ya con eso me convencieron (risas). Reforma me tiene muy contento por la manera en que expone mis cartones, estoy en la página principal con las Fábulas de policías y ladrones, y un poquito perdido con las Crónicas marcianas, sólo los fans me buscan en las páginas de aviso oportuno. Durante algún tiempo publiqué simultáneamente en La Jornada y Milenio, tenía la ventaja de que podía publicar en ambos periódicos una tira diferente. En un principio Ramón Alberto Garza me quiso contratar para Reforma pero me pedía cosas absurdas, que en lugar de «cabrón o pinche» escribiera «caón e inche», que no hablara con majaderías, así que a pesar del buen sueldo decidí no irme al Reforma; sin embargo gracias a Lázaro Ríos, nuevo editor de Reforma, me dijo: «queremos a Trino como es, sin ninguna traba, escribe todas las majaderías que no te vamos a censurar», obviamente no quiero decir malas palabras todo el tiempo, pero la libertad de expresión es algo que nos ganamos con El Santos; hablé con Carmen Lira, directora de La Jornada, y le dije: «déjame arriesgarme y creer en la palabra del nuevo editor de Reforma«. Y sí, en El Chamuco nos han invitado a participar, pero con eso de la película que nos trae enchambados hasta la madre, imposible.

MC.- Durante la FIL Guadalajara 2009, leímos la intención del Ministerio del Interior por censurar el lenguaje «procaz» del programa de radio que conduces con Jis, ¿en qué terminó la amonestación gubernamental?, ¿algunas de tus tiras cómicas han sufrido este tipo de «extrañamiento» de la liga de la indecencia PANista?

TC.- Si te hablo con sinceridad, creo que no era para tanto, nos ayudó mucho la publicidad que nos hicieron, pero no nos sentimos paladines de la libertad de expresión ni nada por el estilo, creo que un funcionario de esos panistas se le ocurrió decir que éramos unos léperos y mandó un oficio, pero la verdad no era para tanto, sólo porque dijimos la palabra «puñeta» y algo del «culo», pero nada importante. A ese funcionario panista lo queremos contratar como publicista (risas), todo se sobredimensionó, el acto de censura se hizo famosísimo. En la televisión mexicana hay varios programas que dicen cosas peores que nosotros, que denigran a la gente, que son racistas, misóginos y homofóbicos. La censura que pretendieron imponernos está fuera de órbita.

MC.- Finalmente, en México se entrega el premio más cotizado para un caricaturista latinoamericano: «La Catrina», ¿te gustaría recibir este reconocimiento junto a Jis?, ¿para evitar que La Catrina los separe?

TC.- No, que le den La Catrina a Jis y luego a mí, o al revés, para hacer dos fiesta en dos años distintos, porque si no, se quema el cuete en una sola celebración y no sería justo. Cada quien su Catrina, ¡chingao! (risas). El premio lo entrega la Feria Internacional del Libro de Guadalajara a los moneros con una gran trayectoria, todos los que han recibido La Catrina llevan muchos años de oficio, aunque considero que lo merecemos, porque junto con Jis comenzamos muy jóvenes a publicar, desde los 18 años en el periódico unomásuno, acabamos de cumplir 30 años como caricaturistas. No es algo que me muera pensando quisiera La Catrina, pero siempre recibir premios es bonito; si nos dan La Catrina juntitos será como las mamás que tienen gemelos: «lo chingón es que tengo dos hijos y no tengo que gastar en dos fiestas de cumpleaños».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.