Cuando se ha cumplido el centenario del triunfo de la revolución soviética y un cuarto de siglo del hundimiento de ésta, en plena crisis del capitalismo y cuando el imperialismo araña las puertas de Rusia, nos encontramos con la nueva construcción del nuevo socialismo en el país que tanto había prometido por la justicia social, […]
Cuando se ha cumplido el centenario del triunfo de la revolución soviética y un cuarto de siglo del hundimiento de ésta, en plena crisis del capitalismo y cuando el imperialismo araña las puertas de Rusia, nos encontramos con la nueva construcción del nuevo socialismo en el país que tanto había prometido por la justicia social, la igualdad y el poder obrero. Sobre este resurgir ha aparecido un libro en el que mediante las voces de quienes participan directamente en la tarea de gigantes, se nos introduce en el conocimiento de los errores y las luchas internas por derrumbar el sistema y eliminar lo que tantas esperanzas había creado entre las trabajadoras y los trabajadores del mundo. El libro, que cuando menos inquieta a quien lo lee, nos trae una exposición oral de protagonistas del inmediato pasado y del presente que supera todo lo expuesto hasta ahora por los diferentes caminos desde la derecha a la izquierda en su conjunto. Su lectura deja la huella viva, pues nos introduce en la historia por la que camina la URSS.02
La autora, Sara Rosenberg, (Tucumán 1954). Dramaturga, autora de Un hilo rojo, Cuaderno de invierno, La edad de barro, Contraluz, La isla celeste -cuento juvenil–, Durmientes -poesía y crónica- y obras de teatro como «Tripalio«, por la que recibió en Italia el premio de dramaturgia «La escritura de la diferencia», responde con determinación a las preguntas.
Para empezar, muchas gracias por su atención, pues estaba deseando dar continuidad al final de su libro, tan edificante y descubridor.
1.- ¿Para quién ha escrito el libro con tantas reflexiones, tanto cuestionamiento, y tanto quehacer constructivo de la nueva Unión Soviética?
Escribo para aquellos que tienen curiosidad, que interrogan y dudan. Siempre supongo que existe un lector así y ese sentimiento en mi es irreductible, a pesar de que en Occidente vivimos un tiempo de profunda barbarie, cada vez más alejados de lo específicamente humano que es la posibilidad de relacionar, sentir y pensar lo que nos sucede. Y por lo tanto hay una especie de parálisis de la imaginación y de la acción.
O sea que escribo, parafraseando a Gramsci, con pesimismo de la inteligencia pero con el imbatible optimismo de la voluntad.
Quizás también escribo porque confío plenamente en el poder de la palabra para transformar nuestro mundo. Y sobre todo porque para quienes sobrevivimos a algunas derrotas o retrocesos y continuamos apostando a la creación de un Hombre Nuevo, como decía el Che, la palabra y la escritura son un acto de rebeldía y resistencia cotidiana. Un modo de vivir y de pensar.
Siento pavor por la repetición sin sentido de los discursos hegemónicos -la inyección en vena de la derrota y el consumo paliativo- y creo que aquellos que programaron la deshumanización a través de la propaganda -Goebbels y sus continuadores – han ganado demasiado terreno, pero aquí estamos -como dice la canción de La cigarra- sobreviviendo, renaciendo y cantando al sol/escribiendo.
2.- La Unión Soviética se quedó como una cáscara, la explicación que se nos ofrece en el libro es que el partido abandonó sus obligaciones desde Jrushchov. Hace poco se conoció un texto escrito por Margaret Tatcher en el que confesaba que Gorbachov era su caballo de Troya, y el mismo Gorbachov confesaba que siempre había trabajado contra el socialismo. ¿Cómo fue posible lo uno y lo otro?
Cuando el Partido Comunista de la Unión Soviética abandona ideológicamente el sentido y el concepto de desarrollo humano, -de la creación del Hombre Nuevo, de un nuevo Humanismo, aquello que se llamó el reino de la libertad- para dedicarse sólo a abastecer a la población de bienes materiales, entra en la vía consumista y de esta forma empieza a competir con el Occidente en su terreno, donde el capitalismo tiene todas las de ganar porque su único horizonte es la producción de bienes materiales para la oferta consumista, y el mercado como único dios.
En cuanto la URSS deja de ocuparse del problema profundo de la alienación del ser humano, de su esencia humana, pierde su propio camino y su objetivo más importante que era liberar y despertar las fuerzas creadoras superiores de cada persona.
Se pensó que con liberar las fuerzas productivas era suficiente, que bastaba con eliminar la miseria y la explotación. Pero no fue así.
La clase media, cuando se solucionó el problema principal de la terrible miseria y de la explotación que existían en los tiempos de Marx y de Lenin, se sintió frustrada y quiso consumir más. Porque no se solucionó el problema del desarrollo vital y humano, espiritual, creativo. Y la URSS no pudo superar este problema. La gran batalla ideológica, cultural, humana.
Hay un enorme horizonte más allá de las necesidades primarias de techo y comida. Es un campo ideológico serio, profundo. El gran desafío de la creación de un nuevo tipo de ser humano.
Pienso en Cuba, en las enormes dificultades materiales que el bloqueo de USA -más los sabotajes y hasta las invasiones- impuso desde el comienzo de la Revolución. Una pequeña isla que es un gigante de la resistencia revolucionaria, ideológica, gracias a la que ha podido afrontar una guerra constante y muy dura. El pueblo cubano ha sembrado el Hombre Nuevo y esa es su fuerza.
Volviendo a las razones de la debilidad de la URSS, -profundamente ideológicas y culturales-, vemos aparecer personas (Gorbachov no es el primero ni el único) que prometen solucionar los problemas con una serie de reformas que llevaban al país directamente a la vía capitalista, que es la que permitía tener más productos de consumo, aunque siempre este consumo esté acompañado de la desigualdad y la explotación.
Pasa lo mismo con la clase media de todos los países y Marx habló mucho de este tema, que fue tan mal interpretado por el marxismo vulgar.
Se trata precisamente de analizar y estudiar lo que el materialismo vulgar malinterpretó del marxismo-leninismo. Reanudar los estudios sobre el Hombre Nuevo y las problemáticas de la alienación que son hoy el gran reto en los países llamados «desarrollados».
Porque una vez que los problemas de una vida material digna están solucionados, que existe una jornada laboral reducida que permite el desarrollo del hombre – fuera del horario de trabajo o en el trabajo mismo como discutían Marx y Lafargue- ¿qué hacer para despertar las fuerzas creativas propiamente humanas? ¿Cómo impedir la alienación que produce el consumismo como única opción de vida?
Cómo solucionar los problemas existenciales profundos, no sólo la inminencia de la muerte sino que retos debe superar la humanidad para lograr una vida con sentido. Cuál es el camino, qué hacer para poder dar ese salto cualitativo de los que decimos «El Hombre Nuevo está por llegar, y hay que construirlo ahora y cada día».
La guerra contra el comunismo ha sido constante, y ha tenido momentos agudos, como la guerra civil y la segunda guerra , la guerra fría, etc. El imperialismo no escatimó esfuerzos para minar y destruir a la URSS. Pero el pueblo que fue capaz de vencer al nazismo y de arriesgarlo todo, no pudo resistir y vencer la mafiocracia que se instaló y pervirtió la vida y el campo ideológico que era capaz de sostener las conquistas revolucionarias.
Pero muy a pesar de la Tatcher y de todas las traiciones, la historia está ahí, la memoria está ahí reclamando y sosteniendo un tiempo nuevo que necesariamente será comunista.
Ya decía Ho Chi Min que estábamos en una guerra popular prolongada…será larga pero el imperialismo hoy vive sus últimos momentos, los más crueles y agresivos. Recuerdo también aquella frase de Brecht, «un fascista es un burgués asustado».
3.- Yeltsin, Gorbachov, ¿qué supusieron para los pueblos de la URSS? ¿tuvieron respaldo social? ¿qué sembraron y qué persiste?
Hoy la mayoría de la gente en el país los consideran traidores y delincuentes. Sin embargo, después del criminal bombardeo del parlamento en noviembre de 1993, se hizo un referéndum y entonces la mayoría apoyó el camino abierto por Yeltsin hacia el capitalismo.
Sólo se puede explicar comprendiendo que en 1993 la gente creía que el país no iba por un camino correcto, no creía ya en el Partido Comunista, que traicionó el gran proyecto de la URSS.
Si en ese momento hubiera habido otra propuesta comunista seguramente hubiera triunfado, pero la única propuesta que había era una propuesta de vía capitalista, como consecuencia de muchos años de debilitamiento y censura ideológica. No podemos olvidar que Suslov impidió cualquier desarrollo del propio comunismo, entregándolo al revisionismo.
El comunismo perdió su sentido propio, profundo, que es el desarrollo del ser humano libre y consciente.
4.- Sin embargo la época histórica y la personalidad más apreciadas son la URSS y Stalin, las encuestas les dan hasta un 87% a su favor ¿cómo se explica después de tantos años?
A pesar del inmenso dispositivo propagandístico anticomunista que empezó en el mismo momento de la Victoria de la primera Revolución proletaria del 17, la memoria y la capacidad de resistencia al capitalismo y al fascismo del pueblo ruso permanecen casi intactos.
Se puede destruir y mentir y sabotear una revolución, pero es evidente – y son hechos que no se olvidan jamás- que la vida en la URSS, tanto en el aspecto material como espiritual, era muy superior a la barbarie que intentaron imponer durante los años 90 los gerentes rusos del capitalismo.
No podemos olvidar que la famosa perestroika -ese invento siniestro- significó la desposesión absoluta de todos los derechos sociales de la gente y que casi veinte millones de rusos fueron condenados a morir de hambre, de frío y de asco en nombre de la «democracia» y la privatización salvaje.
La gente tiene memoria y a pesar de la destrucción programada del socialismo, la historia de la URSS y los avances en todos los sentidos son innegables. Más si comparamos con lo que tuvieron que soportar desde el hundimiento de la URSS. Y yendo más atrás, es posible hacer críticas siempre que se comprenda -con seriedad- algo que es evidente: Stalin transformó el país y esa transformación permitió derrotar a Hitler y también, como no, llegar al espacio.
En las primeras etapas de la URSS y a pesar de todas las dificultades, la vida era mas plena, la gente se sentía realizada porque hubo un gran proyecto común en el que todos podían encontrar un lugar, ser útiles y valorados y a la vez desarrollarse y crecer.
Había una misión colectiva que cumplir y después hubo que resistir a las fuerzas oscuras del fascismo y nazismo.
Era necesario industrializar el país, crear una generación nueva a la que había que pasarle todo el conocimiento, la cultura y los valores porque serían los constructores del comunismo. Esa experiencia está viva en el pueblo ruso.
El pueblo tenia un futuro y estaba feliz de trabajar y luchar por el, incluso soportando muchas carencias.
En la época tardía de la URSS -y ahora- mucha gente siente el mismo impulso, pero no hay proyecto. Esto frustra mucho. A mi juicio la gente está esperando y construyendo ese proyecto; no quieren trabajar sólo para sus intereses individuales y para conseguir el confort. Como digo en algún momento en el libro, lo colectivo forma parte del alma rusa.
Hay mucha gente con un gran sentido heroico -histórico- que se ahoga en las aguas bajas y turbias de los tiempos actuales, tiempos sin historia. Por eso, como dice Hamlet y también mucha gente, es necesario unir y recomponer la cadena del tiempo, la historia.
5.- Después de tanta traición y el avance del imperialismo cercando a Rusia ¿qué significa Putin?
Significa la detención de una caída brusca en el abismo y en la autodestrucción del país y su estabilización.
Después del total sometimiento de Gorbachov y Yeltsin a Occidente, Putin le planta cara y se opone a Occidente cuyo objetivo es seguir dividiendo a la Federación Rusa, tal como lo hizo antes con la URSS.
Pero Putin sigue pretendiendo ser amigo y socio del Occidente, entrar a su sistema financiero y económico liberal y jugar según sus reglas. El hecho de que esto es imposible está demostrado por el propio Occidente con sus sanciones y sus ejércitos de la OTAN en las fronteras. El mismo Trump dijo que «si queréis entrar a nuestro sistema financiero no nos podéis desobedecer y retarnos en Ucrania y en Siria», por ejemplo.
Pero Putin y su élite cree en los valores de la modernidad, del capitalismo y del liberalismo clásico: libre competencia, la ley como regulador del estado nacional soberano, valores tradicionales, desarrollo económico en el mercado libre. Lo que poco a poco entiende es que el Occidente ya hace tiempo que no representa todo esto y que en vez de los valores modernos clásicos capitalistas ya ha mutado gravemente y pasó al posmodernismo que destruye estos mismos valores clásicos. La Rusia de Putin trata de defender precisamente estos valores de la modernidad clásica, por eso hace tanto hincapié en respetar siempre la constitución y la legalidad internacional, la presunción de inocencia en el sistema jurídico y la soberanía de los países.
Pero se enfrenta a dos problemas.
Uno es externo: porque el Occidente ya no defiende estos valores, sino que los destruye. Engels hablaba de la familia, la propiedad privada y el estado. Las tres cosas que ahora destruye el Occidente. A) Se destruye la familia con la Justicia juvenal, las teorías de género y las leyes que enfrentan a hombres y mujeres en una guerra cuyo eje es la destrucción de la identidad sexual, y además se destruyen los vínculos afectivos como la vida humana misma entendidas como mera mercancía. B) Con las ultimas sanciones y embargos de cuentas en los bancos (Banco de Chipre, por ejemplo) demuestra que la propiedad privada ya no es sagrada (la confianza de que la propiedad privada es intocable fue la base de todo el sistema capitalista). C) Con el pretexto de la globalización y la «democracia» -que en si misma no puede ser un fin, sino un medio- avanza la destrucción de los estados nacionales soberanos (Siria, Irak, Libia…).
Aparte de esto y a marchas forzadas se destruye la ley como tal, creando estructuras paralelas con pretextos como la «guerra contra terrorismo» o la «defensa» de la infancia, que ya no cuentan con la presunción de inocencia ni con la necesidad de demostrar la culpabilidad. Como ejemplos claros están las acusaciones -no demostradas nunca- de los ataques químicos que sirven como pretexto para bombardear Siria, las probetas con polvo blanco en la ONU que sirven para arrasar un país como Irak, o el caso de envenenamiento de Solsbery, las detenciones sin pruebas realizadas por EEUU en todo el mundo a ciudadanos de otros países por el solo hecho de una acusación de pertenencia a grupos terroristas, Guantánamo es un oprobio para la humanidad entera, la retirada y el secuestro de niños por la administración sin sentencia judicial y con pruebas fabricadas etc, etc. El sistema de demostración científica, el propio sistema judicial como tal queda superado por la performance.
Otro es interno: Rusia no pudo construir un sistema capitalista que funcione. Las reformas de Yeltsin crearon un capitalismo criminal, absolutamente incapaz de construir o crear nada. Solo es apto para robar y sacar capitales y beneficios del país.
Todo esto sitúa ahora a Rusia en un urgente cambio de rumbo y en consecuencia en la necesidad de tomar decisiones sobre su propio camino civilizatorio: ¿es compatible con la vida y la historia de Rusia un camino del capitalismo clásico Occidental o tiene que retomar su propio camino de desarrollo y por lo tanto es aquí donde la experiencia soviética sería fundamental?
Pero para esto la élite rusa aún tiene que superar -el pueblo ya lo superó como demuestran todas las estadísticas y encuestas- la demonización de la etapa soviética.
Es algo que a los liberales les cuesta mucho, ya que pertenecen a la élite global posmodernista-destructiva (neoliberal/neofascista) . Pero es mucho más fácil y factible para el sector patriótico, incluso para el amplio sector patriótico no comunista.
6.- ¿Cómo se ve en Rusia el ataque continuo del imperialismo estadounidense y la OTAN? ¿puede dividirse Rusia?
El ataque continuo del imperialismo estadounidense y de la OTAN indigna a la gente, y hasta les cuesta creerlo y comprenderlo. Querían ser amigos del Occidente, entrar en él, fundirse con esa Europa que iría «de Vladivostok hasta Lisboa», pero cada vez ven más claro que es imposible.
El sector de la élite que representa Putin no está dispuesto a pagar por esta entrada con la partición del país.
Ahora, el comportamiento agresivo del Occidente produce debates muy emocionales en la prensa y la TV, se está tomando la difícil decisión de formalizar este «divorcio» y una nueva Guerra fría.
Una guerra fría sería lo único que podría evitar una guerra caliente, probablemente nuclear.
Por eso este cerco a Rusia y las constantes sanciones están ayudando tomar esta decisión fundamental para Rusia. También ayuda a la mayor unión ante un enemigo externo.
Han intentado dividir Rusia muchas veces, con muchas guerras, pero creo que en este momento y después de la experiencia del nazismo entronizado en Ucrania, será imposible dividir Rusia. La gente lo tiene muy claro, comprenden cómo se pretende criminalizar a Rusia y no podemos olvidar el rol que Rusia está jugando en el campo internacional.
7.- Aquí se conoce poco de la vida política interna de Rusia ¿quién es Kurginyan? ¿qué proyección tiene con la organización Sut Vremeni?
Serguei Kurginyan es director de teatro, físico, escritor y tal como cuenta él mismo en su entrevista, es lo que podríamos llamar el aglutinador o quien cohesiona ese proyecto político llamado Sut Vremini, con una voluntad sorprendente. Agrego y me arriesgo a decir que es un artista en el sentido más profundo del término, alguien que hace política como parte de la creación humana, se arriesga a crear en tiempos difíciles y a desafiar el nefasto sentido común que han impuesto la derrota y el neoliberalismo.
Tal como digo, no son tiempos fáciles pero Brecht decía ¿Qué haremos en los tiempos difíciles? Cantaremos y contaremos sobre los tiempos difíciles.
La organización Sut Vremini es una semilla que espero que germine. Ha crecido en todo el país y como se trata de formar un nuevo tipo de militante, un ser humano integral y responsable, capaz de tener un pensamiento histórico y crítico y de vivir según su voluntad y decisión, es posible que sea un proceso más lento, o no.
La historia no avanza linealmente sino con saltos, avances y retrocesos.
Creo que en la Rusia de hoy se está formando una nueva conciencia que cuenta con una inmensa experiencia histórica -la Revolución proletaria- con sus luces y sus sombras y que Sut Vremini recoge esta herencia para construir nuevamente el camino hacia el comunismo.
En la comuna ya hay una sala de teatro y una sala de conciertos. El teatro que allí se hace no es un teatro de evasión sino que está integrado al concepto de arte como parte fundamental de la vida humana. El año pasado vi una obra fantástica, de debate histórico, sobre el XV congreso del PCUS. Y este año se está ensayando y se estrenará una sobre Stalin. El arte es pensamiento y es necesariamente política, vida colectiva, cuando es arte profundo.
En este contexto, Kurginyan es uno de los ideólogos mas importantes. Ahora mismo, cuando Rusia necesita urgentemente una ideología, es invitado a muchos programas en prime time y por esto tiene oportunidad de hacer llegar sus ideas a mucha gente.
Hace muchas obras de teatro con este mismo sentido. Ha escrito y escribe estudios y textos fundamentales que ayudan a la formación ideológica. Dedica muchas fuerzas a la comuna y al movimiento.
«Sut Vremeni» lucha en muchos frentes, como ya se ha descrito en el libro.
Ayudó a prevenir la revolución de color en 2011, tiene una universidad, especializada en guerras del Soft Power con diversas cátedras: 1.Guerra Ideológica 2. Guerra conceptual; 3. Guerra política; 4. Guerra informativa-psicológica; 5. Guerra clásica 6. Guerra social 7. Guerra contra la cultura; 8. Guerra contra la historia; 9. Guerra metafísica; 10. Guerra difuso-separatista; 11.Guerra por el orden mundial; 12. Guerra económica; …
Al mismo tiempo Sut Vremini participa activamente en temas de micro política para cambiar las leyes dañinas que los liberales y las élites aliadas a Occidente pretenden imponer. Y es prioritaria la formación de los jóvenes. Se hacen amplias encuestas sociológicas. Lucha por la memoria histórica, contra el cambio de nombres de calles y ciudades, la destrucción de monumentos soviéticos, contra la propaganda de Solzhenitsyn etc.
El movimiento Resistencia de padres y madres de Rusia lucha por la calidad de educación, y contra la Justicia juvenal. Reedita libros de texto soviéticos para colegios (renovados y revisados críticamente).
Hace periódicos de pared y mesas de formación sobre historia y otros temas para colegios y los distribuye por todo el país.
Publica libros y estudios monográficos, como por ejemplo el estudio del «Ucranianismo como un constructo ideológico» occidental, en las diversas etapas de su expansión al oriente para apropiarse de sus territorios.
Tiene una agencia de información y un periódico en papel con su versión digital- Web en varios idiomas.
Tiene también una unidad de combatientes que lucha en Donbass.
8.- Usted convivió con militantes de la organización comunista Sut Vremeni durante cursos de formación política y jornadas de trabajo físico, aunque todo ello llama mucho la atención en la lectura por las búsquedas intelectuales y la entrega militante, me quiero detener en uno de los aspectos que se ponían sobre la mesa en las reuniones, los conceptos y sobre todo los nuevos conceptos, cuya explicación ha llevado a descubrir la guerra que en el interior mismo de la sociedad ha desatado la derecha en Rusia con el apoyo del imperialismo estadounidense y sus fundaciones, entre otras las de Soros. ¿nos puede hablar de ello?.
La guerra contra la Unión Soviética se inicia en el momento mismo del triunfo de la revolución bolchevique.
Para poder comprender esto se hace un trabajo profundo de análisis sobre el terreno, se estudian los lazos de las fundaciones y las ONG rusas con sus fuentes de financiación extranjeras.
Después estos estudios se llevan a espacios de discusión publica y también se publican en los medios de Sut Vremini. La figura de Soros, sus convicciones ideologicas y su forma de actuar fue estudiada en profundidad. Hay abundante documentación y análisis. Existen varios artículos de Anna Kudinova, que demuestran como precisamente este tipo de organizaciones aparentemente «humanitarias» no actúan a través de las fuerzas de derecha sino precisamente utilizando a las fuerzas de la izquierda, invirtiendo y manipulando el sentido de las luchas.
Este análisis exhaustivo y serio precisamente falta en España, y por esto tal vez hay mucha desconfianza entre la izquierda que no entiende cuál es el origen y el problema principal. Para entenderlo es necesario investigar y comprender cómo se manipulan las propias banderas de la izquierda, cómo se confunden, cómo se fragmentan las luchas y como esa energía mal dirigida termina siendo aprovechada -con un discurso emotivo e irracional- por las fuerzas más reaccionarias. El objetivo de las organizaciones financiadas por Soros es este, y no es casual que hayan participado en todas las revoluciones de colores destinadas a generar el caos, los golpes blandos y el crimen organizado. Todo bajo un paraguas bastante raído llamado «democracia» o «humanitarismo».
Lenin decía que antes de que decidas unirte, debes separarte apropiadamente.
9.- En su libro se habla de la pasión y la formación humana integral, junto con la ideológica, política, cultural y hasta militar ¿qué significa esa conjunción?
Eso es un ser humano dispuesto a transformarse y a transformar lo que le rodea, un ser humano capaz de imaginar y crear otro mundo, otras relaciones humanas y sociales. Un ser humano capaz de amar y de vivir de otra manera, en una práctica que requiere mucha coherencia y voluntad. Un ser humano despierto.
Esto que Guevara llamó el «hombre nuevo» es un proceso dialéctico, donde en la medida que me propongo transformar la sociedad en la que vivo, yo misma me transformo en alguien cada día más completo, porque vivo, me formo, pienso y trabajo según mis convicciones y mi conocimiento.
Significa un hombre integro, completo. Un hombre no alienado de su esencia humana, creador. Que desarrolla la capacidad de crear lo nuevo y superar cualquier condicionamiento impuesto por la naturaleza, su propia psicología o la sociedad. Un hombre nuevo en definitiva.
La revolución es un proceso largo y complejo. Requiere una voluntad enorme y esa voluntad es como la del artista que cada día aprende a realizar mejor y más profundamente el sueño colectivo.
La barbarie capitalista, por el contrario, necesita un hombre aislado y embrutecido, que sea un enemigo de su prójimo y que esté dispuesto a obedecer como un autómata regido por el miedo.
El revolucionario es la antítesis, no puede haber revolución sin una inmensa capacidad creadora y ese es el objetivo del salto cualitativo, propiamente humano.
10.- La literatura, el teatro, el cine, la música, … el arte en su conjunto entra en el aprendizaje de Sut Vremeni, hay un párrafo que puede cerrar esta ocasión que me ofrece para hablar con usted:
«A. A. Bogdanov decía que no basta sólo con el concepto de lucha de clases, sino que esta lucha (la lucha de clases) es profundamente cultural», ¿qué quiere decir «profundamente cultural»?
La cultura, la capacidad de reflexionar y actuar, no puede ser un instrumento en manos del poder capitalista que siempre ha usado el campo cultural (cine, tv, radio, literatura, música, etc. ) para dominar y controlar a la gente. La «cultura» hoy se entiende como una mercancía. Y esta «cultura» occidental es una fábrica de imbéciles destinados a repetir las consignas que reciben tanto subliminal como directamente. La educación misma está enfocada a la deshumanización que implica la competencia salvaje y la negación de la cultura como un hecho social, colectivo. Es la antítesis del ser humano creador. Es cultura que naturaliza la desigualdad, la injusticia, la violencia, la ideología dominante , en síntesis.
Un supermercado donde es posible creer que la vida es muy variada y llena de novedades dispuestas a ser compradas, pero no alcanzan los anaqueles del mundo para tapar la decadencia cultural de occidente. Basta leer los periódicos o investigar los contenidos de la televisión. El lenguaje mismo está siendo destruido y en ese campo se libra una batalla muy intensa.
El capitalismo agónico necesita desarmar y fragmentar el pensamiento y la vida para crear masas obedientes, con deseos neuróticos nunca saciados, e incapacitadas para ver o entender su propia realidad. Eso es la alienación profunda. Un mundo triste que genera barbarie, es decir incapacidad para relacionar los hechos. Para decir saludablemente «NO», y empezar a pensar en otras posibilidades. Además es una cultura del miedo, del terror, mientras se muestra a si misma como la más libre y permisiva. Es una maquinaria capaz de desvirtuar hasta las cosas más pequeñas y transformar los derechos humanos básicos en mercancías perversas. Las tan mentadas luchas de genero, contra la violencia, por la ecología, por los animales, etc etc, se separan y se dividen cuando realmente estas luchas parciales tienen una raíz muy clara en el mismo corazón del sistema. Es lo que la cultura dominante necesita ocultar. La intima relación entre la existencia y la conciencia. El viejo y tan vigente concepto de la lucha de clases, como bien señala Bogdanov..
La «cultura», los «intelectuales» se venden y se han vendido con mucha facilidad a los temas que el sistema propone. Libros, películas y series que parecen salidos de los laboratorios del control ideológico y que son los que llegan al gran público con inmensas campañas publicitarias. Una mercancía venenosa. Muy bien empaquetada y difundida. Un producto que la publicidad ya en los años 40 había estudiado muy bien para imponer lo que se conocía como el american way of life. .
La otra cultura, la cultura que se propone desde Sut Vremini, entender la política como un hecho también «profundamente cultural» quiere decir que está en la cultura y en el propio interior del hombre que hay que transformar. Pero esto decían al inicio todos los marxistas y lo decía Lenin y lo decía Stalin. Después lo olvidaron y dejaron al hombre como una si fuera una «constante» y no un proceso y empezaron a insistir sólo en el progreso técnico. Es allí donde se produce el corte, la llamada barrera de Piters que ahora mismo amenaza a toda la humanidad.
Solo el nuevo hombre podrá transformar este mundo, pero a estos hombres y mujeres aun hay que crearlos y educase para que mañana lo podamos hacer. Y es posible ahora tanto en Rusia como en los países Occidentales, ya que el tiempo y el nivel de vida -básico y austero- en principio lo permiten si hubiera voluntad.
11.- ¿Desea añadir algo más?
Si, no hay más alternativa que socialismo o barbarie, como decía nuestra querida Rosa Luxemburgo. Y los caminos son difíciles pero hay que abrirlos y caminarlos antes que este sistema extermine a la humanidad sin que ni siquiera nos demos cuenta…
Sara Rosenberg, muchas gracias por su atención. Desde aquí invito a quien lee que ponga la mayor atención a su libro, tan sensible y tan agudo.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: «Gaza 51 días», «Palestina. Crónicas de vida y Resistencia», «Dietario de Crisis», «Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero», y «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios». Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.