El lunes 16 de enero de 2023 comenzó la 53ª Reunión Anual del Foro Económico Mundial que se ha venido realizando cada tercer lunes del mes de enero en Davos (Suiza).
En realidad es una reunión en la que se juntan las más poderosas corporaciones transnacionales del planeta, con gran influencia de las todas poderosas corporaciones transnacionales armamentísticas, para decidir la marcha del mundo durante el próximo año 2023 (que deciden más que todos los estados del mundo) y tratará de hacerlo según marcan los principios económico-sociales de neoliberalismo global made in EE. UU. Estos principios se fijaron desde poco antes de la globalización, cuyas pautas fueron estipuladas en 1989, como unas “sagradas tablas de la ley”, confeccionadas por el Consenso de Washington (W.C.), curiosamente muy poco conocido, cuyos 10 mandamientos básicos eran los siguientes:
1. Disciplina presupuestaria.
2. Cambios en las prioridades del gasto público (reducir los presupuestos en áreas menos productivas: la sanidad, educación e infraestructuras).
3. Reforma fiscal encaminada a buscar bases imponibles amplias y tipos marginales moderados.
4. Liberalización financiera, especialmente de los tipos de interés.
5. Búsqueda y mantenimiento de tipos de cambio competitivos.
6. Liberalización comercial.
7. Apertura a la entrada de inversiones extranjeras directas.
8. Privatizaciones.
9. Desregulaciones (de precios y salarios).
10. Garantía de los derechos de propiedad.
Estas pautas suicidas a largo plazo son las que nos están hundiendo es esta distopia que ya empezamos a sufrir, con cambios climáticos, calentamiento global, contaminación de suelos aguas y aire, aniquilamiento de la biodiversidad, desertificación galopante (a una velocidad de 7 km por año), aumento de la hambruna del Tercer Mundo, huidas migratorias desesperadas, aumento de tensiones bélicas cada vez más intensas y generalizadas, etc.
El Foro de Davos ha reunido a 2.700 líderes de 130 países, entre ellos 52 jefes de Estado o de Gobierno. Bajo el tema “Cooperación en un mundo fragmentado” Klaus Schwab, Fundador y Presidente Ejecutivo del Foro Económico Mundial en la apertura afirmó: “Necesitamos reforzar la cooperación entre los sectores gubernamental y empresarial, creando las condiciones para una recuperación fuerte y duradera. Al mismo tiempo, debe reconocerse que el desarrollo económico debe hacerse más resistente y sostenible y que nadie debe quedarse atrás”.
Bonitas palabras, pero nada sinceras. Son capaces de expresar espíritu de enmienda, pero es imposible que lleguen a realizarlo. Por ejemplo, las multinacionales de Europa Occidental, a causa del ya agotamiento de recursos de energías del gas y del petróleo, y debido a verse empujadas por EE. UU. a realizar sanciones a Rusia, no les queda otro recurso que volver a las minas de carbón mucho más contaminante que el gas ruso. Y eso que se defiende “que el desarrollo económico debe hacerse más resistente y sostenible” dicen resistente, pero es más bien resiliente, pero solo para las “personas de a pie”. Y dicen sostenible, pero quieren hacerlo a base del uso insostenible y suicida del carbón, y potenciando guerras cada vez más mortíferas y contaminantes.
El neoliberalismo global made in USA habla de mercado libre, pero China tiene sus razones para acusar a EE. UU. de proteccionismo económico dentro de sus fronteras.
Asistieron a Davos-2023 sólo 52 presidentes o jefes de gobierno, de los casi 200países del planeta. Pero no fueron los presidentes de países tan gigantescos como China, Federación Rusa, India, etc. que engloban a más de la mitad de la población mundial. Parece que la globalización tiende a romperse, que una mayoría de países no acepta esta globalización de empresas dudosas de buena reputación, poco democráticas y neocolonialistas, como pueden ser entre otras muchas, BlackRock, Carlyle, Nestlé, Banco, Central Europeo (nada democrático), etc., etc. Casi todas ellas manipuladas por los EE. UU.
Y que algunas como la mencionada BlackRock están especializadas en potenciar al Complejo Industrial Militar de EE. UU., y en consecuencia las guerras y las penalidades planetarias. Algo que ha encumbrado a esta super multinacional al máximo poder económico del mundo. Solamente BlackRock tiene casi 10 billones $ en activos bajo gestión. Eso es más que el PIB de todos los países del mundo excepto EE. UU. y China. Pero es que Blackrock junto con Vanguard Group reúnen unos activos financieros de entre 20 y 25 billones$, (con “B”) superando los 23 billones $ del PIB de EE. UU.,(la primera economía mundial) y más del 20% del PIB mundial. Y esto es tener poder para manejar al completo el planeta Tierra, y mandar por encima de los Estados.
Todo esto nos indica que ha comenzado una NUEVA ERA MULTIPOLAR. Quela globalización se ha roto en dos bloques el de occidente, que puede llamarse la “anglosfera”, dominada por los países anglosajones neocoloniales, que presenta una postura bélica ofensiva; y el bloque de oriente que se mantiene a la defensiva y defiende la multipolaridad.
Este enfrentamiento se está planteando en dos tipos de guerras, una guerra caliente, la de Europa que se mantiene en fuego activo, de momento en Ucrania[1], pero que tiene todas las trazas de que se generalice para toda Europa. Y una guerra fría la de China, que se defiende dela agresión exterior, principalmente la de EE. UU., GB, Japón y Australia, con su “collar de perlas”, una serie de bases militares en suelo de aguas jurisdiccionales chinas.
Notas:
[1]En realidad, la mal llamada guerra de Rusia contra Ucrania no empezó el 24 de febrero de 2022, sino que fue iniciada en el 2014 por los EE. UU. (expertos en tirar la piedra y esconder la mano y acusar de bélico al apedreado)Rusia, forzadamente, se vio obligado a iniciar una reacción de resistencia violenta. Y es que no fue una sola guerra fueron tres sucesivas:
-La guerra urbana del Euromaidán (enero 2014), iniciada por los fascistas ucranianos + la CIA+ la ayuda potente de la OTAN y la E.U.
-La guerra del Dombás (agosto de 2014) iniciada por la resistencia antinazi y anti-golpe de estado ilegitimo (el perpetrado por el “espíritu del histórico nazi Bandera” o “espíritu Banderoski”) en la región del Dombás (el Don Bajo).
-La guerra civil de la resistencia antinazi (febrero 2024) contra el gobierno títere (de EE. UU.) de Kiev.
Julio García Camarero es doctor en Geografía por la Universidad de Valencia, ingeniero técnico forestal por la Universidad Politécnica de Madrid, exfuncionario del Departamento de Ecología del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y miembro fundador de la primera asociación ecologista de Valencia, AVIAT
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