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La derecha avanza en Ecuador

Fuentes: Caras y Caretas

El empresario Daniel Noboa completará el período presidencial de Guillermo Lasso, tras haber resultado electo en las urnas con el 52,1 por ciento de los votos, por sobre los casi 48 puntos que obtuvo la correísta Luisa González. Un triunfo del neoliberalismo.

El político y empresario Daniel Noboa Azín, de la coalición Acción Democrática Nacional, será el próximo presidente de Ecuador tras derrotar a Luisa González, de Revolución Ciudadana. Noboa obtuvo el 52,1 por ciento de los votos en la segunda vuelta de las elecciones anticipadas, mientras la aspirante del partido del ex presidente Rafael Correa sumó el 47,9. Con solo 35 años, será el presidente más joven de la historia de Ecuador. Su esposa y madre de su segundo hijo, la modelo e influencer de 25 años Lavinia Valbonesi, será la primera dama, y se la vio muy activa en sus redes sociales, paseando en las calles de los sectores más pobres de Ecuador.

Noboa cumplirá una parte del mandato que comenzará en diciembre, sin fecha por confirmar, y se prolongará solo hasta mayo de 2025, hasta completar el período presidencial de Guillermo Lasso, que disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones anticipadas en medio de un juicio político por presunta corrupción.

Perteneciente a una familia de empresarios multimillonarios de Guayaquil, su abuelo, Luis Noboa Naranjo, ya muerto, fundó la Exportadora Bananera Noboa y llegó a ser considerado el hombre más rico de Ecuador. Su padre, Álvaro Noboa Pontón (Guayaquil, 1950), expandió el negocio familiar más allá del banano hasta controlar un entramado multinacional de empresas bajo la insignia del Grupo Noboa. Una familia exitosa en los negocios y acusada en varias oportunidades por evasión de impuestos y explotación laboral. Pero los pueblos olvidan o no quieren recordar el pasado de sus gobernantes.

Todos los miembros de la familia Noboa intentaron de mil formas llegar a la presidencia de Ecuador. Mientras tanto, Daniel Noboa se preparó en prestigiosas universidades de los Estados Unidos. Completó los grados de Administración de Negocios en la Universidad de Nueva York, Administración Pública en Harvard Kennedy School, y una maestría de Gobernanza y Comunicación Política en la Universidad George Washington.

Tras la disolución del Parlamento con la activación de la muerte cruzada (disolución de la Asamblea) por parte del presidente Lasso en mayo pasado, se presentó como precandidato por ADN (una coalición de tres movimientos) con un perfil diferenciado del de su padre. Otra de sus estrategias para diferenciarse y despegarse del perfil conservador de su familia fue inclinarse hacia ideas progresistas en lo social, como el apoyo a la comunidad LGTB y un marcado énfasis en la educación. Pero el joven Daniel no estará solo en la fórmula sino que lo acompaña Verónica Abad, elegida vicepresidenta, que se autodefine derechista liberal y provida. Después, Abad aclaró que su posición liberal la lleva a pensar que solo deben existir tres derechos naturales: vida, libertad y propiedad.

Campaña sucia 

La candidata que representa al correísmo, Luisa González, creció entre los campos rústicos (montubios), montando a caballo y manejando el machete. Y, por eso, se define como una “manaba auténtica”. Allí también estudió la secundaria, en un centro religioso. Una influencia presente en su vida, pues se refiere a sí misma como una mujer con “convicción católica”. Un perfil político opuesto al del candidato electo Noboa y una potencia política invencible.

La campaña y el proyecto de gobierno de Luisa González ponían en peligro los intereses de las oligarquías de turno. En medio de la campaña, el correísmo fue acusado del asesinato del candidato presidencial del Movimiento Concertación, Fernando Villavicencio, el 9 de agosto último. Luego, llegaron las amenazas de muerte a González.

Si algo se propusieron el Poder Judicial y la ultraderecha en Ecuador, es que Rafael Correa no vuelva a ser presidente. La campaña sucia que se desató contra Luisa González se debió en parte a su condición de aliada de Correa, dispuesta a gobernar con los mismo principios que el ex presidente, hoy perseguido judicialmente bajo una nueva “guerra judicial” que se ha desplazado en toda nuestra región.

Así como pudieron doblegar a Lenín Moreno, que bajo presión de la derecha en lo interno y de los EE.UU. desde lo externo se quitó su máscara amable y de izquierdas, inservible para aplicar a fondo el proceso de regeneración neoliberal y de sumisión a los EE.UU., el presidente electo Daniel Noboa Azín no tardará en desenmascarar y desplegar sus políticas neoliberales, ya no bajo presión, sino asumiendo su rol como heredero de una familia encriptada en el corazón del poder económico de Ecuador. Pero el correísmo está muy presente en el pueblo ecuatoriano ya que la elección de Luisa González fue muy buena, y aún queda un tramo por recorrer.

Fuente: https://carasycaretas.org.ar/2023/11/01/la-derecha-avanza-en-ecuador/