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Entrevista a Norberto Bacher, miembro fundador de la “Escuela de Formación Socialista Manuel Toboada”

«La derecha no le presenta a la población ningún plan alternativo, su única consigna es salir de Maduro»

Fuentes: Rebelión

Entrevista a Norberto Bacher, miembro fundador de la «Escuela de Formación Socialista Manuel Toboada». M.H.: Ha habido un giro político en Venezuela a partir de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente que se ha ratificado en las últimas elecciones a gobernadores donde podríamos decir que el chavismo ha recuperado la iniciativa política, no solamente […]

Entrevista a Norberto Bacher, miembro fundador de la «Escuela de Formación Socialista Manuel Toboada».

M.H.: Ha habido un giro político en Venezuela a partir de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente que se ha ratificado en las últimas elecciones a gobernadores donde podríamos decir que el chavismo ha recuperado la iniciativa política, no solamente en lo institucional sino también en las calles.

N.B.: Efectivamente. A grandes rasgos coincido con tu apreciación y es lo que realmente ha sucedido. Recordemos que entre el mes de marzo de este año y hasta que se aprobó la Constituyente el 30 de julio, parecía que había multitudes que se manifestaban en las calles en forma opositora al gobierno con una violencia inusitada y parecía que el gobierno no tenía forma de controlar, porque parecía una revuelta popular, de esas que vimos en otros escenarios en Ucrania, alguna vez en alguna región del Medio Oriente y que una suerte de rebelión popular estaba destinada a derrocar al gobierno de Maduro. Contando además con todo el apoyo internacional tanto de las fuerzas estadounidenses como del capitalismo central europeo. Y en una gravísima situación económica parecía que el único apoyo que tenía el gobierno de Maduro era el de las bayonetas, el poder militar, que lo sostenía y que ya se sabe históricamente que solamente con el poder militar no se puede gobernar, salvo situaciones muy extremas y que no son las del contexto actual mundial, mucho menos de América Latina, y que era insostenible la situación de Maduro.

Hoy en pocos meses parece que eso ha cambiado totalmente. Encontramos un gobierno más afianzado y una oposición desquiciada, dividida. Todas esas manifestaciones de repente se han disipado. ¿Cómo se entiende esto? Según datos oficiales entre marzo y julio hubo 6.386 manifestaciones, contabilizadas por el gobierno, de las cuales más de 5.000 fueron opositoras, la gran mayoría con violencia y muerte; 121 muertos admitidos aunque pudiera haber algunos más porque hay casos confusos. Incluso algunos componentes ubicados ideológicamente a la izquierda condenaron al gobierno de Maduro y llamaban a sumarse a esta revuelta popular. Esto se disipó.

¿Qué pasó? Hay que entender primero que hay una situación de crisis económica provocada por dos factores, primero algo que la derecha y alguna parte de la izquierda no quieren admitir que hay una verdadera guerra económica desde que Maduro tuvo que asumir el gobierno luego de la muerte de Chávez en el año 2013. Hay una verdadera guerra económica provocada por los factores locales e internacionales de la burguesía que conservan gran poder económico.

En segundo lugar hay errores de gestión y de formaciones de gran parte del aparato del Estado, porque gran parte de la economía está estatizada, que han agravado esta situación. Tercer elemento, ha habido vacilaciones dentro de las propias esferas de las fuerzas oficiales, hay tendencias contradictorias, algunas reformistas que priman y que no han tomado algunas medidas que hubiesen podido frenar eso. Esta conjunción de factores ha llevado a una situación económica muy grave que ha deteriorado el nivel de vida del pueblo.

Por otro lado, hay una guerra política sostenida contra la revolución bolivariana desde el día que asumió Chávez en 1999 e incluso antes. Hay un verdadero ataque que ha continuado y se ha agravado con la presidencia de Maduro. El chavismo ha demostrado que no es un fenómeno pasajero, que hay un núcleo duro del pueblo, numéricamente muy importante, si queremos podemos llamarlo «vanguardia» pero en todo caso ese término no nos remite a un pequeño núcleo cuantitativamente, sino a una masa enorme que esta afincada en la ideología del chavismo, en su propuesta política, lo que ha sembrado Chávez durante todos estos años de revolución bolivariana, con sus blancos y sus negros y que tiene también un sentido muy crítico sobre muchas acciones pero que sabe que del otro lado lo que viene es la derecha pura y dura y fundamentalmente bajo una forma fascista que va a tender a aplastar a las masas. Eso explica que una parte importante del pueblo haya resistido esto.

Por el lado opositor lo que hay es una conjunción de masas que por su situación se suman a la protesta social, pero hay un núcleo duro que dirige eso, que está orquestado directamente por el imperialismo, que tiende a liquidar todas las conquistas sociales, económicas y las transformaciones políticas que ha realizado la revolución y para eso necesita no solo recuperar el poder sino aplastar al movimiento de masas.

Además, en el movimiento chavista hay una sólida alianza con el sector militar, que viene del nacionalismo y en el cual hay elementos que han girado a la izquierda, que están comprometidos con un proceso de transformación social, no sé si profundamente socialista, hasta qué punto pueden comprenderlo, aunque hay individuos que asumen plenamente la idea socialista. Pero en todo caso son profundamente anti yanquis, antiimperialistas y están en confrontación. Ese no es el ejército que le serviría en ningún país de América Latina a la burguesía para gobernar. Entonces una de las primeras tareas sería aplastar a ese ejército. Esa alianza es garantía de supervivencia. Y esto no solo como dice la derecha, porque hay corrupción, porque la hay como en todas las sociedades, también en el seno de las FF AA, pero también hay fuerzas que no son corruptas, que son patriotas militares de graduación media, baja, que no tienen manejo de fondos importantes del Estado y están comprometidos con el proceso bolivariano.

Ha habido una modificación doctrinaria desde el punto de vista de la concepción militar. Entonces esta conjunción de factores ha disgregado a la derecha. La derecha se jugó en una escalada fascista, toda esta violencia fue en gran medida orquestada por grupos paramilitares, algunos venidos de Colombia, otros apoyados en el hampa, financiados con suculentos fondos de las agencias norteamericanas de inteligencia que han intervenido profusamente. Y además la derecha no le presenta al conjunto de la población ningún plan alternativo de gobierno, su única consigna es salir de Maduro a como dé lugar.

Por supuesto rota esta ilusión de que iban a quebrar esa resistencia, esta fuerza entre unidad popular, militar y voluntad de combate de un sector no desdeñable de la población y de aguantar la situación crítica, todo ese andamiaje montado por la derecha se desmorona. Como contraposición la dirección bolivariana hace una jugada de ajedrez política maestra, que es la convocatoria al Poder constituyente. Más de 8 millones concurrieron con una asistencia que superó eso, hubo mucha gente, con un 42% de presentismo. Recordemos que en Venezuela las elecciones son voluntarias, no obligatorias como acá. Esto quiere decir que una parte, inclusive del sector opositor fue a votar, no apoyó a la Asamblea, pero fue a votar. Esto automáticamente desarticuló la violencia de las calles. Ahora el problema es que la Asamblea Constituyente dé respuestas. Neutralizó a la Asamblea Nacional que estaba en manos de los opositores y que nunca cumplió ninguna de sus tareas institucionales, desde el día en que se instaló se dedicó a plantear que había que salir de Maduro, primero dijeron en 6 meses a principios de 2016, esta situación ha desmoralizado y fracturado a la oposición.

Se llamó a elecciones de gobernador que estaban demoradas entre otras cosas porque es casi imposible votar en esa situación de violencia. El 15 de octubre se llevaron adelante con una asistencia del 61%, de las 23 gobernaciones el chavismo ganó 18, la derecha conquistó 5 contra sus expectativas y si bien ganó algunas gobernaciones, perdió lugares estratégicos para la acción política. En primer lugar el Estado que rodea Caracas, que pertenece al Estado Miranda cuyo gobernador era quien tuvo el liderazgo de la oposición, Henrique Capriles Radonski, y perdió ese Estado que es justamente en zonas de la alta burguesía, que fue donde más violencia se registró y se mostró profusamente a través de todos los medios.

 

Muchos trabajadores de PDVSA han sido castigados por oponerse a la burocracia corrupta

M.H.: Hoy recibiste un llamado de Venezuela de un compañero trabajador de PDVSA y tenés novedades frescas.

N.B.: En realidad una de las novedades que tiene gran importancia es erradicar la propia burocracia que está en el seno del Estado que ha corrompido y trabado muchas iniciativas. Los trabajadores de PDVSA saben mucho de esto porque llevan una larga lucha adentro, en forma más abierta, en forma más soterrada. Muchos de ellos han sido castigados por oponerse a esa burocracia, pero desde que se cambió la fiscal del Estado, que anda por el mundo victimizándose, el nuevo fiscal que designó la Asamblea nacional constituyente, Tarek William Saab, que fue diputado constituyentista, también diputado en la época del golpe, fue gobernador dos veces en el Estado de Anzoátegui y ahora fue designado fiscal de la República. Han avanzado todas las denuncias por corrupción y hay una gran cantidad de gerentes procesados por negociados dentro de PDVSA. Esto es muy importante porque significa una verdadera estafa al Estado, un verdadero desfalco. El compañero me refirió un audio donde el propio fiscal explica en breves minutos la tarea de depuración en un informe del día de ayer (1/11):

«El brazo ejecutor, era un bufete entre otros bufetes dedicado a extorsionar empresarios, a extorsionar empresas a las cuales llamaban previamente, le abrían una investigación pero no tenía impulso procesal y las pocas investigaciones que se hacían eran de casos muy puntuales que no avanzaban. Aquí están las listas, los voy a mencionar. Con solo dos meses de gestión nuestra en este ministerio público hemos logrado 16 detenidos en la trama de corrupción de Petrozamora, estoy hablando solamente del desfalco del daño, no me estoy refiriendo a otro delito, ni el combate a drogas ni a ningún delito de los que establece el Código penal, solamente me estoy refiriendo al daño causado a la industria petrolera. 16 gerentes y funcionarios de Petrozamora, 6 de la mafia que tiene que ver con la devastación de casi mil vehículos para ser traficados ilegalmente en las calles del país, 4 gerentes de Petro Campo, 3 de Bariven, 2 de PDVSA, esto nos da una cifra inédita en un poco más de dos meses de 32 funcionarios, entre ellos 5 altos gerentes de la industria petrolera que actuaron en contra del pueblo de Venezuela.»

Este es un índice de un informe que estaba dando el fiscal.

 

M.H.: Esto fue en estos días.

N.B.: Sí. Ayer se llevó preso al jefe de la central de compras de PDVSA, una persona que maneja miles de millones de dólares. La central se llama Bariven. Lo llevaron preso por sobre precios y está siendo investigado por denuncias, cosa que los trabajadores vienen denunciando hace años y no hallaban eco a sus denuncias, incluso aquéllos que lo hacían eran castigados.

Esto no va a solucionar el problema pero es un aliciente moral. Todo proceso revolucionario sin moral no avanza. Esta ética que necesita todo proceso social y sobre todo un proceso de cambio. Es fundamental que la revolución tenga capacidad de auto depurarse de todos los elementos que no hacen más que mostrar la lucha que hay entre el viejo Estado que permanece amurallado en las instituciones y las nuevas luchas por las transformaciones.

Por supuesto que esto no va a dar respuesta inmediata a una situación económica para la cual hay que tomar medidas económicas que terminen con la hiperinflación que hay, con el acaparamiento por parte de la burguesía. Ayer Maduro anunció medidas de contingencia, el gobierno permanentemente, a diferencia de lo que hacen los gobiernos neoliberales que buscan ajustar, trata de enfrentar todo esto tomando medidas de contingencia para paliar la situación, por supuesto mecanismos perversos de esta guerra económica de esta hiperinflación devoran enseguida las medidas que se toman pero evitan la hambruna, sino no se explica que se sostenga el pueblo, aun con muchísimas deficiencias. Para dar como ejemplo, hace poco menos de un año que volví de Venezuela, en ese momento un buen salario se estimaba en unos 70/80.000 Bolívares, 100.000 Bolívares pasaba a ser un salario alto, ayer el gobierno fijó el salario mínimo en 456.000 Bolívares. Esto no alcanza a la inflación desatada, no llega a compensar, siempre queda por detrás como ocurre en todos los procesos inflacionarios que ocurren en la economía. Hay que erradicar las causas de esto. Está la expectativa, me decía este compañero y recibo el informe de sectores populares con los que mantengo contacto permanentemente, que está el pueblo a la expectativa de que se tomen correcciones y a cortísimo plazo. Está en manos de la Asamblea nacional constituyente tomar una serie de leyes, pero luego hay que ver cómo se gestiona la implementación. Aun así hay una expectativa en un sector importante y este es el punto más débil en este momento del proceso revolucionario. Si el gobierno detiene esta embestida se va a afianzar fundamentalmente para el próximo proceso eleccionario que es en diciembre, cuando haya renovación de Alcaldes en las 391 alcaldías en las que está dividido el país.

 

La oposición ejerció violencia sobre los propios sectores sociales que controlan

M.H.: El gobierno de Maduro a pocos días de haberse conocido los resultados de las elecciones a gobernadores convoca a las elecciones de alcalde. Y varios de los partidos de oposición que se habían presentado a las elecciones a gobernadores han anticipado que no van a participar de esta nueva elección. ¿Cuál es tu análisis al respecto?

N.B.: Sí, vamos a contextualizar. Primero la elección a gobernador estaba demorada, tendría que haberse realizado a fines del año pasado o principios de este año. Estaban excedidos los plazos, la convulsión del país hizo que el Consejo Nacional Electoral, porque en Venezuela hay 5 poderes, el control electoral no lo tiene como acá un Juez federal designado por el Poder ejecutivo, hay un poder electoral electo por la Asamblea nacional que tiene un mandato según la Constitución y forma el Consejo Nacional Electoral; convoca a las elecciones de Alcalde porque vence el período y corresponde la renovación en diciembre. Creo que la fecha que se maneja es el 10 de diciembre.

El gobierno le exigió a los 5 gobernadores electos de los opositores que se avengan al Poder constitucional y que asuman frente a la Asamblea nacional constituyente. De esos 5, 4 se avinieron y solamente uno del Estado Zulia, que por cierto es de tendencia fascista, de apellido Guanipa y con conexiones con los paramilitares colombianos, ya que es un Estado lindante con Colombia, al oeste del país, se negó. Por lo tanto, las elecciones van a ser en todas las alcaldías y a gobernador en Zulia, al no asumir el gobernador electo frente a la Asamblea Constituyente, esta desconoció su mandato. Por cierto el PSUV con su candidato chavista perdió allí.

La oposición sale de esto fraccionada y esa es la verdadera razón que estén en una verdadera encerrona; si se presentan a elecciones corren riesgo de tener más pérdidas y desmoralizar más a sus bases sociales que ya lo están mucho, porque no echaron al gobierno como prometían al principio de 2016, su precaria alianza se fracturó, hay luchas internas abiertas, llevaron a la violencia y la ejercieron incluso sobre los propios sectores sociales que ellos controlan, sometieron a su propia población a un ejercicio de violencia cotidiana, a impedirles salir de sus casas para hacer las compras o ir a trabajar. Todo esto ha llevado a un desgaste y a una situación sin salida.

Muchos de estos sectores alentaban la opción de una intervención externa, que por supuesto no llega, pese a todas las presiones externas y al cuadro negativo que hoy existe en América Latina, donde gobiernos que antes eran centro izquierdistas o progresistas han derivado a la derecha como el caso de la Argentina y Brasil que hoy encabezan la embestida de lo que se llama el Grupo de Lima que está siendo junto con el Secretario general de la OEA, Almagro, punta de lanza para justificar una política intervencionista que no van a lograr porque no tienen un contexto favorable.

 

M.H.: De todas maneras es un grupo minoritario de países latinoamericanos.

N.B.: Tan minoritario no es, son 12, a la OEA no le dan los números pero están todos los grandes, está Colombia en primer lugar que es frontera y con un gobierno derechista, México, Brasil, Argentina, Chile, Perú, a los que se suman países con menor envergadura económica como Panamá, Honduras, Paraguay. Pero es un bloque con poder de incidencia y de daño en cuanto a apañar mecanismos de bloqueo económico, aunque no van a poder hacer la intervención militar que era la expectativa con la que jugaban.

Todo ese esquema golpista debía terminar con una intervención externa vía OEA o algún mecanismo de ayuda humanitaria como sucedió en Haití y en tantos otros países. Todo eso fracasó. La consistencia del pueblo chavista impidió todo eso.

Entonces, el hecho de no presentarse es por un lado para evitar desgastarse pero, por otro, los fractura aun más, se van a dispersar, al margen de que algunos partidos se quieran presentar porque hay sectores territoriales que ellos controlan y tendrían la posibilidad de ganar algunas alcaldías y renunciar a la institucionalidad es un auto suicidio.

Ya hicieron esto en 2005 negándose a presentarse a la elección a diputados y no obtuvieron ni uno. Después de la derrota que habían tenido en 2003/04, siempre acusaron de fraude, dijeron que no podían presentarse, la conclusión es que el proceso bolivariano estaba en ascenso, tuvo el control absoluto de la Asamblea nacional y ellos perdieron todos los recursos institucionales. Están en una encerrona y además si no hacen esto, cómo se preparan para el recambio presidencial de 2019.

Si bien es importante lo que haga la oposición, en este momento la disyuntiva es si va a poder ser capaz el proceso bolivariano de romper el marco burocrático no solo para aplicar medidas de contingencia que estabilicen el barco de la economía. Ya se estabilizó en cierta medida el tema político, ahora hay que estabilizar la economía porque la población no puede vivir en esa angustia día a día. Y fundamentalmente si va a asumir la brecha de avanzar en el proceso revolucionario, si se va a avanzar en el proceso que se había concretado en el 2013 en el llamado Plan de la Patria, uno de cuyos ejes centrales y fundamentales es la construcción del poder popular entendido bajo la configuración de las comunas, sobre lo que ya se avanzó bastante y es una demanda del pueblo. Si se va a poder avanzar dentro de PDVSA en la gestión directa y democrática de los trabajadores en el proceso de la industria, que es justamente lo que va a neutralizar el manejo burgués de la industria y todos estos actos de corrupción. Y en todas las otras industrias, en el importantísimo sector estatal de la industria venezolana.

Hay que agregar que en este momento se abre una ventana de oportunidad no solo política para la revolución bolivariana sino también en el escenario internacional porque empieza un período de reacomodamiento en ascenso de los precios petroleros que para Venezuela es un aspecto fundamental.

Cierro esto diciendo que ha mostrado el pueblo del proceso revolucionario bolivariano una enorme capacidad de resistencia, en gran parte del pueblo existe una enorme expectativa de avanzar en la revolución. Un signo interrogante, ¿será la dirección política que pudo estabilizar y neutralizar a la derecha capaz de despegar para darle un impulso a la revolución bolivariana y ayudar a alentar a todos nuestros pueblos a derrotar a la derecha? El tiempo lo dirá.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.