Profesor, filósofo, trabajador incansable, activista, autor de un libro imprescindible – Nietzsche contra la democracia – y de un número ilimitado de artículos deslumbrantes, Nicolás González Varela es el editor -traductor, anotador y presentador- del Cuaderno Spinoza de Marx (El Viejo Topo, Barcelona, 2012) y uno de los marxistas de mayor erudición y proyección internacional. […]
Profesor, filósofo, trabajador incansable, activista, autor de un libro imprescindible – Nietzsche contra la democracia – y de un número ilimitado de artículos deslumbrantes, Nicolás González Varela es el editor -traductor, anotador y presentador- del Cuaderno Spinoza de Marx (El Viejo Topo, Barcelona, 2012) y uno de los marxistas de mayor erudición y proyección internacional.
Nuestra conversación se centra en la que hasta el momento es su última publicación. Se ha anunciado la publicación en el Viejo Topo de un escrito de Marx sobre el suicidio.
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Después de felicitarte por tu traducción, por tu deslumbrante prólogo, por tus notas, te pregunto por el nombre del autor del libro que has editado: ¿por qué Karl Heinrich Marx y no Karl Marx?
Sí, es curioso, pero se trataba de ser fiel a Marx mismo. Incluso desde la rúbrica. El trabajo juvenil sobre el libro más político de Spinoza, por primer vez traducido al español, en su portada original, lleva como autor, escrito de su propia mano, «Karl Heinrich Marx». Simplemente traté de respetar el espíritu original que le había acuñado desde la escritura y quizá disolver el óxido de la marca «Karl Marx», tan desigualmente conocida, y creo que provoca una productiva sensación al lector (y efectivamente es así) de que se introducirá en un Marx inédito, irreconocible, incómodo, menos familiar, un pensamiento que hay que volver a re-econtrar y conocer. Por cierto, y nunca tan actual como hoy.
¿Se había editado alguna vez en castellano Cuaderno Spinoza? ¿En qué idiomas se había editado hasta el momento?
No, es la primera edición al español, una edición crítica, lo que nos enorgullece (a mí y por supuesto a la editorial). Los cuadernos de la época berlinesa de Marx están depositados actualmente en el Internationale Marx-Engels-Stiftung, fundación perteneciente a la Internationaal Instituut voor Sociale Geschiedenis (IISG) de Amsterdam, en el depósito Marx-Engels Nachlass, junto a gran parte de su legado literario. Hemos publicado los tres cuadernos centrados en el Tractatus theologicus-politicus, la obra política más importante de Baruch de Spinoza, escritos por Marx y un escribiente profesional desconocido…
¿Un escribiente profesional desconocido, dices ¿Qué es un escribiente profesional?
Los cuadernos tienen una peculiaridad: revelan de modo significativo no sólo la misma personalidad del joven Marx, sino sus intereses intelectuales a mediano plazo. Marx con Spinoza no se asume como mero seleccionador o con un objetivo de amanuense, sino como «autor». La grafía en los cuadernos es la de Marx, pero el título formal de la cubierta ( Spinoza’s Theologische-politischer Traktatus ) es del copista anónimo (denominado por los editores de las MEGA como «Hx»). Después del título, vuelve a aparecer con la grafía de Marx una aparente autoría: von Karl Heinrich Marx. Berlin 1841 . Marx también se hizo copiar por el copista cerca de sesenta extractos de cartas del filósofo holandés. Es curioso pues indica que hasta qué punto Marx consideraba de alta importancia este trabajo, tanto que, realizando una inversión monetaria, contrató a un escribiente profesional, muy normal en los trabajos académicos de mediados del siglo XIX, para pasar en limpio su trabajo. Durante mucho tiempo en la Marxología se discutió, por causa de la intervención escribiente fantasma, si el trabajo sobre Spinoza se debía a cuasa puramente académicas o a la posibilidad de la presentación curricular para profesor universitario.
Continúa. Te he interrumpido antes
Una primera publicación parcial de extractos de estos textos apareció en el primer intento de edición de la obra completa de Marx y Engels, iniciada por el ya mítico y trágico marxólogo David Riazanov en la URSS en los años 1920’s, en los llamados MEGA 1, siglas de: Marx-Engels historisch-kritische Gesamtausgabe, aunque su publicación completa recién apareció en la siguiente edición MEGA, denominada 2, recién en 1976. Existe una edición en francés, en una revista académica especializada de circulación limitada, los Cahiers Spinoza, de 1977, y otra en italiano, ya en formato de libro, bajo el título Quaderno Spinoza, 1841, de 1987. Hemos consultado todas estas ediciones en nuestra versión al español, y debo decir que es más completa que las precedentes.
¿Qué contiene el Cuaderno Spinoza?
La lectura del texto spinoziano más político por parte de un joven Marx asume la forma de una apropiación y recomposición personal del Tractatus theologico-politicus.
¿Por qué el más político?
El TTP , aparecido en 1670, no es un texto usual de Filosofía, tal como podemos encontrarnos hoy en día en la industria académica. Es en realidad se trata de un ejemplo raro e interesante de lo que podríamos llamar de aplicación filosófica o de «Filosofía práctica». Es decir, es un trabajo basado en todo un sistema filosófico, en este caso la Ética , que, sin embargo, evita en todo momento el empleo de argumentos filosóficos técnicos y que tiene como objetivo inmediato la práctica social y política más que fines estrictamente filosóficos, y que tiene, como segundo nivel de intervención, servir de instrumento para la defensa y la promoción sutil de las propias teorías de Spinoza (y del partido spinozista: los Colegiantes y De Witt). Spinoza escribe con urgencia el libro, por eso lo de su obra «más política», interrumpiendo su trabajo más abstracto, como una suerte, si me permites, de Tesis de Abril spinozianas, en un momento crítico de la joven república holandesa, las Provincias Unidas, una coyuntura regresiva, una deriva autoritaria que amenazaba con un rizo regresivo. El TTP se propone fortalecer la libertad individual y ampliar la libertad de pensamiento, en particular, erosionando y debilitando la autoridad eclesiástica y reprimiendo la situación de poder la Teología (calvinista). Existía el imborrable recuerdo de la guerra religiosa de los Treinta Años… En su opinión, estas fuerzas eran los principales responsables de fomentar las tensiones religiosas y el odio, incitar a la sedición política entre la gente común, y la aplicación de una censura perjudicial intelectual sobre los pensadores poco convencionales (como él). Pero, en su esfuerzo por reforzar la libertad individual y la libertad de expresión generó una nueva sistematización, un nuevo tipo de teoría política (a pesar de fuerte influencia de Maquiavelo y Hobbes que puede verse en la obra).Es un nuevo tipo de ideología liberal urbana, un republicanismo del tipo formal-igualitario y comercial, que Spinoza movilizó en este libro de combate como un vehículo para desafiar las ideas aceptadas por la tradición absolutista acerca de la naturaleza de la sociedad y lo que el estado.
Te interrumpí de nuevo antes.
Pensemos que este libro, el Tractatus theologico-politicus , el más político de Spinoza, fue durante mucho tiempo considerado un libro «maldito», condenado por la Inquisición, y que en España recién se lo tradujo vergonzosamente por primera vez… ¡en 1878! Debemos situarnos en los inicios de 1841. Marx planifica junto a Bruno Bauer la creación de un periódico filosófico ateo, un radikale Zeitschrift, el abortado Archiv des Atheismus. Ese mismo enero comenzará a escribir y anotar en unos cuadernos sus primeros extractos y comentarios sobre una serie de filósofos clásicos de la Modernidad, Leibniz, Hume, y los más extensos sobre el texto más político del judío subversivo de Vooburg, como se le llamaba, Baruch de Spinoza. De la última fase del período berlinés del joven Marx, centrado en el año 1841, han sobrevivido otros seis cuadernos aparte del de Aristóteles, numerados como B1 y B2. De ellos los dedicados a Spinoza se basan en la Opera… también en latín, la edición de uso académico más usual en esa época en Alemania. Los extractos del joven Marx se centran en el Tractaus theologicus-politicus y en su correspondencia. La grafía en los cuadernos es la de Marx, pero el título formal de la cubierta (Spinoza’s Theologische-politischer Traktatus) es de un copista anónimo, el misterioso escribiente. Después del título, vuelve a aparecer con la grafía de Marx una aparente autoría: von Karl Heinrich Marx. Berlin 1841. Se ha dicho que con este último gesto se puede ver «la alusión (¿irónica?) a un gesto de apropiación de un pensamiento con el fin de utilizarlo como propio.» ¿Cómo ha de entenderse este subtítulo?, se pregunta, por ejemplo, el marxólogo Rubel, y contesta que Marx «parece que quiere dar a entender que retuvo de Spinoza todo lo que creyó necesario para construir su propia visión del mundo y de las relaciones humanas, siendo la verdad obra de toda la Humanidad y no de un individuo… el pensamiento de Spinoza le confirmaba en su determinación de conceder a Alemania la señal de lucha por la Democracia… Fue por lo tanto en la escuela de Spinoza, y no en la de Hegel, donde Marx aprendió a conciliar Necesidad y Libertad». Especialistas spinozianos de calibre, como Matheron, han hablado, en modo persuasivo y documentado, de «un verdadero y auténtico montaje» del joven Marx sobre el Spinoza político Pero lo cierto es que el Hefte de Spinoza es un texto propio de Karl Marx utilizando las palabras del Spinoza más político.
¿Tiene que ser un especialista el lector del Cuaderno, debe conocer bien la obra de Marx y de Spinoza? ¿No es una publicación muy pensada para el especialista?
Esta edición está presentada de manera que pueda disfrutarla tanto el lector que se inicia en el conocimiento de la Filosofía o la Política (entendida en su sentido noble) como el especialista o el investigador que busca precisión y erudición. Se presenta con un aparato crítico casi exhaustivo, una introducción sobre el joven Marx y su entorno, así como el contexto histórico de la obra política de Spinoza. Creo que es muy interesante tanto para el lector docto como para el ingenuo (si se me permite) leer cómo nace en la propia escritura de Marx la primera definición moderna de Democracia, un concepto que para ambos es el único que desvela la naturaleza social de la Humanidad y el enigma resuelto de toda cooperación en comunidad. Además Spinoza (junto al denostado Hegel) es uno los fundamentos en Marx del concepto de autodeterminación, central en su teoría de la emancipación, como la concepción que el Derecho tiene su fundamento material en el Poder. En realidad Spinoza es el pivote gravitatorio a través del cual se afirmará, a través de las mediaciones del Iluminismo francés y el Socialismo humanista alemán (no exclusivamente feuerbachiano), la idea comunista (y socialista) moderna.
¿ De dónde crees que viene el interés del joven Marx por la obra del autor de la Ética? ¿Siguió manteniendo su interés años después?
Entre Baruch, el «hebreo virtuoso», y Marx pueden encontrarse semejanzas, analogías, líneas generales que cruzan ambos pensamientos. Un ejemplo se encuentra en la Ética, su libro más respetable desde el punto de vista académico. Allí Spinoza define al dinero como «compendio de todas las cosas» (IV, capítulo XXVIII), en el cual se desarrolla la servidumbre humana: «Pero el dinero ha llegado a ser un compendio de todas las cosas, de donde resulta que su imagen suele ocupar el alma del vulgo con la mayor intensidad», expresión que tomada a la ligera, literalmente y sin más, recuerda la definición del dinero del Marx maduro en Das Kapital como «equivalente general» en el proceso de intercambio de mercancías. Pero es evidente para cualquier lector de Spinoza que en su filosofía práctica, inclusive en su libro más ambicioso, la Ética, existe un enorme déficit, un vacío teórico tanto en el análisis de las relaciones sociales como en el de la estructura económica para que podamos hablar de algún tipo de encuentro o incluso de influencia predecesora. Marx ciertamente ha leído a Spinoza y podemos, sin olvidar al propio Marx, servirnos de Spinoza para leer desde otra perspectiva a Marx y volver a investigar a Spinoza después de Marx. El gran y oscuro Hegel, como le llamaba Adorno, había ignorado al Spinoza más político, en realidad toda la tradición del idealismo clásico alemán, mientras el joven Marx lo afronta y valora, poniendo en primer lugar, contra la ortodoxia interpretativa, su Tractatus theologicus-politicus, una obra anónima aparecida en 1670, la primera y madura formulación pública, exotérica, del pensamiento de Spinoza. La Kritik de la Política es la clave hermenéutica de la lectura marxiana de Spinoza, quien finalmente había encontrado su más auténtico lector político. Además Spinoza será una de las herramientas en la decisiva crítica a la Filosofía del Derecho de Hegel de 1843, como en la polémica sobre la diferencia entre revolución política y revolución social (debate con su antiguo maestro Bruno Bauer) y en el desarrollo del concepto primitivo de Democracia del joven Marx. Marx después de estos manuscritos, nunca más volverá a nombrar al Spinoza político del Tractatus, salvo en correspondencia familiar.
Althusser, en su autocrítica de 1975, hablaba también de Spinoza y de su significado e importancia para la tradición marxista. ¿Qué destacaba en su escrito?
Los estudios de los años 1970’s, en especial en Francia e Italia, se han impuesto, sobre la idea demasiado simplista de un Spinoza «materialista y ateo» (habría que explicar primero qué tipo de ateísmo y qué tipo de materialismo) un esquema interpretativo, un clima exegético, que puede definirse como idealista y panteísta. La tradición althusseriana en Francia y las importantes contribuciones de Emilia Giancotti en lengua italiana, que ha influenciado a Negri, pueden sintetizarse en la idea que podemos utilizar a Spinoza para leer mejor a Marx. Althusser decía con razón que a Spinoza, «hay que leerlo, y saber que existe: que existe aún hoy. Para reconocerlo, hay que conocerlo al menos un poco…»; pero al mismo tiempo que reconocía su grandeza, Althusser buscaba en Spinoza una alternativa genealógica tanto al Dia Mat como al Existencialismo de corte filomarxista, es decir: Spinoza como una suerte de Odiseo, luchando entre Escila y Caribdis, y que permitiría ir más allá de Marx, o al menos, completar el parricidio filosófico de Marx con respecto a Hegel. Spinoza prima Marx. Althusser, un reo confeso del Spinozisme desde mucho antes de conocer a Marx, ve en Spinoza un fulcro, el definitivo, para leer de manera correcta (no-hegeliana) Das Kapital, llegando a considerar a la filosofía spinoziana como «la mayor revolución filosófica de todos los tiempos.» Leer a Spinoza, significa en clave althusseriana, apropiarse de la «única tradición materialista» en Occidente. Rápidamente Althusser considera que en primer lugar en Spinoza se encuentra una teoría del conocimiento que va de lo abstracto a lo concreto (tal como Marx lo practica en los Grundrisse); en segundo lugar Spinoza es la anticipación de su propia teoría de la «causalidad estructural»: la causalidad de Deu sive natura inmanente en el Mundo, sería la más clara formulación de su famosos principio del «Proceso sin sujeto» y de la necesidad de articulación de lo real (relación spinoziana entre series y connexio); finalmente Althusser considera a Spinoza el primer teórico de la Ideología (por su elaboración de la necesidad de la ilusión en la relación entre estado&pueblo), que definirá incluso los modos de producción ideológicos (realidad imaginaria, inversión interna, ilusión del sujeto). A partir de aquí, Spinoza aparece como la auténtica Némesis de Hegel, antagonista materialista y filósofo anti dialéctico par excellence, teórico avant la lettre del proceso sin sujeto, o sea, del propio estructuralismo marxista de Althusser. Salir de la trampa del Estructuralismo burgués y del Dia Mat stalinista usando a Spinoza, tal la empresa althusseriana, significa renunciar in toto a la Dialéctica y expurgar de Marx todo residuo hegeliano. En el mismo sentido van las interpretaciones, con variaciones menores, de la escuela althusseriana (Macherey, Negri, Balibar, etc.), que ven a Spinoza como el filósofo de la inmanencia absoluta, una posibilidad de renovar los fundamentos del Iusnaturalismo (el derecho natural), en radical oposición y enfrentamiento con la genealogía trascendente que comenzaría en Hobbes. Spinoza es la real y solitaria alternativa a Hegel, Spinoza es el camino nunca recorrido de la filosofía occidental. Spinoza no es un «momento» a superar, nada de aufgehoben como lo explicaba Hegel en su Historia de la Filosofía, sino que su pensamiento es un camino bloqueado, jamás recorrido en Occidente. Por una parte habría una tradición «perversa» de la Modernidad burguesa (Hobbes-Rousseau-Hegel), y por otra, de crítica al pensamiento de la trascendencia alternativo (Maquiavelo-Spinoza-Marx deshegelianizado). La oposición spinoziana potentia versus podestas nos permite, como dice Emilia Giancotti, proceder a una lectura puramente conflictual (ya no dialéctica, ya no en clave hegeliana) de la contradicción entre Arbeitskraft (fuerza de trabajo) y las relaciones de producción (Verhältnisseproduktion). Spinoza habrá empezado a desarrollar una Ontología de la relación (aquí estoy parafraseando a Balibar), una teoría general de la comunicación, de la cual podrían derivarse diversas formas de vida racional, imaginativa y política. Aunque la tradición interpretativa inaugurada por Althusser ha tenido mucho de positivo sobre el árido terreno, banal terreno diría, del Postmodernismo francés e italiano, pero son evidentes sus esquematismos, su falta de precisión filosófica, en algunos casos su forzadas categorías y sus presupuestos ideológicos.
¿Te pregunto a continuación por el materialismo de Marx y el de Spinoza.
Son muy diferentes pero adelante.
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