Entre la resistencia a los nazis y la represión burocrática Aunque Karel Kosík falleció el 21 de febrero de 2003 (había nacido en Praga el 26 de junio de 1926), sigue estando con nosotros. Nunca fue un «disidente», esa figura típica de la literatura política de la guerra fría. A lo largo de toda su […]
Entre la resistencia a los nazis y la represión burocrática
Aunque Karel Kosík falleció el 21 de febrero de 2003 (había nacido en Praga el 26 de junio de 1926), sigue estando con nosotros. Nunca fue un «disidente», esa figura típica de la literatura política de la guerra fría. A lo largo de toda su vida Karel Kosík fue un militante y un revolucionario. Desde esa óptica, creemos, hay que leer su obra filosófica.
En su juventud Kosík milita como miembro del Partido Comunista en la resistencia contra el nazismo y la ocupación alemana. Los nazis se habían adueñado de todo, menos – como señalara Julius Fucik en su Reportaje al pie de la horca– de la dignidad de los combatientes que los enfrentaban. Bastante más joven que Fucik, Kosík es apenas un jovencito cuando realiza su primera experiencia política en la resistencia. Esta última no triunfa. Es el Ejército Rojo el que libera Checoslovaquia de los nazis, lo cual explica la subordinación política de los comunistas checos hacia la URSS.
En ese clima de vínculos estrechos entre la URSS y Checoslovaquia, Kosík viaja entre 1947 y 1949 a Moscú y Leningrado para realizar estudios filosóficos. En 1956 este joven pensador publica un artículo sobre Hegel que causa revuelo en su medio. Dos años después publica el ensayo La democracia radical checa.
Más tarde, ya en clima de aparente «deshielo» (después del XX Congreso del PCUS donde una fracción stalinista aggiornada reemplaza en la URSS al viejo equipo stalinista clásico), Kosík publica un trabajo en un volumen colectivo, editado en Occidente por Erich Fromm. Ese volumen tuvo por título Humanismo socialista. Allí también se incluían textos yugoslavos del grupo Praxis. Contra este tipo de interpretaciones Louis Althusser escribirá su famoso ensayo «Marxismo y humanismo» (redactado en 1963 y publicado en 1964), donde defendía la tesis del supuesto «anti-humanismo teórico» de Marx. El pequeño ensayo de Kosik recopilado por Fromm se denominaba: «El hombre y la filosofía».
En ese breve interregno de aparente aflojamiento de las tensiones políticas Kosík publica Dialéctica de lo concreto [en checo Dialektika konkrétniho], su obra magna. Dialéctica de lo concreto aparece editada en Praga en 1961. Sus ideas principales habían sido expuestas en dos conferencias de 1960. La primera fue pronunciada en el Coloquio Filosófico Internacional sobre dialéctica (celebrado en Royaumont -Francia- en septiembre de 1960). Ese primer texto fue publicado en la revista italiana Aut-Aut (de tendencia fenomenológica) en mayo de 1961. La segunda parte había sido expuesta en diciembre de 1960 en los debates de la Conferencia Nacional de Checoslovaquia sobre cuestiones de lingüística marxista.
Por ese entonces, Kosík mantenía una buena relación con la dirección del Instituto de Filosofía y la Academia Checoslovaca de Ciencias, las dos instituciones oficiales en la materia. En esos años viaja a Occidente (Francia, Italia, México) y participa de diversos congresos académicos centrados en el debate sobre el marxismo. Así se vincula con diversos marxistas occidentales. No resulta casual que los italianos (por entonces embarcados en las acaloradas discusiones entre Galvano Della Volpe, Lucio Colletti, Luciano Gruppi, Nicola Badaloni y Enzo Paci acerca del método de Marx) hayan sido los primeros en traducir Dialéctica de lo concreto -aparece en Milán en 1965- y en publicar su ponencia al Encuentro del Instituto Gramsci de 1964 «Dialéctica de la moral y moral de la dialéctica». Ese año, en la Universidad de Milán, Kosík también pronuncia una conferencia sobre «La razón y la historia».
Fuente: http://www.correntroig.org/spip.php?article1936&lang=ca