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La globalización y sus catástrofes: del narco a la influenza

Fuentes: La Jornada

Antecedentes: Hace cuatro años fueron abordados por Bajo la Lupa la militarización de los virus y su gran negocio farmacológico (2/10 y 2/11/05). Hechos: El banquero neoliberal Hans Redeker, de BNP Paribas, alecciona que «si la influenza porcina prueba ser mas virulenta, entonces el dólar y el yen serían los refugios más populares», declaración que […]

Antecedentes: Hace cuatro años fueron abordados por Bajo la Lupa la militarización de los virus y su gran negocio farmacológico (2/10 y 2/11/05). Hechos: El banquero neoliberal Hans Redeker, de BNP Paribas, alecciona que «si la influenza porcina prueba ser mas virulenta, entonces el dólar y el yen serían los refugios más populares», declaración que enmarca The Financial Times (27/4/09), principal portavoz de la desregulada globalización, bajo el título sugerente: «El dólar cura mientras el riesgo captura frío», del neomalthusiano financiero Neil Dennos.

Los descerebrados neoliberales globales y su fauna de banqueros desalmados, genuinos brujos aprendices de la posmodernidad, han desafiado las leyes (éstas sí verdaderamente tangibles) de la naturaleza, en particular de la sagrada biología, y han puesto en peligro al género humano en todos los ámbitos de su actividad.

Pese al ignominioso muro racista en la transfrontera, el «México neoliberal» añejo de 27 años de la diarquía PRI-PAN -el espejo negro donde EU no desea verse reflejado con sus forzados experimentos teratológicos, teológicos, biológicos, económicos, financieros y sociopolíticos- exhibe plenamente su característica inocultable de «Estado fallido» con su gabinete panista de pigmeos mentales con ínfulas megalomaniacas.

Así como los «mejores economistas del mundo» de Calderón (aliado de sus cómplices priístas Beltrones, Gamboa Patrón y Labastida, al unísono de los desviacionistas del PRD) intentan ocultar la grave crisis financiera y económica que devasta al país con el fin de rescatar a la plutocracia parasitaria (en especial a Cemex), sus fundamentalistas autoridades sanitarias -verdaderos ineptos aldeanos con infatuaciones globalistas- escondieron el brote de la influenza porcina desde marzo, lo que ha valido las reprimendas de Brasil (Stratfor, 27/4/09).

La desregulación transfronteriza -que se subsume en la tripleta del TLCAN-ASPAN-Iniciativa Mérida y en la total vigilancia militar del territorio mexicano por el NORAD/Comando Norte y Comando Sur de EU- ha acarreado calamidades a México desde su aciaga adopción desde hace alrededor tres décadas.

No se puede vivir con fronteras cerradas, pero tampoco con límites tan abiertos de par en par -si no que se lo pregunten a EU, el país más vigilado orwellianamente del planeta.

Se requiere un equilibrio integral a los dos lados de la transfrontera donde el TLCAN propició la bidireccionalidad del tráfico de estupefacientes y el contrabando de armas en las fronteras abiertas selectivamente, redondeado por el lavado de dinero de la banca controlada por Wall Street (remember «escándalo Casablanca»): un aspecto trascendental de «libre comercio» que ha sido eludido deliberadamente por los lubricados académicos del neoliberalismo y del establishment cultural local, más preocupados en defender al estafador Bernie Madoff que en denunciar tanto el infanticidio de palestinos en Gaza a manos de Israel (apéndice militar del modelo neoliberal global) como el estado cataclísmico de México del que se han beneficiado.

El teorema teológico neoliberal de Heckscher-Ohlin -«un país abundante en capital exportará sus bienes de capital-intensivo, mientras un país abundante en mano de obra exportará su bien de mano de obra intensiva»- fue hecho añicos por la realidad de la ósmosis biológica y financiera: el paso de líquidos de una menor a una mayor concentración a través de una membrana semipermeable, que podemos aplicar financieramente en la transfrontera «semipermeable» al transmutar «líquidos» por dinero y así entender la razón por la cual el «fallido México neoliberal» ha sido vaciado y viciado de y en su contenido.

En nuestro libro agotado: El lado oscuro de la globalización: postglobalización & balcanización (Ed. Cadmo & Europa, 2000) abordamos las dimensiones macabras, que ahora resultaron catástrofes palmarias, del modelo desregulado neoliberal: desde la piratería financiera en los paraísos fiscales, pasando por el narcotráfico transfronterizo, hasta las guerras biológicas.

Llama poderosamente la atención la omnisciencia del Pentágono, el FMI y el Foro Económico Mundial de Davos sobre el esparcimiento de los virus. Hace 13 años se publicó un estudio Air Force 2025 en cuyo capítulo cinco se presenta un cronograma con una «historia plausible» donde en 2009 (¡súper sic!) la influenza aniquilaría a 30 millones de personas (INFOWARS, 5/3/09).

El resucitado FMI, nuevo redentor del mundo (según la cumbre londinense del G-20), hace tres años estimulaba a la comunidad empresarial neoliberal a «desarrollar planes de emergencia» para lidiar con la pandemia de, en ese momento, fiebre aviar global (VOA, 13/3/06). Al parecer, la plutocracia neoliberal mexicana y sus ineptas autoridades sanitarias (Breitbart.com, 27/4/09), tan supeditadas a los lineamientos del FMI, no leyeron su aviso visionario.

La «misteriosa» (The Economist dixit) influenza mixta de triple cepa (porcina, aviar y humana), genéticamente originaria de EU y que extrañamente se brincó las trancas interespecies, obliga a plantear la hipótesis adicional de un «accidente» de laboratorio híbrido: militar y privado.

En forma no menos omnisciente, el Comité para Mejorar (¡súper sic!) la Situación del Mundo», del Foro Económico Mundial de Davos, en sus reportes anuales sobre los «riesgos globales» (específicamente el de 2007, patrocinado por Citigroup, la aseguradora Swiss RE, la financiera Marsh & McLennan Companies y el Centro de Riesgo de la Escuela Wharton) correlaciona la simultaneidad (¡súper-extra-sic!) de la crisis financiera global y la crónica de una pandemia anunciada con la «reacción violenta (backlash) contra la globalización», lo que «provocaría un incremento del militarismo y las tendencias autoritarias que reconfigurarían la geopolítica global». ¿De dónde nace tanto interés extra curricular de los banqueros y financieros neoliberales, es decir, la fauna más misántropa del planeta, por los «riesgos globales»?

Andrew Marshall (Reuters, 27/4/09) pregunta «si la globalización nos hizo más proclives a la catástrofe». Argumenta que en medio de la posibilidad de una pandemia de influenza, «un creciente cuerpo de hallazgos sugiere que la complejidad de la moderna (sic) economía global puede hacernos más vulnerables que nunca (sic) a la catástrofe». Concluye que «un riesgo primordial, tanto de la crisis financiera como de cualquier (sic) pandemia, es que provoca una retirada (¡súper sic!) de la globalización con profundas consecuencias de largo plazo para el mundo».

Entramos a fortiori a la era de la desglobalización que, sin pandemias de por medio y miedo, anticipamos. Quizá la pandemia viral sirva de coartada coreográfica para el cambio escenográfico de la globalización neoliberal o para apuntalar al dólar al precio que fuere.