Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
El Día del Recuerdo (Australia, Canadá, Reino Unido), también conocido como Poppy Day ((Malta y Sudáfrica) y Día del Armisticio (Francia, Nueva Zelanda, y muchos otros países de la Comunidad Británica de Naciones; y nombre original del día en el ámbito internacional) «es un día para conmemorar los sacrificios de miembros de las fuerzas armadas y de civiles en tiempos de guerra, específicamente desde la Primera Guerra Mundial. Es observado el 11 de noviembre para recordar el fin de la Primera Guerra Mundial en esa fecha en 1918,»
Qué desgracia que necesitemos un día semejante, especialmente ya que «La guerra es un negocio sucio. Siempre lo ha sido. Es posiblemente el más antiguo, fácilmente el más lucrativo, seguramente el más cruento. Es el único que es internacional en su alcance. Es el único en el que los beneficios se calculan en dólares y las pérdidas en vidas.» Así lo dijo el general Smedley D. Butler, Cuerpo de Marines de EE.UU., el marine más decorado en la historia de EE.UU.
Hoy en día, y cada día, debemos recordar por qué hemos enviado a nuestros hijos a morir, y a matar. Debemos recordar que la guerra se propone consolidar recursos para la oligarquía. Debemos recordar que la mayoría de las víctimas en cada guerra han sido civiles. Que no sólo soldados, sino innumerables inocentes han sido atrapados en la línea de fuego entre corporaciones en guerra para aumentar la riqueza de los pocos privilegiados.
Uno de los mejores compendios de la guerra que conozco lo presenta el general Butler en su libro «WAR IS A RACKET»:
En la Primera Guerra Mundial sólo un puñado cosechó los beneficios del conflicto. Por lo menos 21.000 nuevos millonarios y multimillonarios fueron creados en EE.UU. durante la Guerra Mundial. Son los que admitieron sus inmensas ganancias con sangre en sus declaraciones de impuestos. Nadie sabe cuántos otros millonarios de la guerra falsificaron sus declaraciones de impuestos.
¿Cuántos de esos millonarios de la guerra cargaron un rifle? ¿Cuántos de ellos cavaron una trinchera? ¿Cuántos de ellos supieron lo que significa pasar hambre en un hoyo infestado de ratas? ¿Cuántos de ellos pasaron noches de insomnio y terror, evitando las granadas y la metralla y las balas de las ametralladoras? ¿Cuántos de ellos esquivaron la bayoneta de un enemigo? ¿Cuántos de ellos fueron heridos o muertos en batalla?
Con la guerra hay naciones que adquieren más territorio, si vencen. Simplemente se apoderan. Ese territorio recién adquirido es rápidamente explotado por los pocos – los mismísimos pocos que estrujaron dólares de la sangre en la guerra. El público en general paga la cuenta.
¿Y cuál es esa cuenta?
La cuenta refleja una horrible contabilidad. Tumbas recién excavadas. Cuerpos mutilados. Mentes destrozadas. Corazones y hogares rotos. Inestabilidad económica. Depresión y todas sus miserias resultantes. Agobiadores impuestos de por generaciones y generaciones.
El libro mencionado debería ser lectura obligada y parte de todo plan de estudios, en cada escuela, en cada país en todo el mundo.
Hoy debemos recordar que la invasión y ocupación de Iraq ha resultado en más de 1,2 millones de civiles muertos así como en la creación de más de 4 millones de refugiados. Debemos recordar que nuestras guerras actuales guerras se expanden más allá de las fronteras de contención.
También debemos recordar nuestra historia reciente y el legado de la guerra, tal vez entonces podamos prevenir que se repita. Los siguientes sitios en la red contienen imágenes que serán parte de nuestra historia durante generaciones futuras, después de todo qué mejor manera de recordar la historia que con fotos:
– Hiroshima, las fotos que no quisieron que viéramos y por qué.
– Diario fotográfico de un soldado alemán en el Frente Oriental
–La guerra de Iraq como un trofeo
–«Guerra contra el terrorismo» en Afganistán
– Un ensayo fotográfico de Vietnam
– La guerra para terminar todas las guerras: Primera Guerra Mundial
Y con todas las guerras viene el genocidio, así que también debemos recordar el resultado final de la guerra:
–El genocidio canadiense de los pueblos aborígenes [sin fotos]
–Genocidio de los americanos nativos en EE.UU. [sin fotos]
Lo mencionado es sólo una muestra de nuestras acciones y de por qué es importante tener un «Día del Recuerdo.» Pero hoy en día no debiera ser sólo sobre nuestros hijos que hemos convertido en asesinos, también debiera ser sobre las víctimas civiles inocentes creadas por nuestra ignorancia sobre la verdadera causa y coste de la guerra. Hemos sacrificado a millones para poner seguir siendo apáticos.
Debemos recordar que la guerra no tiene que ver ni con honor, deber, justicia o paz. La guerra es por dinero, codicia, poder, y muerte y destrucción. Tiene que ver con el sacrificio de nuestros hijos para propagar el miedo.
Debemos recordar que tenemos el poder de impedir Guerras Preventivas de Agresión que son libradas en nuestro nombre y con la inocencia y la sangre de nuestros hijos – después de todo somos 6.700 millones… por ahora.