La marea «roja, rojita», venezolana se desbordó en estas elecciones presidenciales para alcanzar su más contundente victoria entre las once consultas y reiterados planes subversivos en que ha vencido a la oposición contrarrevolucionaria. La reelección de Chávez rebasa con creces las fronteras de su patria y de América Latina. Enumero las razones principales. 1) Por […]
La marea «roja, rojita», venezolana se desbordó en estas elecciones presidenciales para alcanzar su más contundente victoria entre las once consultas y reiterados planes subversivos en que ha vencido a la oposición contrarrevolucionaria. La reelección de Chávez rebasa con creces las fronteras de su patria y de América Latina. Enumero las razones principales.
1) Por la magnitud del triunfo, que no es sobre la oposición propiamente dicha. Es contra toda la maquinaria propagandística y desestabilizadora del orden mundial neoliberal-militarista propugnado por Washington y sus secuaces, representado en Venezuela por la cúpula de aquella.
2) Por el excepcional papel que está jugando la Venezuela chavista en el panorama internacional con el impulso brindado por su ejemplo y solidaridad a los pujantes movimientos populares latinoamericanos, a la integración regional y al abogar por un mundo humanista, fraterno y multipolar. La demoledora ratificación electoral del proyecto bolivariano fortalece a esos movimientos, la tendencia hacia el incremento de gobiernos nacionalistas y progresistas al sur del río Bravo, a la Cuba socialista y a todas las fuerzas antiimperialistas y alternativas a escala global, incluso en Estados Unidos. A la vez debilita a las decadentes elites y gobiernos neoliberales y al sistema de dominación del imperialismo en la región.
3) No se trataba de optar por las promesas de un novel candidato sino de un virtual plebiscito sobre ocho años de ejecutoria doméstica e internacional del gobierno de Chávez, radicalmente opuesta al desbarajuste social, el egoísmo y la desintegración de nuestra América fomentados por las políticas neoliberales. La gran mayoría de los electores- más de siete millones de venezolanos, equivalente a casi 63 por ciento del registro- sufragó por la continuación de la inclusión social y política de los antes marginados y de los exitosos programas económicos y de redistribución de la riqueza desarrollados por Caracas. Por las «misiones» bolivarianas, que extienden gratuitamente el ciclo educacional, los servicios de salud y, cuando es necesario, la seguridad social a todos los que nunca tuvieron acceso a ellos y ofrecen calificación, empleo y precios accesibles a los productos de la canasta básica. Por la propiedad social, cooperativa o pública, y por el apoyo a las pequeñas y medianas empresas. Por las obras de infraestructura y los planes de vivienda en marcha. Por la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe(ALBA), fundada en la solidaridad y la complementación entre los pueblos de la región, y contra el Area de Libre Comercio para las Américas(ALCA), impulsado por Washington y basada en la recolonización de aquellos. Por la soberanía, la política exterior latinoamericanista, internacionalista e independiente y el derecho a escoger su camino al futuro sin injerencias imperialistas. Y no menos importante, por la profundización de las transformaciones sociales, lo que Chávez ha definido como el «socialismo del siglo XXI» para diferenciarlo de las frustradas experiencias socialistas del siglo anterior y anclarlo en primera instancia en las tradiciones culturales y revolucionarias venezolanas y latinoamericanas. En esto hay camino adelantado, ya que, desde mi punto de vista, gran parte del proyecto de participación política de las mayorías, solidaridad internacional, redistribución de la renta petrolera y del producto nacional puesto en práctica en Venezuela lleva en sí el profundo humanismo que exigen las concepciones socialistas auténticas.
4) Por que esta contienda electoral ha demostrado la creciente conciencia política y cívica alcanzada por el pueblo venezolano, capaz de rechazar críticamente -y esta es una gran conquista del proceso bolivariano- el bombardeo incesante de mentiras y calumnias y la guerra sicológica contra el gobierno de Chávez de los medios de (des)información corporativos nacionales e internacionales.
5) Por que la profundización y consolidación de la revolución bolivariana son esencialísimas para los proyectos liberadores y antiimperialistas en el mundo, pero en particular en América Latina y el Caribe, donde hoy refulgen flamígeras las ideas y los sueños de Bolívar.
Fidel Castro ha calificado la victoria electoral de Chávez como hazaña política del presidente y el pueblo venezolano que han conmovido al mundo. Difícilmente otro hecho haya emocionado más al maestro de revolucionarios en el año de sus ochenta agostos.