Mario Hernandez.- Hubo una gran movilización el pasado 15 de mayo, protestas en 272 ciudades brasileñas contra la política de reducción del presupuesto educativo impulsada por Jair Bolsonaro. Pero también el domingo pasado, marchas de apoyo al Presidente de la República, que reivindicaban la aprobación de la reforma de las pensiones y del paquete anticrimen […]
Mario Hernandez.- Hubo una gran movilización el pasado 15 de mayo, protestas en 272 ciudades brasileñas contra la política de reducción del presupuesto educativo impulsada por Jair Bolsonaro. Pero también el domingo pasado, marchas de apoyo al Presidente de la República, que reivindicaban la aprobación de la reforma de las pensiones y del paquete anticrimen presentado por el Ministerio de justicia. Incluso con consignas más agresivas direccionadas al Supremo Tribunal Federal y al llamado Centro, sector que reúne a partidos de centro derecha en el Congreso nacional. ¿Qué análisis te merecen estos dos acontecimientos?
Ricardo Amtunes.- Estamos en una situación que era previsible cuando empezó el gobierno de Bolsonaro, un gobierno de mucha tensión y mucha contradicción. Por un lado hay un desgaste, una pérdida de popularidad muy grande de Bolsonaro. Hoy las encuestas muestran que el número de aquellos que consideran el gobierno de Bolsonaro pésimo ya es mayor que aquellos que lo consideran bueno. O sea, la línea de quienes consideran este gobierno como pésimo es creciente y la de quienes consideran el gobierno bueno es decreciente.
Las manifestaciones del 15 de mayo demostraron una fuerza en un momento de vulnerabilidad del gobierno de Bolsonaro, la respuesta se dio el último domingo, cuando los bolsonaristas más radicales decidieron salir en apoyo a Bolsonaro, especialmente para garantizar las reforma previsional que es nefasta, y también el derecho de la población a armarse con revólveres y fusiles, lo cual es un absurdo completo.
La situación hoy es como si hubiera un tercio de la población favorable a Bolsonaro, otro tercio o un poco más, contrario y un tercio o un poco menos que oscila, son aquellos que todavía dudan, que son cada vez más críticos de Bolsonaro, pero que tienen dudas todavía sobre qué posición tomar.
El próximo 30 de mayo, habrá otra manifestación de los estudiantes en las calles y el 14 de junio será la primera huelga que va a unificar movimientos sindicales, sociales, de la juventud y estudiantiles contra la reforma previsional y contra Bolsonaro. Estamos en un momento muy importante, dos o tres semanas entre la próxima manifestación del 30 de mayo, que todavía es un poco imprevisible y la propuesta de huelga del 14 de junio.
El objetivo de Bolsonaro en la manifestación del último domingo fue presionar al Congreso, a la Cámara de diputados y el Senado y también al Supremo Tribunal Federal para que se haga efectiva rápidamente la aprobación de estas reformas. Y la actuación de las oposiciones sindicales, sociales, de la juventud, las mujeres y los movimientos sociales será en función de una creciente pérdida de credibilidad de Bolsonaro y de la crisis política que es el único trazo persistente desde el 1º de enero de 2019 y que puede volver imposible la continuidad del gobierno de Bolsonaro.
Mario Hernandez.- A esto se suma la reducción de la previsión del crecimiento económico el presente año del 2,25% al 1,5%, anunció el ministro de Economía Paulo Guedes y al mismo tiempo amenazó con su renuncia de no aprobarse la reforma previsional. ¿Qué nos podés comentar al respecto?
Ricardo Amtunes.- Hay una campaña unísona, de todos los grandes medios, televisión, radio y prensa que afirma que primero es necesario aprobar la reforma previsional. Ese es un consenso de todos los sectores de la burguesía, posición que los medios están siguiendo rigurosamente. Con esta base es importante recordar que Guedes era profesor en la Universidad de Chile durante la dictadura militar de Pinochet, es un hombre que simpatiza con las horrorosas dictaduras militares que tuvimos en Latinoamérica. Es una especie de chantaje el que realiza, «o se aprueba la ley jubilatoria o salgo del Brasil» lo que es grotesco, porque la verdad es que si Guedes saliera del país sería algo muy bueno para muchos brasileros. El tema es que Guedes es un hombre del sistema financiero, tiene mucho dinero y muchos recursos como cualquier neoliberal, puede vivir en cualquier lugar del mundo.
Parte de la prensa que puede ser crítica en relación a Bolsonaro está completamente a favor de la reforma, porque como saben ustedes los argentinos, es una presión del sistema financiero neoliberal y tiene una amplitud global. Todos los países del mundo están sufriendo una presión para que aquellos países con un sistema previsional fuerte, favorable a los y las trabajadores más pobres, pasen a tener un sistema de capitalización perversa. Entonces en este momento hay una cohesión de los grandes medios, lo importante a saber es la fuerza que tendremos nosotros en la huelga del 14 de junio, eso será importante para manifestar desde abajo que esta reforma no le interesa a la clase trabajadora ni a los asalariados de Brasil.
Mario Hernandez.- ¿Querés agregar algo más?
Ricardo Amtunes.- Pienso que este es un momento de gran expectativa que podemos volver a hablar cerca del 14 de junio y posteriormente al 30 de mayo. El 30 es una incógnita aún, la juventud estará presente, no sé si tendrá la misma fuerza que el 15 de mayo pero ahora se unifican para el 14 de junio que será una huelga muy importante para conocer el futuro de la oposición social, sindical y política de Brasil.
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