El informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático señala que por «acción humana» hay un acelerado calentamiento global. Cada día constatamos sus efectos con la desaparición de los glaciares, la desaparición de arroyos, el avance de la desertificación, la subida de los mares, los huracanes, entre otros efectos. El Instituto de la Empresa Estadounidense está […]
El informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático señala que por «acción humana» hay un acelerado calentamiento global. Cada día constatamos sus efectos con la desaparición de los glaciares, la desaparición de arroyos, el avance de la desertificación, la subida de los mares, los huracanes, entre otros efectos.
El Instituto de la Empresa Estadounidense está ofreciendo a científicos y economistas $USA 10,000 por escribir artículos que critiquen ese informe.
Es la peor amenaza para la humanidad aunque no la única. Las otras son: El proyecto de Bush de producir 35 mil millones de galones de etanol matando de hambre a las poblaciones pobres del planeta. El envenenamiento de aguas y suelos por la minería y los hidrocarburos. El agujereo de la capa de ozono que nos defiende de los rayos ultravioletas del sol. La tala indiscriminada de bosques y selvas. Las bombas atómicas. El uso de agroquímicos, etc.
El mundo está dirigido por grandes empresas multinacionales a través de gobiernos a su servicio. Vivimos la más alta expresión del individualismo capitalista, el neoliberalismo.
Esas empresas cuyo fin es lograr las más elevadas ganancias en el menor tiempo posible sacrifican a la mayoría de la humanidad, sacrifican a la naturaleza y por lo tanto a su propia descendencia al cumplimiento de ese sacrosanto objetivo.
El millonario británico Richard Branson, dueño de la aerolínea Virgin que acompaña a Al Gore en su campaña contra el calentamiento global, organizó un concurso que otorga 25 millones de dólares al científico que presente un proyecto comercial que logre eliminar los gases de efecto invernadero. Cuando le dijeron que él también contribuía al calentamiento global con su aerolínea, él contestó «es cierto, pero ¿qué hago?, si saco mi aerolínea inmediatamente ese espacio será ocupado por la British Airway». Tenía toda la razón.
No es un problema de conocimiento, ni un problema moral, ni de acción individual, es problema del sistema económico y político.
La ecologista Silvia Ribeiro señala «……la tendencia más extrema y peligrosa es la geoingeniería: la manipulación intencional del clima y el ambiente planetario.»
«Existen iniciativas gubernamentales y privadas que van desde la fertilización de los océanos con nanopartículas de hierro (para tratar de bajar la temperatura de los mares y desviar huracanes) hasta lanzar nanopartículas de compuestos sulfatados al cielo para crear una capa que intercepte los rayos solares. Todas tienen en común que podrían causar catástrofes de desequilibrios y contaminación inéditas.»
La raíz del problema está en el eje individualista del sistema que ha llegado a su máxima expresión con el neoliberalismo.
La única posibilidad de salvación de la humanidad está en que no esté gobernada por las grandes empresas sino por ella misma, en forma no individualista sino colectivista, solidaria.
La humanidad en su conjunto, teniendo como objetivo fundamental su supervivencia, estudiará la forma de contrarrestar el calentamiento global, usando para ese objetivo los adelantos científicos y técnicos.
A eso nos referimos cuando hablamos de que «otro mundo es posible», eso expresamos los indígenas quechuas cuando hablamos de la extensión del «ayllu» (comunidad solidaria indígena) a todos los niveles de la organización social, a eso se refiere la gente cuando habla de socialismo. El nombre no interesa, lo que buscamos es una organización colectivista, solidaria, humanista.
Repito:
Si no se abandona el egoísta individualismo cada vez más exacerbado del actual sistema económico y político y se lo sustituye por un sistema colectivista y solidario, la humanidad y gran parte del mundo vivo acabarán pronto, matados por lo que llaman la «acción humana» que es en realidad la acción antihumana del sistema.