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La Iglesia de Brasil y las elecciones

Fuentes: Rebelión [Imagen: Dom Angélico Sândalo Bernardino junto a Lula. Créditos: Paulo Pinto/Fotos Públicas]

En este artículo el padre Pedro Pierre, realiza una importante reflexión sobre la Iglesia brasileña, que si bien ‘no tiene partido, sí tiene lado: el lado de los pobres’.


Siempre la Iglesia de Brasil, tanto los obispos, los sacerdotes y las religiosas como los demás cristianos han hecho escuchar su voz clara y comprometida sobre el sentido y la importancia de las elecciones presidenciales. Durante la última campaña electoral, se han manifestado en el mes de octubre la Conferencia Episcopal, su presidente y un grupo de obispos de todo Brasil denominado “Obispos de Diálogo por el Reino”. En abril pasado, los movimientos y grupos católicos, apoyados por la Conferencia Episcopal, decidieron “movilizarse, formar y difundir el proyecto ‘encantar la política” [N. ed.].

Llama la atención el análisis que hacen de la realidad brasileña. «El actual gobierno ha dado la espalda a la población más necesitada, especialmente en tiempos de pandemia. Están el desempleo y la falta de acceso a una educación de calidad para todos. La vida no es una prioridad para este gobierno. El jefe de gobierno y sus seguidores, principalmente políticos y religiosos, abusaron del nombre de Dios para legitimar sus acciones y aún lo utilizan con fines electorales.  Mientras decía “Dios sobre todo”, el presidente insultó a las mujeres, se burló de las personas que murieron por asfixia, además de no mostrar compasión por las casi 700.000 vidas perdidas por el Covid-19 y los 33 millones de hambrientos en su país. Les recordamos que Brasil había salido del mapa del hambre en 2014, como resultado de los programas sociales de gobiernos anteriores. Hemos vivido cuatro años bajo el reinado de la mentira, el secretismo y la información falsa. Las noticias falsas difundidas como si fueran verdaderas se han convertido en la forma “oficial” de comunicación entre el Gobierno y el pueblo.

Los dos candidatos ya han gobernado Brasil y han dado resultados diferentes para el pueblo y para la naturaleza. Hay dos proyectos para Brasil, uno democrático y otro autoritario; uno comprometido con la defensa de la vida, a partir de los empobrecidos, el otro comprometido con la “economía que mata” (Papa Francisco); uno que cuida la educación, la salud, el trabajo, la alimentación, la cultura, otro que menosprecia las políticas públicas, porque desprecia a los pobres”.

Luego vienen una reflexiones éticas y cristianas, haciendo notar “la gravedad de la 2ª vuelta que nos presenta un desafío dramático. Jesús nos mandó a ser ‘la luz del mundo’ y la luz no debe ocultarse. Los cristianos son capaces de analizar cuál de los dos proyectos en disputa está más cerca de los principios humanistas y de la ecología integral. Los ministros de la Iglesia no pueden dejar de tomar posición cuando se trata de defender la vida de los seres humanos y la naturaleza. 

No hay lugar para la neutralidad. Nuestra motivación es ética y no parte del seguimiento de un líder político, ni de preferencias personales, sino de la fidelidad al Evangelio de Jesús, a la Doctrina Social de la Iglesia ya la enseñanza profética del Papa Francisco. Necesitamos hablar clara y directamente sobre lo que realmente está en juego en este momento.  Cualquiera que dice que ama a Dios, pero odia a su hermano es un mentiroso. Jesús dice que el Diablo es el padre de la mentira. Las noticias falsas difundidas como si fueran verdaderas: Esto viola el 8° mandamiento de no dar falso testimonio. Los discursos y medidas que pretenden armar a todo el pueblo y eliminar a los opositores están en contradicción tanto con el 5º mandamiento, que dice ‘no matarás’. El uso del nombre de Dios en vano es una falta de respeto al segundo mandamiento”.

Finalmente, se orienta a los cristianos a participar activamente en la campaña electoral y votar por un proyecto político que favorezca a los pobres. Siguen lo que dice el papa Francisco: «Los cristianos debemos tener la mirada de Cristo, desde abajo, que abraza, que busca al que está perdido.Que nuestra Señora Aparecida que libre a Brasil del odio, la intolerancia y la violencia”. He aquí las actitudes y acciones sugeridas. “Podemos analizar resultados diferentes para el pueblo y para la naturaleza, ya que los 2 candidatos han gobernado. ¿Cuál de los candidatos en competencia valoró más la salud, la educación y la superación de la pobreza y la miseria y cuál retiró fondos del SUS, de la educación y terminó con programas sociales? ¿Quién cuidó la naturaleza, especialmente la Amazonía, y quién fomentó la quema de bosques, el tráfico ilegal de madera y la minería en tierras indígenas?

El presidente de la Conferencia Episcopal hizo una «invitación a examinar nuestras actitudes, a verificar si efectivamente hay coherencia con el Evangelio de Jesús que nos pide comprometernos con el amor fraterno, la no violencia, el amor incansable por los pobres y excluidos«.

Los movimientos y grupos católicos brasileños invitaron a “movilizarse, formar y difundir el proyecto ‘Encantar la política’. La Iglesia en Brasil siempre ha tomado posiciones a favor de la democracia, de la ciudadanía participativa, del voto consciente. El Proyecto quiere rescatar la belleza de lo que es la política. La política es la esencia de lo que necesitamos para garantizar la vida, las políticas públicas, el acceso a los bienes y servicios. Tenemos que implicarnos, elegir nuestras principales agendas, participar en los debates, cuestionar a los candidatos y exigir compromisos”.

Que estas reflexiones de nuestros hermanos brasileños nos animen en esta campaña electoral también muy importante para todos los ecuatorianos. No seamos tibios, porque nos dice el Apocalipsis: “Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. Porque eres tibio y no frío o caliente, voy a vomitarte de mi boca”.


Nota editorial.- En este enlace se puede leer la carta de los obispos íntegra.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.