Demos por correcto que el concepto económico de inflación (aumento generalizado de los precios) queda reflejado en el incremento del Índice de Precios al Consumo, y tomemos el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), que es un indicador cuyoobjetivo es proporcionar una medida común de la inflación que permita realizar comparaciones internacionales, de diversos países, que se verán enel cuadro siguiente y que son datos recogidos por el Eurostat (Oficina estadística de la Comisión europea), tomando el índice medio anual de cada año desde 2012 hasta 2021. La selección de países no requiere mayor explicación, pues son los que se han considerado relevantes para la comparación de España.
Cuadro N º 1: Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) de diversos países europeos. Años 2012 a 2021 (Índice medio anual. Base 2015=100).
En la antepenúltima columna, hemos calculado el rango entre los años 2021 y 2012, con la finalidad de poder comparar el “salto” en el decenio antes de entrar en más detalles. En la última fila podemos ver la estabilidad de Suiza, sin prácticamente diferencia en el índice de precios en el año inicial y en el final (aumento de sólo 0,28 puntos). En la fila anterior, tenemos el extremo opuesto, el caso de Noruega, que presenta un aumento de 22,90 puntos en el índice, un aumento muy notorio, que los ciudadanos noruegos habrán sentido en sus bolsillos sin duda. En un nivel intermedio, pero por encima del promedio de aumento de la Unión europea (11,40 puntos de incremento), encontramos a Alemania, que aumentó su índice en 12,2 puntos y Suecia, que lo hizo en muy poco menos, 11,83 puntos. No muy lejos, pero ya por debajo del promedio de la UE encontramos a Francia, con 9,35 puntos de aumento en el decenio, a la que seguimos nosotros, España, con aumento de 7,73 puntos y ya Italia, con 6,60 puntos. Esto por lo que hace a los aumentos entre los años extremos del decenio contemplado.
Veamos ahora los datos del año 2021, el último año, que, dado que la base del índice es 2015 =100, refleja el crecimiento desde dicho año y señala directamente el incremento desde entonces: Suiza en lo más bajo (101,04), apenas un 1% en 6 años; en el otro extremo, Noruega en lo más alto de nuestra selección (117,20), que es un 17,2% en esos 6 años, y mirando la evolución desde 2012, nos muestra una pérfida tendencia; por el contrario, Finlandia presenta mayor comedimiento en estos años, quedando en 106,12, muy cerca de Italia, con 105,00, los dos datos mejores después de Suiza. El promedio de la UE (109,20) es prácticamente el de Alemania (109,28);Francia (107,68) y España (107,04), quedan por debajo del promedio de la UE.
En las dos últimas columnas, hemos calculado la diferencia del índice en el último año, así como el peso de ésta sobre el valor del rango, para determinar el efecto que ha tenido la reciente inflación. Dejando aparte Suiza, cuya estabilidad a lo largo de los años, no queda en entredicho por ese valor tan elevado de peso relativo del aumento del último año, destaca sobremanera el caso de España, con un peso relativo de la inflación del último año del 40,49% sobre el rango del decenio. Le sigue Italia, que en el último año soporta el 30,30% del rango del decenio; el resto de países y el promedio de la UE presentan un peso relativo del último año que va del 19,21% de Noruega al 27,87 de Alemania. Por tanto, la inflación en España en el último 2021 ha sido con diferencia la más grave y con diferencia en relación a los incrementos del decenio
La evolución del Índice de Precios al Consumo Armonizado de España puede apreciarse en el gráfico siguiente:
Gráfico N º 1: Índice de Precios al Consumo Armonizado de España (2012-2021)
La visura del gráfico muestra la tendencia creciente desde el año 2016, con una pequeña corrección en el año 2020 y la pronunciada pendiente de crecimiento del último año, que no había dado que hablar, hasta aparecer el dato del IPC de enero de 2022, con nueva base (2021), criticado desde dos flancos: por CaixaBank Researchy por el Gobierno Sánchez, que han llevado al INE a publicar un comunicado institucional el 2 de febrero de 2022 para defender el buen hacer estadístico sobre este indicador, que ya había sido motivo de una Nota de prensa explicativa de los cambios, publicada por el INE 2022 (https://www.ine.es/prensa/ipc_base_2021.pdf).
Que un servicio de estudios bancarios de su opinión pública dudando de un indicador elaborado por la institución encargada de su elaboración, no tiene por qué inquietarnos, basta comparar el cuerpo de facultativos estadísticos del INE y el de la institución privada; pero que lo haga el Gobierno, del que depende en última instancia el INE, da que pensar, máxime cuando uno recuerda aquella ya antigua crítica al INE por no mostrar la creación de los 800.000 puestos de trabajo prometidos por el Gobierno de Felipe González y que le llevó a criticar entonces al INE por la Encuesta de Población Activa, otra estadística con metodología acreditada internacionalmente. Conocida la distinción entre el político y el científico (Max Weber), y conocidas las actuaciones del político, me quedo con el científico.
Fernando G. Jaén Coll. Profesor titular del Departamento de Economía y Empresa de la UVIC-UCC.
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