Entrevista a Virginia King de la Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos y el Desarrollo Social (Fundalatin). M.H.: Para conversar sobre la situación en Venezuela estamos con una compañera venezolana, militante chavista, Virginia King, que publicó un escrito recordando a Martin Luther King y al Obispo Romero. ¿Por qué apelaste a esas figuras en este […]
Entrevista a Virginia King de la Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos y el Desarrollo Social (Fundalatin).
M.H.: Para conversar sobre la situación en Venezuela estamos con una compañera venezolana, militante chavista, Virginia King, que publicó un escrito recordando a Martin Luther King y al Obispo Romero. ¿Por qué apelaste a esas figuras en este momento que vive tu país?
V.K.: Yo creo que en este tránsito, que es uno de los más difíciles que hemos vivido en la vida republicana venezolana, tenemos que recordar y hacer énfasis en íconos de la lucha mundial y recordar que sus luchas no han sido en vano. Porque pese a que ellos han desaparecido físicamente, no es menos cierto que la esencia de su filosofía, de su pensar, del contenido contextual de sus luchas se mantienen imperecederos. Y lo hago porque siento que eso se homologa o se refleja en el chavismo. Chávez hoy, a pesar de no tener presencia física, se convierte en nuestra fuerza y nuestra luz en estos momentos de asedio, de guerra no convencional que tiene mil caras y que ha logrado afectar a nuestro país en nuestra cotidianeidad, en nuestra calidad de vida. Me parece que Romero y King son dos referentes importantes y por eso aludí a ellos en este escrito. Dejé muchos afuera, son demasiados en el mundo que pudieran servirnos como referentes de lucha. Ese fue el motivo que me llevó a citarlos en ese escrito en particular.
M.H.: ¿Qué situación estamos viviendo actualmente en Venezuela?
V.K.: Hay dos escenarios, hay que decirlo tan irónicamente como suena. Hay un país sumergido en la crisis, en las dificultades propias de estar bloqueados, en las dificultades de una economía de guerra, de vivir una crisis durante 4 años, terrible, inclemente. Y otro país que pulula entre los grandes medios y las transnacionales de comunicación que nos presenta como un país apocalíptico, que ya está en las puertas de su ocaso, del fin último de nuestra revolución. Hoy precisamente leía un artículo de un compañero chileno que está haciendo un trabajo de investigación, así como tantos otros que están haciendo lo propio, que decía que se había encontrado con un país tan diferente al que había percibido a través de los medios de comunicación que consultaba que estaba sorprendido.
Hay dos países. En esos dos países también hay dos visiones, una es la de la gente de derecha o de la oposición e inclusive de una oposición dividida y fragmentada, porque se encuentra la gente que apoya a este señor que vergonzosamente se ha autoproclamado «Presidente interino» y una parte de la oposición que es más coherente, que a pesar de estar llena de odio, logra mantener ciertos niveles de coherencia, que rechazan todo este episodio vergonzoso anti constitucional y anti derechos internacionales que está viviendo Venezuela.
Y una parte del pueblo venezolano que sigue apostando a la revolución, pese a estas vicisitudes que acabo de nombrar, pese a la pretensión y al esfuerzo que hacen todos los medios de comunicación a nivel mundial por tratar de desmoralizar al pueblo venezolano y hacerlo flaquear en la tarea de continuar con el proyecto del presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
M.H.: Hoy comenzó un escenario que plantea un diálogo en la ciudad de Montevideo. También el Papa Francisco señaló que estaba dispuesto a mediar en la medida que los dos sectores acordaran esa situación. ¿Qué nos podes decir al respecto?
V.K.: Ya ha sido completamente satanizada esa iniciativa, cosa que lamento porque nosotros somos pacifistas, seguimos apostando al diálogo como única e indisoluble forma de dirimir las diferencias, en democracia, en paz. Pero ya los laboratorios de guerra imperial han hecho su trabajo, que lo saben hacer muy bien, que es tratar de estigmatizar a los países que han sido promotores de esta iniciativa.
En relación a la posición del Papa, la celebro profundamente, sin embargo, no creo que la oposición, en términos de su postura pro invasión, pro golpista, tome la bandera del diálogo y como pide el Papa que ambos actores hagan la solicitud para que él medie. Yo no creo que la oposición lo vaya a hacer, ojalá me equivoque. Lo veo difícil dado el avance y hasta dónde han llegado.
M.H.: Evidentemente la posición es que no habrá diálogo, siguen órdenes, la derecha venezolana repite la narrativa norteamericana de Donald Trump. ¿Cómo se ve esta situación creada por la ayuda humanitaria?
V.K.: Esa ha sido durante muchos años la máscara de la intervención o fachada que ha utilizado el imperio en Latinoamérica y el mundo para invadir. Si realmente hubiese intencionalidad firme y sincera de una ayuda humanitaria, yo le pido al imperio, al señor Trump y a su gobierno que nos levanten las medidas sancionatorias, que levanten el cerco financiero, el bloqueo económico al que nos tienen sometidos hace 4 años. Esa es la mejor ayuda humanitaria, nosotros podemos, somos un país con potencialidad y facultad de salir a flote, necesitamos que no nos pongan más trabas. Cada día que pasa es un nuevo cerco más, una nueva figura para asfixiarnos. Además alardean de ello. No es un secreto. Se jactan de que cada día van a asfixiar más la economía venezolana.
El pueblo venezolano empezó a ser con Hugo Chávez
M.H.: Se han cumplido dos aniversarios, del levantamiento de Hugo Chávez y la asunción de la presidencia, 6 años después. ¿Qué significó Hugo Chávez para Venezuela?
V.K.: Es una pregunta que parece fácil pero no lo es. Porque es tanto lo que podría decirte que voy a intentar ser resumida. Chávez representó y representa, porque sigue vivo en el pueblo venezolano y en muchos pueblos del mundo, la dignidad del pueblo, la posibilidad de hacer del sueño emancipatorio una realidad. La posibilidad de que el pueblo se conectara con un líder, que eso no había ocurrido en nuestro país.
Hugo Chávez fue el mejor intérprete de esa necesidad popular. Fue el que supo entender al pueblo, lo plasmó en la Constitución junto con el pueblo, lo plasmó en el Plan de la Patria. Fue y es la luz de los desvalidos del mundo, de los desposeídos, de aquél que nunca tuvo oportunidad y de aquél que vio en Hugo Chávez la posibilidad de ser. Y el pueblo venezolano empezó a ser con Hugo Chávez, a ser ciudadano, no habitante, a ser digno, igual, muchas cosas que nunca había podido ser. Eso es Hugo Chávez para nosotros.
M.H.: He tenido un profuso intercambio con compañeros de todo el mundo que se han asombrado por las posiciones tomadas por algunos compañeros que supieron en algún momento acompañar el proceso de la revolución bolivariana. Como fueron los compañeros de Aporrea, que se han reunido con el Presidente interino. De alguna manera yo les he manifestado que no me sorprende. Hubo un turismo revolucionario acá, muchos compañeros viajaban a Venezuela cuando las cosas estaban bien. Yo nunca viajé a Venezuela. Siempre apoyé a Venezuela, es más, saqué un libro al año del fallecimiento de Hugo Chávez Frías. Siempre lo dije, en Argentina hubo dos actos, uno en el Hotel Bauen, del que participamos junto a Modesto Emilio Guerrero, Guillermo Almeyra, Hugo Calello, Ricardo Napurí y quien les habla, al Comandante Hugo Chávez Frías por renovarnos la pasión y la fuerza para seguir luchando por el socialismo. Y el otro acto, fue ese mismo día en la villa 21-24 encabezado por Cristina Kirchner. Ese fue nuestro homenaje junto con la edición de Hugo Chávez y la revolución bolivariana. Ensayos de István Mészáros, Luis Brito García, Modesto Emilio Guerrero, James Petras, Guillermo Almeyra, Claudio Katz, Hugo Calello, Renán Vega Cantor, Ricardo Napurí, Eduardo Lucita y Olmedo Beluche. Y el prólogo de nuestro compañero y amigo Renán Vega Cantor. No viajamos a Venezuela, no hicimos turismo revolucionario, pero hicimos esto. Son momentos en los que entiendo en que la «ancha avenida del medio» no existe, o se está de un lado o se está del otro. Nosotros y por suerte mis compañeros Eric Touissant, Ricardo Napurí, Nora Ciappone, Aldo Casas, Olmedo Beluche, los compañeros del PSOL de Brasil, del PRT de México, Guillermo Almeyra y me olvido de muchos, no nos confundimos. Yo digo esto desde un lugar que me preocupa por la actitud de los compañeros de Marea Socialista, de Aporrea.org. Tal vez para vos Virginia este es un tema secundario.
V.K.: Para nada. Yo he fundado Aporrea junto a estos compañeros y estoy sumamente conmocionada con la reunión. Sobre todo por Gonzalo Gómez con quien hemos compartido muchos años.
M.H.: Yo siempre he tenido una referencia con Aporrea y realmente esta reunión con Guaidó me ha golpeado fuertemente.
V.K.: Quienes hemos podido tener vinculación con Gonzalo y con su esposa, con Nicmer Evans, con Navarro, hemos compartido trincheras, en contextos muy difíciles, en pleno golpe petrolero, cuando estaba todo el mundo vetado. Yo soy articulista de Aporrea.
M.H.: Tu hermana también.
V.K.: Sí, mi cuñado también es permanente escritor, inclusive es uno de los que los surte de los trabajos de investigación más profundos e intensos que tienen. Estamos conmocionados. Particularmente nuestro programa de Fundalatin se ha venido publicando incesantemente todas las semanas en Aporrea durante 5 años. Ese mismo sentimiento que tú tienes nos abraza a muchos.
M.H.: Sí, a nivel internacional también. Me sorprendió inclusive de Francia que han escrito sobre esta situación. A mí no me extraña, como le contesté a Olmedo Beluche: «no te olvides que hace un año en Argentina el «Pollo» Sobrero de Izquierda Socialista en la puerta de la Embajada de Venezuela pidió la renuncia de Maduro. Entonces no me extraña. Hay que estar preparados para estas cosas». Lamentablemente hay una línea acá. Yo tengo muchas críticas a Maduro, porque Cuba ha tenido un bloqueo durante 50 años y, sin embargo, ha podido desarrollar una economía y un bienestar para su población y hoy en día Venezuela, siendo un país mucho más rico que Cuba, aunque está en una situación difícil producto también de un bloqueo, no ha podido hacerlo. Entonces yo tengo mis críticas hacia la conducción de la revolución bolivariana. Tengo las opiniones del que fuera director del INTI, Enrique Martínez, cuando lo convocaron para llevar adelante un plan de desarrollo de la infraestructura económica y después lo dejaron tirado por ahí. Toda la situación de corrupción que hoy está saliendo a la luz respecto de Pdvsa, respecto de la burguesía importadora a la que se ha beneficiado con dólares al valor oficial en lugar de nacionalizar el comercio exterior, entre otras cosas.
V.K.: Tú nombras a Cuba y a Venezuela, pero hay una gran diferencia, un gran factor que ha sido determinante para establecer los resultados que hemos tenido. Cuba se esmeró en formar políticamente a cada uno de sus habitantes, cosa que no pasó en la revolución bolivariana. Hubo intentos de formación política e ideológica pero no se masificó, no se convirtió en política de gobierno, de involucramiento filosófico político. No lo hubo. De haberla habido hubiera sido otra cosa. Ni una ni otra cosa se han dado o se dieron en muy poca cantidad. Yo creo que el gran salto entre un sistema o un fenómeno histórico político y el otro ha sido el proceso formativo. En eso hemos sido deficientes, hemos debido formar mucho más y formar más cuadros políticos que estuviesen comprometidos con un modelo y un proyecto de país que fue el que nos dejó Chávez, que está bien descripto en nuestra Constitución y por si nos quedaba duda, nos dejó el Plan de la Patria. Son dos herramientas que dan debida cuenta de un país socialista, en progreso, con verdadero sentido de igualdad de clases. Esa es la gran brecha entre un fenómeno y el otro.
Apostamos a la paz porque las bombas no distinguen si eres de derecha o izquierda
M.H.: Estamos en una situación bisagra. Por supuesto más allá de cualquier tipo de crítica, tenemos muy claro qué significa esta política imperialista contra Venezuela. En ese sentido los trapos sucios los lavamos en casa.
Te pregunté sobre la reunión que comenzó hoy en Montevideo promocionada por el gobierno uruguayo, mexicano y la Unión Europea. Esto es importante porque en las redes aparece la UE contra Maduro y después nos enteramos que tuvieron que hacer votar al Parlamento de la UE porque hay varios países como Grecia, Italia y varios más que no están de acuerdo con el desconocimiento al Presidente Maduro.
V.K.: Creo que al igual que los gobiernos de Uruguay y México hay otros países en el mundo que están sumados a esta iniciativa. Claman por una solución pacífica del conflicto venezolano. Por nuestra parte y creo que todos indistintamente del sesgo político que tengamos deberíamos apostar a la paz. No hacerlo es un flaco favor a la consecución de un proyecto de país independientemente que seas partidario o no. Yo creo que este cúmulo de muchachos y muchachas, gente de todas las edades que ha emigrado del país indistintamente del odio que puedan tener producto de los medios de comunicación, de todo lo que puedan albergar dentro de sí, deben apostar a la paz. Porque si bien están fuera, muchos de sus familiares siguen dentro. Y las invasiones enmascaradas bajo la figura de ayuda humanitaria, no distinguen si eres de derecha o izquierda. Las bombas de impacto masivo son así de simples: masivas, no distinguen tipos de población. Yo creo que hay que racionalizar, hay que ser más conscientes de la situación, hay que documentarse, yo siento que muchos de ellos están faltos de información o sus fuentes no son las mejores o no las contrastan y los hace presas fáciles de manifiestos hasta apátridas, hasta en contra de su propio gentilicio, su sentir patrio.
Yo no puedo creer que toda esta muchachada que esta fuera esté apostando a una guerra, que va a dejar desastre, desolación y muerte en nuestro país. Me niego a pensar que esto es así y que no puedan dedicarle unos minutos de reflexión o de investigación que les permita tener una visión un tanto diferente a la que tienen hoy en día producto de la guerra mediática. Independientemente de que apoyen o no al gobierno de Nicolás Maduro. Ese es otro tema. Se pueden tener disidencias, divergencias en relación a cómo gobierna Maduro, lo que no puedes tener es un sentimiento anti patrio. Un sentimiento anti soberanía, eso se hace incomprensible en cualquier ciudadano del mundo. Si no quieres a tu país no puedes querer a ningún país. Yo llamo a todos estos muchachos y muchachas que aspiran a que cuando lleguen los salvadores del mundo a la patria, que son los marines americanos, y nos desbaraten el país como lo han hecho en todos los lugares por los que han pasado, véanlo en internet y luego lleguen a la conclusión. Si eso quieren para Venezuela, triste para nosotros y para ellos.
M.H.: Tendríamos que referirnos también a la historia, a la política de las cañoneras a fines del siglo XIX, principios del XX, pensar en Cuba, Nicaragua, El Salvador. Y más acá, como bien decís, en Grenada, Panamá, Haití.
V.K.: Todavía no sabemos el número de muertos de Panamá ni de Haití. No se ha podido identificar. Veamos las fotos, esas no tienen photoshop, son reales, con la tristeza y el horror de la invasión plasmada en un registro documental.
M.H.: Evidentemente apostamos al diálogo. Lamentablemente la derecha venezolana repite la narrativa norteamericana. Siguen órdenes. Ya han anticipado frente a la iniciativa de los gobiernos uruguayo y mexicano que no habrá diálogo. Han montado un show mediático con el tema de la ayuda humanitaria que ya ha sido rechazada por la Organización de Naciones Unidas y por la propia Cruz Roja Internacional, aclarando que no aplica la ayuda humanitaria para Venezuela.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.