Gramsci (encarcelado en 1926 por un tribunal del régimen fascista de Benito Mussolini con un dictamen que decía ‘Durante veinte años debemos impedir funcionar a este cerebro’) escribió en 1930 en uno de sus Cuadernos de la Cárcel un pasaje del libro de Eugenio d’Ors, La vida de Goya: «Existen dos modos de matar: uno, […]
Gramsci (encarcelado en 1926 por un tribunal del régimen fascista de Benito Mussolini con un dictamen que decía ‘Durante veinte años debemos impedir funcionar a este cerebro’) escribió en 1930 en uno de sus Cuadernos de la Cárcel un pasaje del libro de Eugenio d’Ors, La vida de Goya: «Existen dos modos de matar: uno, designado abiertamente con el verbo matar; el otro, el que queda sobrentendido bajo el delicado eufemismo: ‘hacer la vida imposible’. Es la forma lenta y oscura de asesinato consumada por una multitud de cómplices invisibles. Es un auto de fe sin coroza y sin llamas, perpetrado por una Inquisición sin juicio ni sentencia …»
Erasmo de Rótterdam en el Elogio de la locura, dedicado a su amigo Tomás Moro (autor de Utopía, canciller y ferviente opositor del anglicanismo por cuyos principios fue declarado traidor y decapitado por orden de Enrique VIII en 1535) aborda el tema del auto elogio a través de un personaje nada agradable: Estulticia. «…me creo mucho más modesta que esta tropa de magnates y sabios que, trastrocado el pudor, suelen sobornar a un retórico halagador o a un poeta vanílocuo y le ponen sueldo para escucharle recitar sus alabanzas, que no son sino mentiras. El elogiado, aun fingiendo rubor, hace la rueda y yergue la cresta, como el pavo real, mientras el desvergonzado adulador equipara con los dioses a aquel hombre de nada y le presenta como absoluto ejemplar de toda virtud, aun sabiendo que dista mucho de cualquiera de ellas, que está vistiendo a la corneja de ajenas plumas, blanqueando a un etíope o haciendo de una mosca elefante. En resumen, me atengo a aquel viejo proverbio del
vulgo que dice que ‘hace bien en alabarse a sí mismo quien no encuentra a otro que lo haga».
Han salido de la mazmorra colombiana Los Pasajeros http://www.rebelion.org/noticia.php?id=3534 Los ha tenido que dejar en libertad, deseamos que para siempre pero nunca se sabe, un régimen que no solo vive del auto elogio de sus «avances» en materia de seguridad, sino que gasta millones de dólares en maquillar y ocultar la guadaña con que tánatos recorre campos y ciudades disfrazado de «seguridad democrática», segando las vidas de miles de luchadores populares cada año. Para mantener bien afilada la guadaña que arrastra tánatos y aceitada el arma de la extradición contra los Revolucionarios, cuenta el régimen colombiano con el apoyo de la potencia imperialista más poderosa del planeta: los Estados Unidos de Norteamérica.
¿Por qué han sido liberados después de pasar seis meses en las infernales cárceles estos cantautores de la lucha popular y dolor humano en Colombia? Por la indignación y rechazo que causó su injusta prisión y la solidaridad nacional e internacional que dicha afrenta desató en las conciencias de miles de personas. Y finalmente porque no se pudo sostener la mentira, la falsa acusación (de rebelión, concierto para delinquir y terrorismo) única condición para ir como cristos con una lápida al cuello, condenados a otras formas del terror estatal que tantas vidas cobra a diario en Colombia. El asesinato selectivo, uno de los métodos predilectos del terrorismo de estado en Colombia, al cual añade hoy el arma de la extradición.
Ante la grave amenaza de muerte, cárcel y persecución que hoy viven los Pasajeros y miles de activistas de izquierda, lo menos que podemos hacer es continuar la solidaridad tanto nacional como internacional para protegerlos. Intentar formar un escudo humano e impedir que caigan abatidos en cualquier calle, esquina o cafetería de una ciudad colombiana por las balas de «asesinos desconocidos» desde una moto de alto voltaje. Y si bien la solidaridad política y acompañamiento no son un seguro de vida contra el Estado mercenario, mantenerla en alto y denunciar la maquina del terror estatal más visceral que se conozca en el continente hoy, sí puede llegar a ser sinónimo de libertad para los luchadores del pueblo.
¿Cómo no hacerlo en un país donde incluso los dirigentes sindicales que han sido protegidos por reconocidas ONGs internacionales y organizaciones de derechos humanos, igualmente son asesinados? ¿Ejemplos? Los 3 sindicalistas y líderes sociales de Arauca asesinados por el ejército el pasado 5 de Agosto, el asesinato del dirigente campesino de Arauca Pedro Jaime Mosquera el 6.10.04, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=5908, Alfredo Correa de andrei sociólogo asesinado el 17.09.04, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=5024, los 92 sindicalistas asesinados en el 2003, 87 de los cuales eran afiliados a la CUT, http://www.ospaaal.org/osp1587.htm, las 334 personas que son detenidas cada día según informe del colectivo José Alvear Restrepo
http://www.ospaaal.org/osp1501.htm, etc, etc. Pero no nos extendamos en listas y estadísticas de muertos y encarcelados. De lo que se trata es que el asesinato y prisión en Colombia termine y no sea mas la muerte lenta y oscura, la inquisición sin juicio ni sentencia de la que hablaba Gramsci.
Es verdad que hoy estamos felices porque están libres, como pájaros, nuestros amigos Los Pasajeros. Pero, al mismo tiempo tristes porque pende la guillotina de la extradición sobre los Revolucionarios colombianos. La decisión del gobierno de extraditar (acaba de anunciar la extradición de Simón Trinidad, comandante guerrillero de las FARC) Revolucionarios a las entrañas del monstruo ensombrece y hace aún más pesado el ambiente del país. Es como si arrojase a un abismo desconocido la opción del diálogo y la justicia, única posibilidad de solución al conflicto armado. Su servilismo canallesco al imperialismo solo convoca el sonido de los cañones. Quisiéramos que no fuera así, que se pudiera hacer la política por otros medios distintos a los de la guerra. ¿Querrá la burguesía y el imperialismo? Ellos tienen la palabra o el cañón, aunque todo parece indicar que a Bush y a Uribe les va solo bien con el cañón.
Decía un amigo que no entendía de dónde podía salir tanto valor, resistencia y entrega de un pueblo que a diario le están matando sus luchadores y luchadoras por una sociedad donde sea la dignidad y justicia la que reine en los campos. De la solidaridad vuestra también, le diría, que ayuda a mantener encendida la mechita de lucha y resistencia del pueblo colombiano. De las ganas de ser pueblos libres, independientes y soberanos; de la necesidad que tenemos de quitarnos de encima una clase dominante que ha tenido como su única arma la guerra contra el pueblo.