Sólo por seguir el ejemplo del ministro Rubalcaba yo también me hice de una lupa decidido a examinar las listas populares y socialistas. No buscaba candidatos encausados por corrupción o vinculados a escándalos de todo tipo; no pretendía encontrar implicados por robo, desfalco, cohecho, comisiones ilegales… Tampoco era mi interés hallar nexos con la violencia […]
Sólo por seguir el ejemplo del ministro Rubalcaba yo también me hice de una lupa decidido a examinar las listas populares y socialistas. No buscaba candidatos encausados por corrupción o vinculados a escándalos de todo tipo; no pretendía encontrar implicados por robo, desfalco, cohecho, comisiones ilegales… Tampoco era mi interés hallar nexos con la violencia entre tantos aspirantes a llegar o mantenerse en ayuntamientos y diputaciones, descubrir tránsfugas, detectar prevaricadores… Eso hubiera sido demasiado sencillo. Lo único que quería era encontrar algún candidato que estuviera limpio, que ni siquiera hubiera sido salpicado por alguna adjudicación de un contrato a dedo, por haber otorgado una licencia ilícita, nepotismo o tráfico de influencias…
Dos lupas más tarde opté por emplear una lupa estereoscópica pero, a pesar de ello, seguía sin encontrar un posible candidato pulcro. Por más que revisaba las listas de populares y socialistas, todos los nombres que iba verificando o estaban en los tribunales o iban camino de ellos: Francisco Camps, El Bigotes, Ricardo Costa, Vicente Rambla, Milagrosa Martínez, David Serra, Luis Díaz Alperi, Pedro Angel Hernández…
Me serví entonces de un catalejo, también de unos prismáticos, en el interés de hallar un candidato que no hubiera estado envuelto en alguno de los tantos casos de corrupción: Caso Gürtel, Caso Brugal, Caso Malaya, Caso Mercasevilla, Caso Ibiza, Caso Góndola, Caso Alhaurín el Grande, Caso Faycán… pero todo fue inútil.
Desesperado, apelé a un microscopio, por si me ayudaba a dar con el paradero en las listas populares y socialistas de ese íntegro candidato que ni siquiera fuera parte del entorno o del umbral, pero seguí depurando listas y descartando nombres sin dar con él: Juan Manuel Rey, Cristina González, Miguel Uroz, Francisco Cuenca, Rafael Gómez (Sandokan), Agustín Navarro, Xico Tarrés, Yolanda García, Manuel Vallejo, Juan Martín Serón, Antonio Rodrigo Torrijos, Antonia Muñoz, José Manuel Traba, José Manuel Santos, Juan José Díaz Valiño, Jesús Vázquez, Josep Mari Agustinet, Juan José Dorta, María del Carmen Castellano, Macario Benítez, José Manuel Cendán, Alfonso Puente…
Y así he seguido hasta quedarme tan sólo con un nombre que depurar: Rubalcaba. El problema es que el ministro va para presidente y ni siquiera necesito gafas para indagar su pasado.
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