Cuando un gigante cae, hay que tener cuidado; su sombra, puede aplastarte, o el pie, del otro que le derribó. (Poema, «La Sombra de los Gigantes» M.G.S) Apenas empieza a caminar lo parido en las plazas, sobre las piedras de las calles, cuando un virus recorre su cuerpo: el virus del electoralismo. Nos cuentan, como […]
Cuando un gigante cae,
hay que tener cuidado;
su sombra, puede aplastarte,
o el pie, del otro que le derribó.
(Poema, «La Sombra de los Gigantes» M.G.S)
Apenas empieza a caminar lo parido en las plazas, sobre las piedras de las calles, cuando un virus recorre su cuerpo: el virus del electoralismo. Nos cuentan, como a niños, que para alcanzar nuestros sueños, no existe más camino que el que nos marcan los mercaderes; que no existe otro camino para el empoderamiento de la ciudadanía que no sea el electoral. Existe la posibilidad de que se equivoquen. En un estado donde no se garantiza la gobernabilidad, ni tampoco el ejercicio de los derechos sociales, al tiempo que la corrupción salpica a una parte muy significativa del régimen, y no se garantiza para los de abajo unas condiciones de desarrollo humano dignas, situar al parlamentarismo como motor de la historia es de un reduccionísmo intelectual preocupante. Máxime, cuando se ha demostrado en los últimos años, que ha sido la mayoría social, esa misma que algunos/as amigos/as han acusado de desafectada de la política, la que ha hecho posible otra forma de hacer política.
Esa mayoría social, ha ido creando canales de comunicación alternativos, formas organizativas profundamente democráticas y la narrativa común de los de abajo. Una muestra de ello, han sido las movilizaciones internacionales que el pasado 1 de junio vivimos en la UE contra las políticas de la TROIKA. Esa mayoría social, no ha llegado hasta aquí para iniciar el camino de regreso al pasado. Ya no hay solo que salir a las calles a pedir que no nos recorten más derechos, sino a poner en primer plano la construcción de una nueva democracia: a ser actores directos de la historia, sin ningún intermediario. La Paz Mundial, Derechos de la Naturaleza y el ser humano , Soberanía de los Pueblos, Democracia Directa, Renta Básica, Decrecimiento, Soberanía Alimentaria, control, reparto y gestión democrática de la riqueza que se genera…Es la Narrativa Común: Vía Sur, que va tomando cuerpo. Las élites, en el despojo que ejercen sobre nosotros/as de forma global, sin quererlo, nos ayudan a encontrarnos, a salir del aislamiento. Las veredas que se elijan para hacer posible las aspiraciones de la mayoría social, serán justamente las mismas que decida, a través de los instrumentos en construcción, esa mayoría social. Lo demás, es convertirnos en mercancía eterna en manos de los mercaderes y sus mercenarios.
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