La lucha contra el trabajo de los niños no ha progresado significativamente en los últimos cuatro años. Tal es la principal conclusión del Informe «Intensificar la lucha contra el trabajo infantil» de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), publicado en Ginebra. El número de niños que trabajan descendió de 222 millones a 215 millones en […]
La lucha contra el trabajo de los niños no ha progresado significativamente en los últimos cuatro años. Tal es la principal conclusión del Informe «Intensificar la lucha contra el trabajo infantil» de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), publicado en Ginebra.
El número de niños que trabajan descendió de 222 millones a 215 millones en los últimos cuatro años. Una reducción escasa de apenas un 3 %, enfatiza el documento de la OIT, difundido dos días antes de la apertura de una conferencia internacional sobre este tema a realizarse los próximos lunes 10 y martes 11 de mayo en La Haya, Holanda.
Conferencia en La Haya
El cónclave de Holanda es organizado por el Ministerio de Asuntos Sociales y del Empleo de los Países Bajos en estrecha colaboración con el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la OIT. Lo apoyan también la UNICEF y el Banco Mundial.
El objetivo principal de esta conferencia es fortalecer el movimiento mundial para lograr la ratificación universal de dos convenios: uno sobre la edad mínima y otro sobre las peores formas del trabajo infantil.
Los 215 millones de niños trabajadores mencionados en el nuevo informe de la OIT representan casi el 15 % del total de niños entre 5 y 17 años que viven en el mundo, estimado en 1.500 millones.
Progresos irregulares
En declaraciones públicas retomadas por la Agencia Telegráfica Suiza (ATS), el Director General de la OIT, el chileno Juan Somavía, reconoció que «los progresos son irregulares: ni bastante rápidos, ni suficientemente amplios para lograr los objetivos que nos hemos fijado».
El alto funcionario onusiano propone re-dinamizar la campaña mundial contra el trabajo infantil que está actualmente en ejecución, pasando a una velocidad superior.
El director de la OIT expresó también su preocupación por el hecho de que la crisis mundial pueda ser tomada como excusa para no intensificar la lucha contra el trabajo de los niños y adolescentes.
Los trabajos peligrosos
El tema del trabajo infantil, de particular complejidad, sigue creando debates a nivel internacional. En numerosas economías de países latinoamericanos, africanos y asiáticos, la actividad productiva infantil constituye un ingreso esencial para la sobreviviencia de miles de familias.
Sin embargo, un punto de consenso internacional, es la preocupación en torno a los trabajos de niños que conllevan peligros evidentes en su realización.
Según el Informe de la Organización Internacional del Trabajo de los 215 millones de niños y niñas que trabajan, más de la mitad están expuestos a actividades peligrosas. Cifra considerada como «escandalosa» por el organismo internacional.
Quien constata que si el progreso más importante en la reducción del trabajo benefició a los menores de 5 a 14 años, la situación de aquéllos cuyas edades están comprendidas entre 15 y 17 años, empeoró en los últimos cuatro años, aumentando de 52 a 62 millones. En cuanto a las niñas trabajadoras, se registra un 15 % menos que en 2006.
El trabajo infantil sigue creciendo especialmente en el África sub-sahariana, según indica la OIT, siendo la agricultura el sector que concentra mayor cantidad de mano de obra infantil.
Si la tendencia actual se mantiene, el objetivo de eliminar las peores formas de trabajo infantil hasta el 2016 no podrá ser cumplido, previene a forma de conclusión el organismo internacional.