El 29 de septiembre altos representantes de los gobiernos, las empresas y la sociedad civil expusieron sus puntos de vista sobre cómo hacer para que la Organización Mundial del Comercio (OMC) pueda seguir cumpliendo su misión en el entorno comercial actual, poniendo en el tapete las prioridades de la reforma, bajo tutela de los grupos empresariales.
Abordar los retos de la pandemia de Covid-19 y del cambio climático, velar para que las normas de la organización se adapten a la economía digital de hoy en día y garantizar que los beneficios del comercio se extiendan a todos fueron algunos de los temas que se plantearon en la sesión de alto nivel del Foro Público sobre el fortalecimiento del sistema multilateral de comercio.
La cuestión de la reforma de la OMC, ha sido planteada por los miembros de la organización en diversos órganos de la misma y en distintos foros en los últimos años, y muchos reconocen a la vez que concuerdan con la necesidad de actualizar las normas escritas hace más de un cuarto de siglo.
Al esbozar sus prioridades de reforma, el período de sesiones de alto nivel presentó un menú de cuestiones que requerían atención especial, como la de garantizar que la OMC pueda abordar mejor las cuestiones que han estado en el programa de sus negociaciones durante años, como la agricultura, las disciplinas sobre subvenciones a la pesca y el trato especial y diferenciado para los países en desarrollo y los países menos adelantados.
Sin embargo, el Foro Público aborda las prioridades de la reforma bajo la presión del lobby de los grupos empresariales, preparando el terreno para la Duodécima Conferencia Ministerial (CM12) que tendrá lugar del 30 de noviembre al 3 de diciembre de 2021 en Ginebra (Suiza).
En su discurso de apertura, la Directora General del Organismo, Ngonzi Okonjo-Iweala no dejó dudas hacia donde estaban dirigidas las prioridades, señalando que «las empresas tienen una participación en la OMC. El sistema continúa proporcionando estabilidad y previsibilidad a sus operaciones. Mantiene las barreras arancelarias y no arancelarias bajo control y ofrece vías para abordar la discriminación contra sus exportaciones».
Enfatizó que su mensaje era directo: «necesitamos resultados concretos en CM12. Ello es necesario para demostrar que la OMC ha vuelto a la normalidad y que puede dar resultados a los miembros y a las personas que dependen del comercio para impulsar una fuerte recuperación económica».
Okonjo-Iweala añadió que el apoyo de la comunidad empresarial, y su compromiso activo con sus gobiernos y en los medios de comunicación, será crucial para hacer posibles los resultados en CM12 e insistió: (…) «Les animo a ustedes y a sus electores a que hablen con sus gobiernos, los apoyen para que estén listos para negociar y, lo que es más importante, listos para comprometerse, en favor de una OMC revitalizada».
En virtud de esta visión de la cosas, estamos de la reforma necesaria que aborde las preocupaciones y prioridades de los países en desarrollo, especialmente las cuestiones encomendadas que siguen sin resolverse pero que siguen siendo extremadamente importantes, como el fortalecimiento del trato especial y diferenciado, las cuestiones agrícolas como la ayuda interna, el mecanismo de salvaguardia especial y la propiedad de las existencias públicas.
Temas que son esenciales para satisfacer las necesidades alimentarias y de subsistencia, al igual que otras prioridades importantes como la garantía de que las futuras normas de comercio digital proporcionen suficiente flexibilidad a los países en desarrollo, la simplificación de los requisitos de notificación y la reforma de las normas de la OMC sobre los ADPIC para mejorar el acceso a la innovación.
Bajo la lupa del lobby empresarial
La Cámara de Comercio Internacional (CCI) y el B-20 Italia, en representación de la comunidad empresarial mundial, insisten desde hace mucho tiempo, sobre la necesidad urgente de reformar la OMC a fin de que pueda afrontar los desafíos del siglo XXI.
En la sesión titulada «El futuro programa de trabajo de la OMC: Perspectivas de las empresas», las dos organizaciones instaron a la OMC a desempeñar un papel clave para garantizar el acceso a cadenas de suministro eficaces y pidieron que la MC12 concluyera las negociaciones para frenar las subvenciones perjudiciales a la pesca.
A su vez, exhortaron a los miembros de la OMC a que se beneficien de un mecanismo de solución de diferencias que funcione plenamente , constituyendo ésta en una de las primeras prioridades de la comunidad empresarial. Además, tanto la CCI como el B20 destacaron la importancia de un sólido sistema de notificación y vigilancia del comercio, que permitiría a la OMC desempeñar un papel central durante la pandemia actual y las crisis futuras.
Quién es quién en este negocio
La Cámara de Comercio Internacional (CCI) es la organización empresarial más grande y representativa del mundo. Con más de 45 millones de miembros en más de 100 países, tienen intereses que abarcan todos los sectores de la empresa privada. Tiene tres actividades principales: establecimiento de reglas, resolución de disputas y promoción de políticas.
Debido a que sus empresas y asociaciones miembros están involucradas en negocios internacionales, la CCI tiene una autoridad incomparable en la elaboración de reglas que gobiernan la conducción de negocios a través de las fronteras. Si bien estas reglas son voluntarias, se observan en miles de transacciones todos los días y se han convertido en parte fundamental del comercio internacional… Y convertida por la vía de los hechos en una especie de OMC paralela.
Por su lado, Business 20 (B20) es el foro oficial de diálogo empresarial del G20. Fue establecido en 2010, y es uno de los foros más activos del grupo, formado por más de mil representantes empresariales de los países que integran el G20. De media, suelen participar unos 2.000 actores, que representan a la comunidad empresarial de más de 6,5 millones de empresas.
El B20 tiene como principal misión proponer recomendaciones en los ámbitos priorizados por la presidencia, con el objeto de impulsar el crecimiento y desarrollo económicos. Estas recomendaciones son objeto de discusión y elaboración en los grupos de trabajos o consejos específicos establecidos para este cometido. Cada grupo de trabajo está integrado por un centenar de miembros de los países que integran el G20 y un grupo selecto de países y organizaciones internacionales invitados.
John Denton, Secretario General de la CCI, ha presentado un documento titulado “Prioridades empresariales mundiales para la OMC”, que abarca cinco esferas prioritarias que la comunidad empresarial desearía que los miembros de la OMC abordaran en la MC12 y se incorporaran a un programa de trabajo en los próximos años. Entre ellas figuran la reforma de la OMC, el comercio y la salud, la sostenibilidad comercial y ambiental, el comercio y la economía digital, y el comercio y la inclusión.
Pero Denton, maneja sus conceptos en una especie de síntesis dialéctica de fortaleza y debilidad, sinceridad o arrogancia, destacando las bondades del neoliberalismo y la importancia de restablecer una OMC que funcione eficazmente, lo que actualmente no es el caso, dijo.
«Para que la OMC nos sea útil, tiene que funcionar, tiene que ser adecuada para su propósito» (¿…?) «Los temas que trata deben ser los del siglo 21. Necesita abordar los temas que se le ha dicho que trate porque son temas relevantes. Tiene que lidiar con los problemas relacionados con la pandemia», continuó Denton.
«Necesitamos aprender de lo que acaba de suceder y preparar a la organización para hacer frente a las crisis de salud en el futuro. Tiene que lidiar con la agenda digital. Debemos unir el clima y el comercio…No podemos tener empresas que operen en un planeta que en realidad no funciona”, añadió.
Se podrá discutir sobre la eficacia de la OMC pero convendría recordar que en principio y estatutariamente, la OMC está dirigida por los gobiernos de sus miembros. Todas las decisiones importantes son adoptadas por la totalidad de los miembros, ya sea por sus ministros que se reúnen por lo menos una vez cada dos años o por sus embajadores o delegados que se reúnen regularmente en Ginebra, aunque esto para el mundo empresarial no sea más que papel mojado.
Hoy el comercio abarca todos los temas que están en la OMC desde su nacimiento, como el derecho de propiedad intelectual, servicios, inversiones, compras de los Estados. Desde hace años asistimos al espectáculo del capitalismo neoliberal, y por lo tanto no se puede hablar hoy de la crisis del multilateralismo, es algo que viene de larga data. No olvidemos que la ronda de Doha fue lanzada en 2001 y en realidad no se pudo cerrar nunca.
Por su parte, la Presidenta del B20 Italia, Emma Marcegaglia, en un tono mas diplomático, señaló que la OMC debería desempeñar un papel en los debates sobre la sostenibilidad y el cambio climático acelerando el despliegue de tecnologías y servicios que son necesarios para hacer frente a estos desafíos (…). Y agregó que «sin una OMC fuerte, no lograremos lo que queremos, es decir, un crecimiento a más largo plazo que sea más sostenible y más inclusivo para la próxima década».
Mientras tanto Shinta Kamdani, Directora Ejecutiva del Grupo Sintesa, Copresidenta del Grupo de Trabajo B20 sobre Comercio e Inversión, dijo que la OMC y el sistema multilateral de comercio deberían empoderar a las pequeñas empresas y ayudarlas a integrarse en las cadenas mundiales de suministro y valor.
Para que las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipyme) se beneficien de las oportunidades que presenta la economía mundial, la OMC debería reducir las medidas no arancelarias, fomentar normas homogéneas, facilitar el comercio a través de medios digitales y facilitar el financiamiento a ellas para ayudarlas a comerciar a nivel mundial, señaló.
También subrayó los desafíos únicos que enfrentan las empresas en los países en desarrollo, como la falta de infraestructura digital, que les impide aprovechar el comercio digital. También señaló que las empresas de los países en desarrollo pueden tener dificultades para adaptarse a las medidas de sostenibilidad ambiental.
La Directora General Okonjo-Iweala dijo: «Tengo muchas ganas de trabajar con la comunidad empresarial en todas estas cuestiones. Ustedes van a tener que ser parte integrante de estas reformas. Espero que podamos trabajar de la mano».
Una vez mas queda demostrado como el lobby empresarial, actúa como un mecanismo de influencia de poder en las relaciones comerciales internacionales. Expone sus orígenes y el medio donde se desarrolla, así como su estructura, organización y las experiencias. Detalla el campo especifico y conveniente de su implantación, afirmando que es saludable cuando los países y las empresas empiezan a internacionalizarse, pues posibilita superar las barreras al comercio.
No está claro hacia donde el sistema de comercio internacional encamina su rumbo , pero deberíamos prestar mucha atención a estos movimientos, ya que detrás de estas negociaciones, detrás de estas guerras comerciales, se ocultan los verdaderos intereses de las empresas multinacionales, depredadores sin alma de las materias primas y fuentes energéticas de los países pobres y dependientes.
Lo demás es pura fragilidad dialéctica de la barbarie capitalista.
Eduardo Camín. Periodista uruguayo acreditado en la ONU- Ginebra Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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