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Entrevista a Silvia Federici

«La ONU no tiene el derecho de presentarse como la representante de la humanidad»

Fuentes: Observatorio Habitat III

Aprovechamos la presencia de Silvia Federici en Quito, a raíz de unas jornadas organizadas por Acción Ecológica, FLACSO, Universidad Andina y Universidad Central, para realizar una entrevista sobre Habitat III, los comunes urbanos y el terremoto en la costa ecuatoriana. OH3: ¿Qué crees que puede aportar ONU-Habitat en su megaevento Habitat III? SF: Tengo una […]

Aprovechamos la presencia de Silvia Federici en Quito, a raíz de unas jornadas organizadas por Acción Ecológica, FLACSO, Universidad Andina y Universidad Central, para realizar una entrevista sobre Habitat III, los comunes urbanos y el terremoto en la costa ecuatoriana.

OH3: ¿Qué crees que puede aportar ONU-Habitat en su megaevento Habitat III?

SF: Tengo una mirada muy negativa, crítica de la ONU, por sus intentos y prácticas. Primeramente la ONU se ha proclamado como la representante de la humanidad. Esto es inaceptable. La ONU son los representantes de los gobiernos que hoy son representantes del capitalismo y por eso la ONU no representan a la humanidad. La ONU representa intereses particulares. Esto se puede verificar con todas sus prácticas, con todas sus legislaciones, con todo su consenso que ha dado a toda la guerras de estos años, a toda la explotación capitalista de estos años. La ONU nunca se ha opuesto a la política devastadora del FMI, del BM, de la OMC. A la política de las grandes corporaciones petroleras, mineras, etc. Hay que decirlo muy fuertemente. La ONU no tiene el derecho de presentarse como la representante de la humanidad, de la manera que ha hecho estos años, con todos sus programas de derechos humanos, el hábitat, el derecho de intervenir humanitariamente en situación de guerra…

ObservatorioHabitat3: ¿Entonces en qué lugar queda la defensa del derecho a la vivienda o al habitat?

Silvia Federici: Ha usado la excusa de los derechos humanos para imponer una política  fuertemente neoliberal, que desplaza a las poblaciones locales, que impone una lógica de mercado, la lógica del capitalismo sobre las actividades, los espacios, la política de la población local.

OH3: En el caso de Quito ha habido una fuerte influencia de la ONU desde que se declaró su centro como Patrimonio de la Humanidad, ahora está construyendo ahí su sede…

SF: El programa que declara una ciudad como patrimonio de la humanidad ha sido un desastre. Están en todos los países: cuando las Naciones Unidas designan la ciudad como patrimonio, prácticamente, significa que los gobiernos son obligados a cumplir con toda una serie de prácticas que favorecen a la empresa neoliberal. Son obligados a invertir en actividades, edificaciones y negocios que favorecen el emprendimiento. Detraen recursos de los servicios sociales, de toda la actividad que pudiera impulsar formas diferentes de empleo. Entonces, cuidado de esta nueva intervención.

OH3: ¿Cómo entonces entender ahora los reclamos de ONU-Habitat para ciudades en las que tengamos más derechos?

SF: [Podemos verlo] con la intervención de la ONU en la política feminista, que ha creado un feminismo global de estado institucional que ha reducido el impulso subversivo que el feminismo tenía, y ha creado un feminismo totalmente domesticado que ha servido para impulsar la política neoliberal, para explotar el trabajo de las mujeres en el nombre de la autonomía de las mujeres. Es importante armar una campaña que pueda desilusionar los que miran a la ONU como el gran benefactor de la humanidad. Es importante ver cuál es su record, qué han hecho en realidad, por qué hoy la ONU es una de las organizaciones más importantes de impulso del neoliberalismo y del capitalismo.

OH3: Quizás la mayor crisis urbana en la actualidad en Ecuador se vincula con el reciente terremoto del 16 de abril, ¿Cómo evitar una intensificación del despojo capitalista en las zonas afectadas?

SF: Es importante movilizarse inmediatamente porque hoy toda la vez que hay un desastre natural nos hemos visto muchas veces en los EEUU es usado y manipulado para cumplir planos que no se podían cumplir antes, pero que ahora se imponen con la excusa del desastre. Se usa la crisis, la devastación, para expulsar poblaciones, para apropiarse de territorio, para imponer nuevas formas de privatización. Lo hemos visto en los EEUU muchas veces. Un caso ejemplar fue Nueva Orleans, cuando la ciudad fue inundada, y ha sido reconstruida en una forma que ha expulsado a gran parte de la población proletaria negra.

OH3: ¿La propia acción gubernamental lo estaba generando?

SF: Desde un primer momento fue visible, que la ayuda se daba en una forma que expulsaba, en una forma que desplazaba a la gente. Como toda la logística de las ayudas fue organizada a partir del primer momento, por no hablar de la reconstrucción y los intereses inmobiliarios.

OH3: ¿Cómo pensar hoy la apropiación de los llamados nuevos comunes urbanos, como internet o el big data que los propios usuarios crean?

SF: Por demasiado tiempo se ha pensado el común en una forma que para mí es la típica masculina. Por ejemplo la mirada que se presenta en Negri y Hardt, sobre todo la primera obra, donde el común se piensa a través del trabajo digital, la internet como espacio comunitario. Esta concepción del común tiene problemas muy grandes, porque internet no nos permite reproducirnos.

OH3: Entonces, ¿podría entonces no ser considerados comunes?

SF: Este tipo de común necesita una devastación de otro tipo de comunes para crear las computadoras, las herramientas digitales están devastando el mundo. Ya ha causado la muerte de millones de personas en el Congo. Es importante no ignorar. En el Congo, en África, se habla de computadoras de sangre. Se hablaba de diamantes de sangre por la tortura y matanza que cuestan. Hoy se habla ya de computadores de sangre. Se ha conectado la milicia en el Congo con la Hewlett Packard.

OH3: ¿Desde la mirada de la importancia de la reproducción, qué suponen los movimientos que han llevado a ocupar las plazas en todo el mundo?

SF: Es muy interesante que las mujeres han tenido un papel central en el movimiento Occupy en EEUU, que fue muy interesante. Fue un intento de crear un espacio comunitario. En el momento en el que se crea todos los problemas de la reproducción se presentan, fue una experiencia muy importante. Se podía ver que las mujeres en este momento tenían un poder central. Lo que me parece importante es la cuestión del común desde un punto de vista feminista, que centraliza la problemática de la reproducción, entonces piensa formas comunitarias del cuidado, el cuidado de niños, mayores, medio ambiente. Hoy a nivel internacional y en América Latina se están haciendo pasos muy grandes en esta dirección.

OH3: ¿Cuáles serían para ti este tipo de comunes basados en la reproducción?

SF: Se están creando formas interesantes de reproducción colectiva, de trabajo colectivo en la reproducción, como los huertos urbanos, que son componentes de tantas ciudades en los EEUU, los comedores populares, los comunes del conocimiento, donde se comparte información fuera de la lógica del mercado.

Entrevista realizada por Manuel Bayón para la Agencia Tegantai y el Observatorio Habitat III.