M.H.: El 5 de junio pasado falleció Francoise Houtart a los 92 años en la ciudad de Quito. Sé que entre otras cosas fue colaborador de La Jornada, diario en el que usted escribe también. Me gustaría que hiciera una breve semblanza de Francoise Houtart. G.A.: De muy joven, siendo seminarista, participó en la resistencia […]
M.H.: El 5 de junio pasado falleció Francoise Houtart a los 92 años en la ciudad de Quito. Sé que entre otras cosas fue colaborador de La Jornada, diario en el que usted escribe también. Me gustaría que hiciera una breve semblanza de Francoise Houtart.
G.A.: De muy joven, siendo seminarista, participó en la resistencia belga contra la ocupación nazi. Posteriormente evolucionó hacia la izquierda y estuvo en el trotskismo belga, en el socialismo de izquierda belga como sacerdote. Era un hombre que unía sus sentimientos cristianos sinceros, con una voluntad socialista y revolucionaria. Con él participamos en México del Tribunal Benito Juárez, un tribunal de honor para juzgar el bloqueo de EE. UU. a Cuba, así que me recuerdo particularmente ese período con él.
También he participado en otras ocasiones y de otras cosas porque éramos amigos, nos veíamos tanto en Europa como en América Latina, en Buenos Aires o en México. Era un estudioso de los movimientos sociales y el problema de la deuda en América Latina y un crítico de los gobiernos llamados progresistas a los que veía como una variante del capitalismo con políticas neoliberales y criticaba por la izquierda. Era un hombre de ideas, sobre todo en el plano de la economía estaba muy formado y como buen profesor de la Universidad de Lovaina que es un centro cultural católico muy avanzado donde se formó Camilo Torres, era un hombre culto, daba gusto conversar con él. Yo lo recuerdo con respeto y con amistad.
M.H.: El próximo 8 de junio habrá elecciones en el Reino Unido, en un artículo de Le Monde Diplomatique de junio de 2017, de Paul Mason, da prácticamente una partida de defunción al laborismo británico, pero hemos visto que en las últimas semanas el laborismo viene en un empate técnico con Theresa May, la Primer Ministra conservadora. ¿Qué ha sucedido allí?
G.A.: Yo creo que la base del Partido Laborista al tomar en sus manos el partido y apoyar a Corbyn contra los parlamentarios, contra el aparato y el establishment sumamente conservadores, ayudó a una renovación del partido y, por lo tanto, dio una nueva esperanza a los sectores trabajadores, hoy golpeados por la política de los conservadores pero también por el sistema capitalista desde hace rato.
El Partido Laborista que se renovó entonces con Jeremy Corbyn, era la expresión de una ola de fondo, como fue en su momento Bernie Sanders en las elecciones de EE. UU. Y a su vez colaboró con esa ola porque radicalizó el programa de su partido al proponer la renacionalización de la electricidad, los ferrocarriles, planes de vivienda, toda una política social que ganó nuevamente a un sector del electorado que se había separado y había ido por otras vías.
El triunfo de los independentistas escoceses (SNP), es una expresión de cómo tomaron otras vías; ahora está tratando de recuperar ese electorado para una política social. Por otro lado, como resultado de la crisis profunda de los partidos socialistas, como en el Partido Socialista francés, hay un núcleo duro que persiste e incluso se radicaliza y eso le puede dar un poco de vida, inclusive le puede dar algo de vida a lo que queda del propio Partido Socialista francés en las próximas elecciones.
M.H.: Usted rescata un perfil interesante, porque de eso se habla muy poco, aquí la prensa hace más hincapié en que Jeremy Corbyn se habría visto favorecido por la ola de violencia que azota a Inglaterra y en particular por el hecho de que se ha sabido que el padre del terrorista que llevó adelante los atentados en Londres, así como su hijo, habrían participado en el derrocamiento de Gadafi, reclutados por el M16 británico.
G.A.: En efecto, esa es una de las cosas que le ha dado sin dudas algunos votos. Pero yo confío mucho más, y luego se sabrá cuando se vea a dónde lo votan a Corbyn, en la capacidad de comprensión de la necesidad de un cambio social. Porque la inquietud que lleva por un lado al Brexit, a la salida del Reino Unido de la Unión Europea, por el otro lado lleva a encontrar soluciones en Inglaterra misma.
Yo creo que la radicalización de Corbyn es lo que explica su gran progreso. La prensa por supuesto ni lo ve porque nunca mira a los de abajo, ni quiere verlo porque no quiere mencionar el hecho de que una radicalización puede reflejarse en los votos. Pero yo no me guío por lo que diga la gran prensa, aunque la tengo muy en cuenta. Trato de leer entre líneas y creo que lo principal, aunque no tengo en estos momentos contacto físico con el pueblo inglés, desgraciadamente porque me hubiera gustado estar ahí, es que hay una evolución política que aún no se ha expresado, hay un proceso de fondo que podría expresarse si Corbyn mantiene su línea.
M.H.: ¿Cuál es su opinión sobre el anuncio que hizo Donald Trump del retiro del Acuerdo climático de París?
G.A.: Yo creo que eso profundiza la división en la gran burguesía de EE. UU. y que a la larga le va a significar graves problemas a Trump. Por empezar toda la gran industria y los sectores transnacionales están en contra de eso, un montón de ciudades, un Estado como California que si fuese independiente sería la principal potencia más que Alemania, ha dicho que no va aplicar la reglamentación de Trump. Esto viene después de las medidas resueltas por otros Estados estadounidenses también de no aplicar las políticas de inmigrantes.
Está muy dividido el sector burgués de EE. UU. y se profundiza esa división, las críticas que le hacen son cada vez más profundas a la estadounidense, donde el nivel político de profundidad es bastante pobre, pero aún así las críticas son mucho más profundas que antes. Hay un proceso de ruptura que se agrava con el aislamiento de EE. UU. frente a sus aliados de siempre, lo cual lo deja totalmente débil y además por el hecho concreto de que Trump le acaba de regalar a China el papel de líder en la defensa del ambiente mundial.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.