No basta con culpar al neoliberalismo ni explicar problemas aislados. Se trata de comprender que la crisis del sistema empresarial es estructural y todas sus manifestaciones están interrelacionadas. El calentamiento global es el tema mejor expuesto como peligro grave para la humanidad. No son pocas las charlas, artículos, campañas que lo abordan. Sin embargo se […]
No basta con culpar al neoliberalismo ni explicar problemas aislados. Se trata de comprender que la crisis del sistema empresarial es estructural y todas sus manifestaciones están interrelacionadas.
El calentamiento global es el tema mejor expuesto como peligro grave para la humanidad. No son pocas las charlas, artículos, campañas que lo abordan.
Sin embargo se comete el error de no relacionarlo con los otros problemas al no determinar su origen común.
Paralelamente cuando se denuncia el dominio actual de los grandes empresarios casi no se habla de su remplazo por otra civilización, menos por una que sea socialista.
Hay temor para referirse a un cambio radical enfrentando el poder y una masa de solicitantes de mejoras al sistema.
Lo que más abunda son los silencios. Pero hay que mostrar la raíz del tronco y sus ramas.
El capitalismo es un sistema que comunica todo. Nada queda aislado en su funcionamiento y sus consecuencias.
El calentamiento global se debe a la quema sin límites de combustibles fósiles. Al derecho de los negociante a enriquecerse sin responsabilidad por el CO2 que emiten.
El peligro evidente de una guerra nuclear se debe a la codicia corporativa de Occidente por los recursos finitos del planeta.
La tendencia hacia la disminución de puestos de trabajo se debe al interés de maximizar las utilidades de las empresas en competencia.
Tras la depredación de minas, océanos, selvas, aguas, está la ambición ciega.
Las finanzas en riesgo permanente de colapsar mueven una masa gigantesca de valores sin respaldo en la economía real creada en un juego de especuladores.
Los medios no informan sino que manipulan porque son empresas de lucro dentro y para el sistema.
El deber con todas las vidas y el medio ambiente es señalar hacia la raíz de los problemas y mostrar que la opción humanista frente al colapso es un socialismo solidario.
No sobra tiempo.
En el nuevo libro ‘¿Tiene futuro el capitalismo?’, obra conjunta de varios economistas y sociólogos reconocidos a nivel internacional, los expertos coinciden en que el mundo está a punto de entrar en una crisis estructural del sistema capitalista, revela la revista ‘Expert’. De este modo, el sociólogo estadounidense Immanuel Wallerstein escribe que el crecimiento del capitalismo alcanzó su tope en los años 70, mientras que todas las décadas siguientes el sistema sólo superó las numerosas crisis, sin resolver ningún problema.
«El sistema mundial moderno no puede seguir de la misma manera, ya que el capitalismo no puede acumular las ganancias sin parar», concluye el experto. Por su parte, el doctor Randall Collins destaca que el fin del capitalismo será en 2040, año en que según él, más de un 50% de la población activa perderá su trabajo por los procesos de sustitución tecnológica.
La mayor interrogación para Collins es qué sistema ocupará su lugar: ¿una dictadura fascista o un sistema democrático no capitalista? Pero lo más probable según el experto es que «en los próximos siglos tendrá lugar un constante cambio entre dos sistemas: del capitalismo al socialismo, y a lo mejor, otra vez al capitalismo». [RT]
La forma de vida actual no será eterna.
No existen amenazas aisladas en un sistema. Muy poco de la actividad humana es completamente libre del la red de los empresarios.
La síntesis del drama es el capitalismo.
Por un Movimiento para una civilización sustentable-solidaria.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.