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La reconstrucción y la complejidad de la realidad en la investigación científica

Fuentes: Rebelión

En la realización de una investigación científica la recolección de datos, por la observación o través de instrumentos y técnicas específicas, permite acercarse más al objeto de estudio, desde diferentes ángulos, así se obtiene una lectura y una vista más precisa que permita elaborar conceptos, categorías y crear el andamiaje teórico que lo explicará. La […]

En la realización de una investigación científica la recolección de datos, por la observación o través de instrumentos y técnicas específicas, permite acercarse más al objeto de estudio, desde diferentes ángulos, así se obtiene una lectura y una vista más precisa que permita elaborar conceptos, categorías y crear el andamiaje teórico que lo explicará.

La forma de la obtención de los datos y la interpretación de los mismos vendrá dado por el abordaje epistemológico y la determinación del objeto de estudio, es precisamente los que justificará la investigación.

Es decir, que los datos per se, si bien es cierto son importantes, no son precisamente los elementos ontológicos que le darán el carácter científico a la investigación; la importancia radica en los datos y la interpretación de éstos, con los cuales se construirá la teoría, producto del proceso de investigación científica.

A nivel general, no existe consenso entre los científicos en la legitimidad de los datos, o si la forma de la obtención es la mejor, porque se parte de la presunción que existen otros datos que no fueron observados y otros que no se tomaron en cuenta, con el agravante que también hay otros mecanismos que no se emplearon para recabar información.

La descripción de la realidad que realizan los científicos sociales está constituida en la interpretación de los datos recopilados, su explicación más completa y veraz será apegada al escenario por la obtención de la mayor cantidad de datos particulares y concretos de esa determinada realidad.

Así, que antes de explicar cómo se va a realizar la obtención de los datos, cómo se interpretarán y desde qué enfoque teórico se abordará, prima saber qué es lo que se va a explicar, y luego establecer el procedimiento cualitativo, cuantitativo o mixto.

Ha existido discusión para determinar cuál de los métodos es el mejor entre la dicotomía cuantitativo-cualitativo, se aduce sobre todo los del área de las ciencias naturales que los métodos cuantitativos, son los mejores porque son precisos al establecer los resultados a través de la matemática y la estadística.

No obstante, no todo se puede mesurar, y sin ánimo de continuar con la inútil discusión, podemos afirmar que ninguno de los métodos es mejor, y lo serán en la medida de su utilidad por la pertinencia que la establece el objeto a estudiar.

El positivismo en cuanto al empirismo y al establecimiento de la verificación, no está supeditado a lo cuantitativo o cualitativo, ni a lo mono disciplinar o pluridisciplinar, tampoco a lo inter o transdiciplinario, lo importante reside en observar lo oculto, lo que permitirá explicar procesos, estructuras, principios y leyes, entre otros. Lo que importa, en estas circunstancias, es el fin, no el medio o los medios.

Con el devenir, las formas rígidas de abordar la realidad pierden validez, debido a que las diferentes disciplinas del pensamiento humano cada vez más se disipa la línea divisoria, es decir, se desdibujan las fronteras disciplinarias, lo que permite la cooperación entre ellas para explicar la realidad.

En el enfoque de la sociología cualitativa, para reconstruir la realidad se han utilizado diversas estrategias metodológicas, entre ellas, la historia de vida, biografías, entrevistas, observación participativa, no obstante, la posible cantidad de datos obtenidos para describir el fenómeno no es suficiente, lo interesante es conocer la intencionalidad y motivación que tienen los diferentes actores para proporcionar esos datos; y si los intereses de los actores fueran lo contrario y el contexto también, cuáles serían los posibles datos que brindarían. Para ponerlo en términos coloquiales sería, «ponerse en los zapatos de la persona fuente».

El estudio del hecho social se hilvana con los datos proporcionados por los actores, pero no son los únicos con los que contará el investigador, sino que forman parte de un conjunto de información proveniente de diferentes fuentes, por ejemplo externas al grupo social, de cómo los que no son miembros de esa comunidad interpretan la realidad del grupo estudiado, asimismo se contará con datos provenientes de diversas fuentes, y que los proporcionados por los miembros del grupo de estudio son piezas que complementarán el rompecabezas.

Además, en el esfuerzo de lograr una mejor reconstrucción de la realidad, la formación escolar, ideología, extracción de clase, religión, etnia, etc., del actor se toma en cuenta, para la interpretación de los datos proporcionados.

Es de hacer notar, que en la observación participativa se cumplen varios requisitos, por ejemplo, la aceptación de los miembros del grupo a estudiar, es lograr ganar la confianza de la comunidad a tal grado que no sea percibido como ajeno a ellos, de lo contrario los miembros del grupo no actuarán con naturalidad, sino de forma artificial con el propósito de tergiversar u ocultar información al investigador.

La no contaminación de los datos, la idoneidad de los instrumentos y la metodología adecuada son importantes, sin embargo, por lo general, no tomamos en cuenta la idoneidad y la preparación intelectual o académica formal o informal del investigador.

Estas son las condiciones propicias que en alguna medida nos garantizará satisfactoriamente la reconstrucción de la realidad, para establecer e identificar la constitución de los hechos sociales, compuestos por qué tipo y cuántas estructuras, la dinámica interna, y sobre todo la conjunción precisa y el momento en que éste se da, para que se produzca determinado hecho social.

Lo que significa que esa reconstrucción de la realidad es temporal, que el hecho científico es relativo, que existe, mientras no pueda ser reemplazado y explicado de otra manera, con la ayuda de nuevos instrumentos, otras disciplinas y nuevas metodologías.

Hemos transitado desde lo puramente descriptivo a la explicación racional de los datos, asimismo a la amplitud disciplinaria que conlleva a la cooperación entre científicos, a través de sus respectivas especializaciones para llegar específicamente a un mismo punto, se terminó la época de la solitud de las ciencias, para ingresar a la era de la «sinfónica científica».

El abordaje del mismo objeto de estudio por diferentes disciplinas, también nos conduce a lo interdisciplinario, que es mucho más profundo que lo pluri o multidisciplinario, porque no es el abordaje desde cada disciplina en el sentido estricto de la palabra, sino que es el aporte de cada disciplina en concatenación con las otras disciplinas sobre el mismo asunto.

Comprender la complejidad con métodos transdiciplinarios

La nueva racionalidad ha sido acogida por algunos miembros de la comunidad científica, debido a la complejidad que han adquirido actualmente los fenómenos y la realidad, esta situación rima con la misma complicación que ha desarrollado científica y tecnológicamente el individuo y su entorno.

Este tránsito no es simplemente el paso de lo simple a lo complejo, de lo individual a lo colectivo, de la relación a la concatenación. Significa que el objeto de estudio es multifacético y pluridisciplinario, y que es la mejor forma de adentrarse en él hasta la mayor profundidad, porque dependiendo del objeto de estudio, si se hace desde una sola disciplina el abordaje será superficial y débil.

Esta nueva racionalidad crea sus propios y originarios métodos y técnicas de abordaje, no se guía con la lógica modernista del determinismo, no quiere decir, que la nueva racionalidad no lo reconozca en el momento en que se producen.

Asimismo, se ha dejado de lado la lógica de que si no es verdadero, entonces es falso, se transita del maniqueísmo a la libertad, la creatividad y a la imaginación. Esta perspectiva encaja en la posmodernidad, nos encontramos en la sociedad de la información, que ha sido posible por la existencia de las nuevas tecnologías de la comunicación.

La transdisciplinaridad se convierte en una valiosa herramienta para el estudio, la reflexión y la racionalidad de la cantidad astronómica de datos que se producen en cada momento; la nueva racionalidad nos permite pasar de la sociedad de la información a la sociedad informacional, y este paso solo es posible cuando se ha logrado un avance científico y tecnológico, porque de lo contrario las sociedades se convierten en contemplativas del desarrollo de otras latitudes, y se vuelven discapacitadas para recrear y crear nuevos conocimientos que coadyuven además a un desarrollo social y a un crecimiento económico.

El desarrollo de las sociedades tiene íntima relación con el nivel tecnológico y científico alcanzado por sus fuerzas productivas, que repercute incluso hasta en el sistema político y en el modelo económico del país.

Observamos como la transdisciplinaridad se ha objetivado en los países de Sudamérica, en especial Bolivia y Ecuador, lo que ha permitido una mayor integración de la sociedad, al tomar en consideración que las diferencias étnicas, económicas, sociales, religiosas, pueden construir una conjugación entrelazada de la hipercomplejidad de una diversidad de intereses, que en la mayoría de los casos son contradictorios y antagónicos, logrando una conjunción de la unidad en la diversidad, pero cada quien guardando y respetando su identidad, y estableciendo una cooperación que beneficia a todos.

En ambos países se pasó de lo local, nacional a lo global, se crearon nuevas formas de participación plena y activa de los ciudadanos, surgieron nuevas representaciones sociales y nuevos movimientos sociales, autonomías, etc.

Bolivia y Ecuador ahora son considerados por la comunidad internacional como referentes y ejemplos de cómo de una situación de atraso en muchos aspectos, hayan logrado desarrollo social, crecimiento económico y consolidación de la democracia.

La nueva racionalidad delinea la forma heurística que la caracteriza, ya no predomina lo rígido y se da paso, a la flexibilidad, se parte que la realidad no es pétrea, eterna ni absoluta, porque existe ciertamente la probabilidad que las conexiones y relaciones que existen entre las disciplinas ocurra espontáneamente o no, un cambio, modificación o el surgimiento de una nueva situación, que cambia los resultados o conclusiones obtenidos.

La antigua racionalidad era disciplinaria y en ciertos casos se llevaba a cabo en solitario, en cambio la nueva racionalidad ha venido a revolucionar la investigación científica, porque se parte de que los científicos desde se propia disciplina tomarán el conocimiento específico que utilizarán para determinado y concreto objeto de estudio, a este esfuerzo se le denomina interdisciplinaridad.

Es interesante observar, que en la nueva racionalidad por la misma flexibilidad y el heurismo, la interdisciplinaridad en el proceso mismo de la investigación científica, casi de una forma natural se pasa a los estudios transdiciplinarios, en donde cada disciplina emplea el conocimiento de su especialización en el proceso de investigación científica, en forma gráfica, se podría esgrimir que el objeto de estudio se convierte en un eje transversal, que se convertirá en el lugar donde convergerán las diversas disciplinas participantes.

Por la forma holística y la complementariedad de la transdisciplinaridad, el proceso de investigación científica se hace más acertado, porque amplía los ángulos de observación, y los resultados, por lo general son más certeros.

La nueva racionalidad es una revolución que irrumpe e incide en las nuevas formas de hacer ciencia, en la modificación y creación de esquemas de enseñanza, de igual forma afecta los esquemas mentales en la creación de nuevas representaciones de la realidad y la construcción de nuevas teorías.

Es de hacer notar, que la transdisciplinaridad adquiere fuerza en un contexto de mundialización y globalización, dentro de esta lógica, caeremos a cuenta de la interdependencia de las naciones en el concierto internacional y, la interdependencia de las disciplinas del pensamiento humano en el proceso de investigación científica.

Atrás quedó el reduccionismo geográfico y la parcelación disciplinar, hemos observado que en este proceso de globalización han caído muros e ideologías, y han aparecido nuevas formas de pensar, más dinámicas, que hacen adecuado uso del instrumental material e intangible que ha producido la sociedad informacional para avanzar en un mundo más cambiante, por tal razón, podríamos afirmar que la transdisciplinaridad es un nuevo paradigma, es el enfoque global.

En la sociedad ocurren fenómenos productos de una serie de múltiples relaciones directas o indirectas y de diverso tipo, con posibles distintas causas, tiempos y geografía, esta es la complejidad social, no es una simple suma de partes, pues cada una de ellas tiene diferente lectura que la adquiere de acuerdo con la clase de relaciones que cada una ellas tiene con las otras, no podemos considerar a las partes, como si cada una de ellas fuera algo inerte, que posee vida autónoma en el plano social.

Bibliografía

Schwartz, Howard y Jerry Jacobs, Sociología cualitativa. Métodos para la reconstrucción de la realidad, México, Trillas, 1984.

Vilar, Sergio, La nueva racionalidad, comprender la complejidad. Método para la reconstrucción de la realidad, Barcelona, Kairos, 1997.

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